Capitulo 8 un viaje al pasado #2

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Las semanas pasaron y no ha sido del todo bueno, los insultos y maltratos de Momo siguieron.  Al menos Jennie y yo nos volvimos cercanas, estoy agradecida de tenerla conmigo. 

Sabes mi querido diario, desde que Momo comenzó a llamarme anoréxica, he intentado comer más hasta llegar al punto de querer vomitar, pero simplemente mi cuerpo no logra subir de peso ¿Por qué es tan complicado?  ¡pero no le digas a mamá que te dije esto! 

Hoy Jennie dijo que pasaría por mi para ir juntas a la escuela, descubrimos que no vivimos tan lejos, también hemos estando jugando mucho en la casa de la otra. Me divierto tanto con ella, la quiero demasiado. 

-- Lili, Jennie esta aquí -- Escuché a mi mamá llamarme desde el piso de abajo, emocionada por ver a Jennie de nuevo, cerré el diario y lo escondí. 

Tome rápidamente mis cosas y salí corriendo hasta llegar a las escaleras y bajarlas rápido. Al llegar vi a Jennie hablando animadamente con mamá, ella sonreía haciendo que sus mejillas se volvieran más grandes, cada que veía las mejillas de Jennie, recordaba a los malvaviscos, tan dulces y suaves. 

-- ¡Nini! -- Tire mi mochila al suelo y me acerque a ella para abrazarla. 

-- ¡Hola Lili! mamá nos esta esperando afuera, hay que darnos prisa que vamos tarde. -- Dijo Jennie mientras correspondía mi abrazo. 

-- Lili ¿no olvidas algo? -- Miré a mi mamá quien llevaba mi lonchera. Mire la lonchera y el simple hecho de volver a comer hasta reventar me dieron ganas de vomitar. 

-- No creo que la necesite hoy Mamá -- Ella me miró extrañada al igual que Jennie. 

-- Hija, llévala por si te da hambre. -- Iba a protestar de nuevo, pero me lanzo una mirada asesina, así que obedecí y tome la lonchera. 

                                                                               ................

Después de que la madre de Jennie nos llevara a la escuela, Jennie y yo nos quedamos esperando en un árbol que se había convertido en nuestro lugar favorito para estar juntas. 

-- ¿Por qué no querías traer tu lonchera? -- Me pregunto Jennie mientras jugaba con mi mano. 

-- Hoy no me siento con mucha hambre-- Respondí a secas mientras miraba como ahora hacia formas invisibles en mi mano. 

-- ¿Hay alguna razón para que ahora no tengas hambre? -- Dijo ahora mirándome. Me quedé unos segundos admirando sus ojos. 

-- No Nini, no la hay. 

Nos quedamos calladas unos segundos, no era un silencio incomodo, todo lo contrario, pareciera como si fuera esos silencios donde te quedas admirando algo que te resulta muy hermoso. 

-- Voy a creerte -- Se acercó a mi y beso la comisura de mis labios, se había vuelto común que ambas hiciéramos eso. 

-- Deberíamos ir a los salones, ya pronto comenzaran las clases -- Iba a pararme, pero Jennie sostuvo mi mano. 

-- Mi beso Manobal -- Dijo con un puchero y de forma demandante. La mire nerviosa y sonreí, me arrodille hasta quedar a su altura y le di su respectivo beso en la comisura de su labios. 

-- ¿Feliz? -- Dije riendo, ambas estábamos sonrojadas, sus ojos ahora brillaban mientras asentía. -- Vamos Nini, si llegamos tarde es tu culpa. 

-- Callate Manobal. 

Jennie se levantó y tomo mi mano entrelazándolas, fuimos caminando de esa forma hasta llegar al salón de Jennie, donde entonces nos separaríamos hasta que llegase el receso.  

Mi estrella favorita (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora