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CHIARA

Puse un pie en el departamento pensando en pasar la tarde tirada en mi cama, tomando café y mirando alguna serie en netflix.

Dejé mi bolso sobre el sillon y caminé hacia el baño para poder quitarme todo el maquillaje de la cara. Ate mi pelo en una cola alta. Sone mi cuello mientras caminaba hasta la habitación para ponerme ropa cómoda.

Justo en ese momento sonó el timbre.

Cerré los ojos y miré al techo, ¿es que no podía tener un momento tranquila?

Abrí la puerta con mi mejor cara de cansada, esperando espantar a quien estuviera del otro lado.

- Hola preciosa- dijo adentrándose, y apenas la vi, supe que todos mis planes estaban arruinados.

-Hey Noe, no sabias que vendrías- la salude inquieta, extrañada de verla.

Noemí manejaba todas mis cosas, pero nunca había venido hasta mi departamento para comunicarme algo sobre alguna entrevista o una sesión de fotos.

Tenía ya un mes viviendo en Madrid. Ella me había manejado siempre, desde Menorca. Gracias a ella pertenecía a Universal. Estás últimas semanas habían sido buenas. Algunas entrevistas en revistas. Nada wow todavía, su visita me provocaba ansias.

-Yo tampoco sabía que vendría-carcajeó y la miré intrigada.

-¿Pasó algo?- indagué.

-No, bueno, sí. ¿Viste esto?-curiseó, sacó su iPad y me lo estiró.

Leí: ¿Quién es la nueva y misteriosa chica de Ruslana?

Arqueé una ceja, ¿que le pasaba a estos estúpidos periodistas? Me la había cruzado en un evento hace unos días, como buenas colegas nos habíamos salido con dos besos en la mejilla.

-¿Qué es esto?

-Una nota. Bastante mala, por cierto.-dijo y asentí, totalmente de acuerdo con ella.

-Veo, ¿esto querías mostrarme?

-No. Lo que quería mostrarte eran los comentarios.-comentó poniéndose a mi lado.

Tocó la pantalla de su iPad para mostrarme algunos. Wow, la gente estaba realmente loca. Había unos miles de comentarios, hablando de nosotras y sacando conclusiones estúpidas.

-Su representante, Manuel, me contactó está mañana. Ruslana está teniendo algunos altibajos con la prensa-levanté la ceja sin entender a donde quería llegar.- Digamos que la chica anda un poco...bastante hormonal...y según su representante, está actitud no le está jugando a favor.

-Si, ¿y eso me interesa por qué...?-pregunté sin vueltas.

-Mira esos comentarios, Chiara. Un saludo, una sonrisa. ¡Y la gente ya los ama! Sería ideal que sean vistas juntas, al menos unas veces más. Ella limpiará sus sábanas, bueno... al menos públicamente, y tú serías reconocida en el público local.

Me tomé unos segundos para procesar lo que me acababa de decir.

-¿Tú me estás pidiendo que yo salga con esta chica por prensa, para tener más publicidad?

- Si Chiara, te estoy proponiendo que tengan una relación por marketing.

Tomé aire, es que, ¿en serio estás cosas existían en la vida real? ¿La gente necesitaba fingir para vender más?

-No puedo creerlo.

-¿Qué cosa?

-¡Esto! ¡Que me estes proponiendo esto!-Estaba alterada.

Ella me sonrió tranquila.

-Estás cosas son más comunes en la industria de lo que te imaginas. Todo tiene un beneficio, claramente.

- Me parece que no me trae ningún beneficio. Al contrario, ¿me tendría que fumar a todas esas fanáticas desquiciadas? Oh no, estás equivocada. No voy a meterme en ese terreno.-dije levantando los brazos para dirigirme a la cocina. La escuché venir detrás mío.

-¿Ningún beneficio?-indagó irónica y me tiró el celular casi por la cabeza. Lo tomé en el aire.

-Una nota en una revista local. Una, sola sobre un saludo y un encuentro espontáneo. Mira la cantidad de e-mails que me llegaron para contratarte-miré anonadada el celular, ¡hasta había un e-mail de la vista People!- un simple beso en el cachete...imagina como sería con un agarrón de manos, una cena afuera, paparazzis, ¡photoshoots juntas!-gritó entusiasmada, sus ojos brillaban al imaginarse el ingreso que provocaría todo esto.- Piénsalo, al menos.

Negué con la cabeza mientras le devolvía el celular y me giraba para hacerme un café.

-No hay nada que pensar.

Fijé mi mirada en la cafetera, no quería ni siquiera mirarla. Sentí un largo suspiro, luego sus pasos y por último un portazo a la puerta.

¿Fingir una relación? ¿En que cabeza cabe? Que poca moral, que poco corazón. No todo era publicidad y dinero dentro de la industria, ¿o sí?

FAKE || RUSKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora