Capitulo Tres

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CRISTIAN
 
“Si, claro. Tú y los chicos pueden usar mi casa. Es lo bastante grande para todos”. 

Cristian frunció el ceño. Se había preparado mentalmente para humillarse y arrastrarse por esto. "¿Con quién carajo estoy hablando?"  Quienquiera que fuera este tipo, no era Lisandro Martinez.  Era su voz profunda, ronca y arrogante, pero sonaba como si el diablo se hubiera apareado con un unicornio, porque la mierda que salía de su boca tenía todos los colores del arcoíris.

Al otro lado de la línea, una voz murmuró de fondo.

Ah, eso lo explicaba. El diablo acababa de ponerla.

Bueno, un aplauso para el chico por lograr lo imposible y hacer que Lisandro sea civilizado.  "Quédate con el que tenés ahí" dijo Cristian.  Se centró en la mansión de Lisandro a través de los árboles.  Majestuosa, impresionante y aislada.  "Suena a que podría hacer un hombre de vos".

“Romero ”, dijo Lisandro, con su detectable amargura a pesar de su entonación alegre, “siempre tan encantador. Por supuesto que vos y los chicos son bienvenidos acá.  Mi casa no se derrumba con el primer soplido del lobo.  Es ladrillo.  Cuido bien de todos mis bienes”. 

Pobre cerdito. Cuti detectó el sarcasmo tácito y levantó su dedo medio hacia el teléfono.
Pero responder de mala manera no le serviría de nada. El pelotudo este le estaba haciendo un favor, incluso si olía a motivos ocultos. 

Cristian sonrió ante la repentina imagen de treinta chicos corriendo sueltos en esa mansión de soltero. 

Esto incluso podría resultar divertido. "Entonces nos vemos a las cinco y media", dijo Cuti.

"Para, ¿cómo? Mañana por la tarde a las cinco y media, ¿verdad? "

"El desayuno es a las seis".  Un largo silencio le arrancó una sonrisa aún más grande. 

Lisandro dijo finalmente: "Sabes cuánto me encanta levantarme temprano para ayudar a un vecino en problemas".

Cristian se atragantó con un resoplido. El hombre nunca se despertaba antes de las diez si podía evitarlo. "Excelente. Nos vemos muy temprano, cariño”.

Lisandro se rió.  La falta de respuesta y el repentino tono muerto del teléfono fue el "Andate a la mierda, Romero" que Cristian  había esperado. 

Hasta mañana entonces…
























Quería subirlos antes de que empiecen boca, los Oscars y la gala de gh hdsksh. Hoy va doble por ser tan cortito el capítulo <3

Cómo robar un corazón en 500 besos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora