FAKE || RUSKI

10

CHIARA

Cuando llegamos a la casa. Alex y Lucas estaban frente al televisor. Los dos tenían sus cabellos mojados así que adiviné que ya habían salido de la piscina.

Casi ni se enteraron de nuestra presencia. Ruslana me tomó de la mano una vez más para arrastrarme hacia el jardín.

Wow.

Era realmente enorme.

Tenía un rectángulo con algunos cerámicos en el piso, cerca una mesa, un enorme sillón y una parrilla eléctrica.

Lo demás era todo verde. La piscina estaba entre unos grandes pinos.

Me detuve a mirar el sol, al final del campo. Era de día por apenas unos segundos.

Ruslana caminó unos pasos, se sacó la remera con un ágil movimiento y no puede evitar observar su perfecta espalda y lo bien que le quedaba aquel bikini azul. Se dió la vuelta para mirarme divertida, sabía que la estaban mirando.

-¿Te vas a meter así?-preguntó solo para darme a entender que me sacará la ropa.

Se recostó en el pasto y apoyo todo el peso de su cuerpo en sus codos. No dejaba de mirarme.

-Ya deja de mirarme así-dije mientras me sacaba la remera y se la tiré. La tomó en el aire.

-¿Así cómo?-arqueó una ceja para seguir mirándome de la misma forma.

-Así, como si estuviese haciendo un streep tease solo para ti-dije divertida mientras desprendía mi short. Apenas baje el cierre, este cayó por mis piernas. Y ella no dejo mirarme un segundo.

-Bueno, si quieres podemos intentarlo otro día...-agregó con una sonrisa en su rostro mientras se levantaba.- En mi cama, o en la tuya, donde más te gusté.

Miré hacia abajo para que no me viera mordiéndome el labio.

-Vamos a bañarnos, necesitó un poco de agua fría.-dije con una carcajada apenas la vi correr. No podía ser así.

Me acerqué a la piscina con pasos cortos. La verdad es que tenía frío. O estaba nervioso. Ruslana ya estaba chapoteando feliz.

Increíblemente sexy.

Salió a tomar aire luego de nadar un poco, se peinó el pelo hacia atrás. Tuve que sentarme en el borde para digir.

-¿No mas a meterte?-me sonrió.-¿Me vas a dejar sola?-preguntó divertida mientras se acercaba.

No lo hagas. No sé cuanto voy a poder aguantar sin tirarme encima tuyo.

Acarició la piel de mis rodillas con una suavidad única. Sentirla sobre mi piel solo me provocó más frío. Se posicionó entre mis piernas y las abrió con ligereza. Deleitó mi cintura con el toque de sus manos. De un rápido movimiento me pegó a su cuerpo metiéndome al agua con ella.

Me soltó solo por un segundo, sumergí mi cabeza bajo el agua para tranqulizarme. Salí. La miré. Estaba mirándome como si fuera una obra de arte, tenía las pupilas dilatadas. Me mordí el labio divertida.

-Basta.-golpeé su hombro, intentando esconder mi incomodidad.

Enredó mis cintura con su brazo, tuve que poner mis manos en sus hombros para sostenerme.

Nunca habíamos estado tan juntas. Nunca había sentido su contra la mía de esa manera.

Me acomodé mejor y pasé mis brazos por su cuello.

-Estás matándome.-dijo, ya sin su sonrisa.

Me abracé aún más a su cuello, provocando que nuestros cuerpos casi desnudos se rozaran por demás.

-No debiste hacer eso.-dijo en un susurró. No sé bien porque, pero repetí el movimiento, ¿qué más da?

Acarició mi cuello con su nariz. Dejó un suave beso ahí para luego chocar su frente con la mía.

Bésame ya. Por Dios. Esto es una tortura.

-¡Rus!

Se escuchó un gritó desde el rectángulo de cerámica, justo al lado de la puerta. Aferré aún mi agarré, ella hizo lo mismo con sus manos en mi cintura. Escondí mi cara en su cuello. Ruslana tiró la cabeza hacia atrás, algo frustrada. Acaricio mi nuca, acercándome más a su cuello.

Después de unos segundos, miró hacia la dirección para poner los ojos sobre su amigo.

-¡Es Manu en el teléfono!

Asintió con la intención de que se vaya, Alex hizo una mueca rara.

-Ahora...vuelvo-exclamó tartamudeando. Me límite a asentir.

Salió de la piscina y en un segundo ya estaba al lado de su amigo.

-¿Tú eres idiota?-le preguntó en un tono lo suficientemente alto para que pueda escucharla.

-Dijo que está llamándote hace dos horas a tu celular y no obtiene respuesta.- Alex se encogió de hombros justificándose.

-Me importa una mierda lo que tenga para decirme.

Bueno, celebridad a la vista.

Los dos desparecieron por la gran puerta y me quedé sola. Estaba prácticamente de noche. ¿Qué hacía sola ahí?

La esperé por unos minutos, el frío me estaba matando. Escuché un ruido detrás de mí, Alex se acercaba con una toalla en la mano.

-Rus...tuvo que salir por una reunión urgente.-me explicó mientras llegaba al borde. Se agachó y me estiró su mano. La tomé para que me ayudara a salir de ahí. Abrió rápidamente y me envolvió en ella.

-Gracias.-me limité a decir. Asintió mirándome.

-Perdón por lo de recién. Ya sabes, la interrupción...

-No es nada.-negué con mi cabeza, muerta de vergüenza.

-Creí que era todo mentira...

Oh no.

-Lo es. Sólo bromeábamos.-mentí, y por suerte no me tembló la voz. Soné bastante convincente.

-¿Segura?-preguntó dudoso.

-Segura.

Hizo un gesto raro.

-Bueno, será mejor que entres a darte una ducha.

Caminamos juntos por el gran patio y entramos a la casa. Me guío hasta el baño de la planta alta. Dejó dos toallas blancas sobre la mesada.

-Si necesitas algo me avisas.- comentó antes de desaparecer.

Me miré al espejo, ¿me estaba coqueteando?