Princesa Encantadora.

Capítulo V

Todos en el palacio son de sangre noble, sin embargo, ese no era de todo el caso en el palacio Ruby.

Al principio solo se preocupaban por si mismos, pero con el paso del tiempo finalmente se dieron cuenta de que Claude no tenía interés en mí ni en el palacio.

Fui tan útil como un espantapájaros en el campo, mientras picoteaban poco a poco el presupuesto del palacio. Yo era la única ahí, así que no tenían nada de que preocuparse.

Se volvieron tan audaces que se robaban las joyas y los adornos de las paredes.

Se me hizo tan angustiante cuando me di cuenta de que estaban robando los medios para mi futura vida.

Fue tan molesto hasta el punto de querer decírselo al emperador, pero no era como si pudiera acercarme y decirle "¡Papá! ¡Me despreciaron!" Él no preguntaría "¿Quién menospreció a mi amada hija?"

Más bien habría dicho, "¿Eh? ¿Todavía estás viva?", y me hubiera matado en ese instante.

Claro, todo esto podría ser solo imaginación mía. Pero prefería no arriesgarme a jugar con fuego.

Así que solo pude quedarme sentada en mi cuna y ver como se llevaban mi precioso oro. Lo máximo que pude hacer cuando las sirvientas entraban a mi habitación y metían cualquier objeto valioso bajo sus faldas fue llorar con desesperación.

Todo esto concluyó con Lilly peleando con la criada principal en mi nombre.

Pero los objetos devueltos por las sirvientas cuando abandonaron el palacio nunca regresaron a mí.

Siempre había sospechando de la criada principal, pero como podía hacer nada más que llorar, jamás pude avisarle a Lilly. Me di cuenta de que algo iba mal con ella cuando dijo que no había el suficiente presupuesto para comprarme un cascabel.

El lado positivo, pude esconder algunas joyas sin que Lilly sospechara demasiado.

Bueno, técnicamente este es mi palacio. Solo lo estaba manteniendo a salvo. Sí, simplemente estoy guardando mis joyas y oro.

Pero también tenía mis límites. Porque en ese tiempo Lilly miraba cuidadosamente cada rincón del palacio Rubí. El lugar también estaba más vacío de lo normal.

Hace poco notó que el incidente de hace tres años se volvía a repetir y registró el palacio. Supe entonces que debía detenerme por un tiempo.

-- ¿Adónde va, princesa?

-- ¡A recoger flores para Lilly!

-- Pero debería limpiarse la boca primero. ¿Le gustó es chocolate?

Nunca me había sentido tan pequeña como en el momento que la criada paso un trapo húmedo por mi rostro. Lo hizo con delicadeza para no lastimarme mientras limpiaba el chocolate que había quedado.

*Me pasa por descuidado*

-- ¡Tienes que mantenerlo en secreto!

-- Sí, princesa.

Me despedí de la criada rápidamente y salí corriendo de la escena.

Mientras caminaba por el jardín observé mis pequeña manos, estas también estaban cubiertas por el chocolate. La idea de limpiarlas con la ropa cruzó por mi cabeza, pero desapareció rápidamente cuando vi el color blanco y rosa que componían mi vestido.

*Voy a buscar alguna fuente...*

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Pase de largo las estatuas de mujeres desnudas que estaban dispersas por el jardín hasta llegar a uno de las muchas fuentes. La estatua desnuda en el centro de la estructura era la más seductora de todas.

El palacio Ruby es conocido por su hermoso paisaje, pero no parece ser un buen lugar para criar niños.

Me lavé las manos cubiertas de chocolate en la fuente. Con ese cuerpo tuve que conformarme con ponerme de puntillas y alcanzar el agua como me fue posible.

Me incliné descuidadamente y casi pagué el precio, casi me caigo. Me sujete a duras penas y estaba por volver a enderezarme cuando el reflejo en el agua me detuvo.

*Que hermosa...*

Si tuviera la oportunidad, me encantaría morder las mejillas de esta niña. Mi pequeña y redonda cara tenía unas perfectas mejillas para pellizcar.

Entonces, así es como me veo. Soy la viva imagen de mi madre. Un cabello rubio, ondulado y desordenado, y largas pestañas que decoraban aquellos grandes ojos, herencia de mi padre.

Ojos como joyas que solo poseen aquellos de línea directa con la familia real.

Todas las personas de este mundo tienen una cierta cantidad de poder mágico, pero la familia imperial tiene un tipo de magia muy especial. Por lo tanto, tienen ojos como estos.

Todos dicen que soy la única con los ojos de Claude.... Pero también esta Jannett, quién debe estar recibiendo mucho amor de la familia Alpheus.

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Había comenzado a caminar por el jardín de manera distraída, cantando una canción que Lilly me cantaba de vez en cuanto.

-- Las rosas son rojas, la violetas son azules.

Y me di cuenta de que estaba perdida minutos después de haberme alejado del palacio Ruby.

-- ¿Dónde... estoy?