Solo Tú Puedes Ser Mi Reina [Todoroki Shoto y tú] "Saga De La Madre Luna"

Capitulo 16

La boca de Shoto había actuado por si sola y ahora el monarca se encontraba sonrojado. Tu tampoco sabías que hacías de pie frente a la puerta, habías estadó descansando cuando despertaste con una necesidad abrumadora de encontrarte con él, no comprendías que pasaba y eso te asustaba.

—Q… quería saber si estabas bien— Shoto trató de aligerar el ambiente pues por un segundo le pareció que tú mirada volvía a oscurecerse.

—Quería disculparme— las palabras comenzaron a fluir solas —mi comportamiento no ha sido el adecuado desde que llegué, ni siquiera debería estar ocupando una habitación que no me pertenece—

—Es tuya— levantaste la mirada confundida.

—Pero es la habitación de la reina—

—Lo sé—

—Creo que debería disculparme de nuevo— no podías dejar de pensar que había un error así que estabas por arrodillarte para repetir tus pecados cuando una mano te tomo del brazo impidiéndotelo, al darse cuenta de su acción Shoto te soltó de inmediato temiendo haberse sobrepasado.

—Las reinas no se arrodillan— dio un paso atrás preocupado de estar cruzando algún límite.

—Pero yo no soy una Reina, Yuki debería…— te interrumpió.

—¡Lo eres! Ante los ojos de los dioses eres mi Reina— sus mejillas se encendieron al darse cuenta de como te llamó pero pareció ser ignorado.

—No puedo ser una reina, no estoy capacitada, ni siquiera he sido educada adecuadamente— comenzaste a jugar con tus manos —sin mencionar que si acepto esta posición la habría conseguido mediante un engaño—

—La Madre Luna permitió esto porque sabía que era la mejor opción—

—No creo que a los dioses les importe alguien de baja cuna como yo—

—No eres de baja cuna, tu padre es un hombre importante—

—Soy una hija bastarda— soltaste con un poco de dolor —mi trabajo es fuera de la vista de los demás, no puedo aceptar esta posición, debe haber algo que podamos hacer para que Yuki tome el lugar que le corresponda—

—No quiero eso— Shoto te observaba con intensidad, quería acercarse y rodearte con sus brazos, quería decirte todo lo que consumía a su mente y corazón y era una tortura no poder hacerlo.

—Lo mejor es que vuelva a mi antigua posición y se restablezca el orden de las cosas— el silencio los rodeó un par de minutos.

—Yo tampoco merezco esta posición— confesó —pero la Madre Luna decidió que así debía ser— esas palabras llamaron tu atención —tu lo sabes, mi hermano mayor sigue con vida y este debería ser su puesto, yo debería solo trabajar a su lado pero los Dioses decidieron que esos no eran nuestros destinos— Shoto suspiró —deberías verlo dirigir el lugar, parece que él siempre sabe que debe hacer, como actuar, que decisiones tomar y yo a penas y conozco las costumbres de este lugar— dio un par de pasos por el lugar, observando los muros, colocó una mano sobre una de las molduras —el palacio se reconstruyo gracias a él, todo está como debe estar y es por él, siento que le arrebate el derecho que por nacimiento le corresponde—

—No parece que a él le moleste—

—Lo sé y eso es lo que más me tortura, si él me acusara de quitarle todo por lo que trabajo lo entendería pero solo lo aceptó, sin luchar, siempre repitiendo que él no está hecho para ser rey— su mano se convirtió en un puño —¿Cómo podré dirigir un Reino que siento que no merezco? ¿Cómo reconstruir todo si nunca fue parte de mi?— se giró a verte —Sin embargo los Dioses creen que soy el indicado para hacerlo, y los he visto actuar, ellos no se equivocan, que yo tenga esta posición ayuda a mantener el equilibrio pero no puedo hacerlo solo, ellos lo saben y por eso me enviaron a la compañera adecuada— te extendió la mano —tienes razón, tal vez en este momento no estés capacitada para el puesto pero no significa que en un futuro será igual, los Dioses te escogieron por una razón y si me permites te ayudaré a averiguarla y si al final la Madre Luna te permite partir te ayudaré—