Capitulo Cinco

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CRISTIAN 

“Podría ser verdad”, dijo Cristian, lamentando su decisión de quedarse y ayudar a limpiar. Debería haberse subido en un bote y remar de regreso al campamento con los chicos. Podrían armar un plan de tres semanas por teléfono. Mejor aún, por mail.  

"No, no lo es."  

Cristian escurrió el trapo húmedo con desinterés antes de fregar las encimeras. Leche, cereales y migas por todos lados. "¿Alguna vez dejaste que el mismo tipo te bese quinientas veces?" 

Lisandro limpió el mostrador adyacente. Resopló. "Dios no." 

"Entonces podrías estar equivocado". 

Lisandro hizo una pausa, la tela congelada sobre un charco de leche. Se apoyó contra la encimera. "No. No existe manera de que me equivoque”. Cuti puso los ojos en blanco y limpió el mostrador que Lisandro había dejado. “Sos muy terco, Martinez, ¿sabías? ¿Alguna vez dejaste que alguien gane además de vos?  

"¡Ey, quién fue el que generosamente cedió su hogar a las cinco y media de la jodida mañana y dejó que los chicos arrasaran con su cocina!"  

Una sonrisa arrogante torció la boca de Lisandro.  

"¿Qué estás tramando?”.  

"Tal vez solo quiero ser amable". Cuti se detuvo ante la más mínima turbulencia en la voz de Lisandro. ¿Sinceridad?  

Probablemente no.  

Se acercó a Lisandro lentamente. Cualquier destello de emoción real se desvaneció. Dios, esa curva arrogante en los labios de Lisandro lo irritaba. "Probalo."  

"¿Probalo?"  

"Demostra que tenes razón y Alejo está equivocado". Cristian tocó el pecho de Lisandro, sobre su corazón. “Quinientos besos con el mismo hombre”. Él se rió secamente. “Me compadezco del tonto que tiene que sufrirlo. Pero cualquier cosa en pos de la verdad, ¿No?”. Se inclinó y bajó la voz. “¿A menos que admitas que podrías estar equivocado?”  

Lisandro miró el dedo de Cristian dibujando una x perezosamente. "Yo... no me equivoco". Se aclaró la garganta. “¿Crees que quinientos besos pueden robar un corazón?”  

Difícilmente. Pero a Lisandro le resultaría imposible seguir adelante y a Cuti le encantaba la idea de que se diera por vencido. Por una vez no ser tan condenadamente terco… "Seguro."  

Lisandro agarró la camiseta de Cristian y lo atrajo hacia sí. Labios firmes plantados con fuerza contra su boca; los dientes le abrieron el labio inferior y la lengua pasó contra la suya. A Cristian se le cortó el aliento y la sorpresa recorrió su cuerpo hasta sus pies.  

Lisandro retrocedió un centímetro. "Uno", susurró sobre la barbilla de Cristian. "Nada. No sentí nada”.






















Hoy se festeja que licha fue convocado a la selección leyendo como le come la boca a Cuti (que vivan los nobios!!)

Gracias @scalonetaldr por darme una mano con la traducción sos la mejor <3

Cómo robar un corazón en 500 besos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora