Capitulo 9

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Un día antes.

Te habías esforzado por dejar cada detalle impecable, el equipaje estaba preparado y la ropa que se usaría ese día estaba lista, la elegante y costosa tela que formaba parte de aquel vestido te parecía tan hermosa como los copos de nieve.

De pronto la puerta a tus espaldas fue azotada provocando que brincaras del susto. Yuki ento furiosa y comenzo a despotricar por toda la habitación.

—¿Sucede algo?— preguntaste y ahora la asustada era ella pues había estado tan molesta que no reparo en tu presencia.

—Por los dioses, Eira, casi haces que escupa el corazón por la boca— resopló antes de dejarse caer sobre la cama.

—Eso no me parece muy adecuado para una futura reina— te burlaste y segundos después te dejaste caer a su lado.

Ella se giro hacia a ti, quedando frente a frente y te tomo de la mano como siempre lo hacía cuando necesitaba fuerza o necesitaba sentirse querida.

—¿Es tan difícil entender que no quiero esto?— pregunto pero no sabías realmente que responder pues tenías más que claro que si alguien te hiciera una propuesta similar no dudarías en aceptar a pesar de que era imposible que algo así te llegará a pasar.

—Parece que nadie está feliz con la vida que le toco— soltaste sin pensar pero al darte cuenta te apresuraste a animar el ambiente —por ejemplo la cocinera, sabías que tiene un esposo que la ama pero aún así ella prefiere coquetear con el chofer...— Yuki dejo de escucharte para pensar en lo que estaban por hacer, le dolía el pecho saber que era una especie de traición pero era la única forma de cambiar sus vidas, ella obtendría su libertad y tu obtendrías el reconocimiento que se te había negado y con ello de algún modo serías libre.

—Es momento— soltó interrumpiendote y al ver tu cara de confusión se explico —¿recuerdas que te mencioné aquella broma para mí prometido?— asentiste —es momento de llevarla acabó— fingió su mejor sonrisa burlona esperando que ningún gesto la delatara.

—Te escuchó— le devolviste la sonrisa ansiosa, entonces comenzó a explicarte la ceremonia que se realizaría y como en un par de horas tendría que encerrarse en una habitación sin hablar con nadie, ni si quiera contigo, si querían intercambiar lugares era el momento.

—Tendrás el rostro cubierto y no podrás hablar así que es imposible que te reconozcan— te aseguró.

—¿Segura que la ceremonia es así de simple? ¿No me harán alguna extraña pregunta personal?—

—Ya te lo dije, es una mera formalidad, ni siquiera tiene un significado especial solo es una tradición que seguir cuando alguien se casa fuera de las tierras heladas— respondió rogando interiormente por qué no descubrieras la mentira en sus palabras.

—Lo haré solo por qué será mi última oportunidad de hacer algo divertido a tu lado— le sonreiste provocandole una punzada de dolor en el pecho, Yuki sentía la traición como una daga que se clavaba en su ser, aún así no dio marcha atrás repitiéndose que esto era lo mejor.

—Te equivocas, una vez fuera de este reino haremos muchas más cosas juntas— prometió —tal vez incluso puedas casarte—

—Es algo lindo para soñar pero seamos realistas, nadie se casaría con alguien en mi posición y aún que encontrará a un hombre dispuesto, tu padre no lo permitiría, mi destino es servirte hasta el último de mis días— la expresión de tristeza que te mostró Yuki te partió el corazón —estoy bien con esto, debo estar agradecida de que se me permitiera vivir, además el pasar cada día a tu lado no es una carga para mí, sueño con poder cuidarte a ti, a tus hijos y si los dioses lo quieren a tus nietos— le sonreiste —ese es mi destino y estoy agradecida por él—

Solo Tú Puedes Ser Mi Reina [Todoroki Shoto y tú] "Saga De La Madre Luna"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora