CHIARA
Mi día había empezado de la peor manera: la construcción del edificio vecino no me había permitido dormir en toda la mañana.
Eran las 9:00 a.m y me había levantado solo para hacerme una taza de café. Me encontraba envuelta en las sábanas, con la taza en mi mano derecha y la computadora sobre mis piernas. Dejé la taza de café sobre la mesa de luz para teclear en Google: Ruslana.
Todas las noticias recientes eran sobre fiestas y lugares extraños. Sí, se había estado divirtiendo bastante últimamente. Sabía que estaba en Barcelona grabando su último videoclip, pero donde menos se la veía era en un estudio de grabación. Leí un par de notas y miré algunas fotografías completamente desagradables, ¿qué le pasaba a esta chica que besaba como si no hubiera mañana? Atrapaba las bocas de sus compañeras como si quisiera absorberlas. Confirmado; estaba bastante hormonal.
De todas maneras me gustaba. La escucha diario. Era la artista del momento, había logrado traer el rock en español de nuevo y eso estaba siendo un boom no solo en España sino en varios países. Era linda, muy, y parecía carismática.
El día del evento habíamos intercambiado algunas palabras, y parecía una chica con los pies sobre la tierra. Las apariencias podían engañar obviamente. ¿Esto de la falsa relación sera idea de ella? ¿Estará de acuerdo con ello? ¿Por qué demonios estaba pensando tanto en eso? ¿Por qué me tomaba el tiempo de, al menos deliberarlo? Nada de esto tenía sentido.
Cerré la computadora con fuerza y tomé el café de golpe. Me senté en el borde de la cama para repasar mi día. Tenía solo una sesión de estudio al medio día. Había tiempo para entrenar aún.
Y eso me propuse a hacer. El día estaba horrible, así que me vestí con mi ropa deportiva, salí del departamento y subí al ascensor para marcar el piso 24: el gimnasio.
Pasé más de media hora ahí. Estaba a punto de terminar mi rutina cuando una llamada intervino mi música.
- Noemí- respondí agitada. No quería dejar de entrenar para escuchar sus pavadas.
- Chiara, el chófer estará abajo en una hora - comentó y asentí mirando el reloj de la pared.
- Bien, gracias por avisarme- dije para despedirme
- No, espera- seque mi frente y me quedé quieta unos segundos- ¿Puedes pasar por la oficina después de las 3:00 p.m?
- Noe, si es por lo de ayer...
- Por favor, solo unos minutos- cerré los ojos.
- Bien, te veo luego. Adiós- arranqué mis auriculares para tirar el celular al suelo y comenzar a estirar.
Luego de un baño me senté en el enorme hall de la planta baja a esperar al chófer de la agencia. Siempre que pasaba por ahí tenía la necesidad de observar el lujo a mi alrededor, ¿en qué momento me había mudado a un ostentoso edificio en Madrid?
El dolor me saco de mis pensamientos. Mis piernas temblaban como si no hubiese entrenado en años. Estaba realmente cansada y el día recién comenzaba.
Llegué al estudio y mientras me maquillaban revise mi e-mail. Tenía un mail de la revisa Seventeen. No pude esconder mi emoción mientras tecleaba qué, por favor, se contactaran con Noemí.
La grabación de la nueva canción pasó rápidamente, y cuando salí del estudio, habían pasado treinta minutos para las tres.
La agencia donde se encontraba la oficina de Noemí no quedaba muy lejos de donde estaba y el día se había despejado un poco, así que opte por ir caminando para tomar un poco de aire antes de la guerra.
- Hola Jessica.
- Chiara, Noemí te está esperando- asentí con una sonrisa falsa. Caminé por las oficinas mientras me miraba en el espejo al fondo del pasillo. Me acomodé la remera dentro de la pollera. Estaba a punto de golpear la puerta cuando está se abrió. Noemí me sonrió.
- Te estábamos esperando- exclamó y me abrió el paso. Maldije para dentro cuando ví a Ruslana y un hombre sentados frente a la silla principal. La miré a Noemí, y está junto las manos rogando que me comportara.
El hombre rápidamente se puso de pie y me estiró la mano.
-Manuel Guix- se presentó y asentí en aprobación- Un gusto- se sentó nuevamente en su asiento.
Ruslana se levantó de su asiento, pasó un brazo por mi cintura y dejó un beso en mi mejilla. Su cinismo brotaba por los poros.
Le sonreí. No podía disimular mucho mi emoción al verla. Me acomodé a su lado intentando borrar de mi mente su sonrisa.
"Compórtate, Chiara. Lo que sea que te planteen no está en discusión." Me repetí una y mil veces.
- Supongo que las dos saben porque nos reunimos- comenzó a hablar Noemí, y en ese momento, la deteste, ¿qué le había dicho está mañana?
- Creí que te había dejado las cosas claras- largue sin vueltas. Si no me respetaba mi representante, ¿entonces quien?
Ruslana puso sus ojos en mí. Me sentí observada. Quería deja de hacerme la mala, revolear todo el papeleo que había en el escritorio y pedirle que me sonría de nuevo. Me contuve.
- Sí, sí. Me dejaste las cosas en claro, al igual que Ruslana a Manu- dijo.
Entonces, ¿Ruslana tampoco estaba de acuerdo con todo esto? Festeje para mis adentros. Ahora no quería pedirle una sonrisa, sino dos.
- Tanto Noemí como yo estamos seguros de que está idea puede funcionar, para las dos- Ahora el que habló fue Manu.
- Queremos pedirles un poco de voluntad para una segunda prueba- continúo Noemí. Miré a Ruslana, levantó la ceja imitándome. No pude evitar sonreír.
- La prueba del primer evento, las notas y su persecución nos parecen suficientes pero, se ve que a ustedes no...-Hablo por primera vez Ruslana.
- Aunque sus casillas de e-mail demuestren lo contrario- susurró Noemí.
Estaba abrumada, Ruslana me hacía caras y no entendía porque estaba tan divertida.
- Le proponemos una nueva salida juntas, para ver la reacción de la gente, la prensa y el negocio.
Procesé la información lentamente. No sonaba tan mal, ¿o si?
- No hace falta que estén solas. Pueden salir a comer con amigos, ir a bailar, lo que ustedes quieran.
- Solo que la gente vea que comparten tiempo juntas, que no quedó todo en aquel saludo- finalizó Noemí.
- Preferiría que fuésemos solas- exclamó Ruslana. La miré petrificada, ¿estaba aceptando?

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FAKE || RUSKI
FanfictionAmbas luchaban por lo mismo, solo las diferenciaba una cosa; una tenía el mundo a sus pies y la otra luchaba por tener el mundo a sus pies [ADAPTACION]