CRISTIAN
Menos de doce horas más tarde, Cristian se desplomó en su sillón y maldijo sobre los cojines. ¿Acaso tenía la palabra cojido estampada por todas partes? Ambas empresas contratistas estimaron que las reparaciones les tomarían al menos un mes. Tres semanas si pagaba muchísimo más. Cosa que no se podía permitir.
Se quejó de nuevo, su aliento caliente rebotando desde la almohada hasta su cuello. Los gritos y risas de los chicos, que pasaban el rato durante el tiempo de actividad libre antes de la cena, sonaban a la distancia.
Cena.
El tiempo avanzaba rápido hacia las seis. Demasiado rápido. Lisandro estaría ahí, otra vez, con sus comentarios sarcásticos, su sonrisa dura y su actitud agresiva.
No estaba listo para verlo todavía. Había estado secretamente agradecido de que Enzo hubiera asumido la responsabilidad del almuerzo para poder esconderse detrás de la tarea de contratar a los albañiles y llamar a su padre, que estaba en un spa de recuperación en Brasil. Eso significaba que podría fingir que esos besos no habían sucedido… que no volverían a suceder.
Con un gemido, se levantó del sofá. Su cocina molestamente pequeña, para una sola persona, era la razón por la que no podía preparar las comidas desde su propia casa. Abrió una Pritty.
No sabía tan gaseosa y deliciosa como siempre.
Sabía una inquietud y desgana.
Quería quedarse en casa durante todo el mes y no volver a molestarse en ver a Lisandro.
Podría hacerlo si quisiera. Enzo podría asumir sus tareas.
Pero… Se tragó la mitad de la botellita de Pritty hasta que se le llenaron los ojos de lágrimas y le picó la parte interna de la nariz.
Si no tratara con Lisandro parecería que lo estaba evitando. Lisandro (maldito sea) asumiría que tenía razón en que Cuti se enamoraría de él.
Tirando la botella a la basura, decidió ir a cenar y demostrar lo poco que le importaban Lisandro y sus besos.
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Cómo robar un corazón en 500 besos
Fanfiction"Quinientos besos son suficientes para robar un corazón". Lisandro Martinez no cree en esto. Ha conocido y tenido muchos hombres. Si no te gusta alguien, simplemente no te gusta. Fin de la historia. Ningún beso cambiará eso. Cristian Romero tampo...