Capitulo 5

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YoonGi se sentó tranquilamente en el estudio, sus ojos seguían al humano de un metro cincuenta y dos usando guantes de látex azules. El chico caminó hacia la mesa de café, se colocó de cuclillas en uno de los extremos, y movió el periódico un par de pulgadas. Sonriendo por su trabajo, inclinó la cabeza saludando a YoonGi y se alejó.

Está bien. Eso no era extraño en absoluto. YoonGi había oído acerca de SungYeol y su TOC, pero maldición, ¿un par de pulgadas?

Curioso, YoonGi se puso de pie y siguió a la pequeña pareja.

SungYeol dejó sus ocupaciones, se quitó los guantes, sacó el antibacterial de su bolsillo derecho, y se limpió las manos. El aroma irritó la nariz de YoonGi. Entonces él sacó un par de guantes limpios de su bolsillo izquierdo y se los puso, sacó una bolsa para sándwich de su bolsillo trasero y metió ahí los guantes usados, cerró la bolsa y la llevó sosteniéndola con dos dedos como si fuera material peligroso.

—Hey, quisquilloso. —El guerrero, Myungsoo, levantó a SungYeol, lo besó en los labios y se lo llevó cargándolo. Si el chico temía tanto a los gérmenes, entonces ¿por qué permitía que su pareja lo besara? Sacudiendo la cabeza, YoonGi se dirigió al estudio.

—Entonces, ¿eres YoonGi?

YoonGi se giró para ver a una de las parejas que entraba al estudio. Él tenía los ojos color amatista. Muy cool. —¿Y tú eres?

—Mi nombre es Baekhyun.

YoonGi conocía ese nombre. Jimin le había advertido que se alejara de ese nombre. El chico no se veía como si fuera el hijo de Satán. Él era una pequeña lindura, no un demonio que exhalaba fuego inclinado a la destrucción de las parejas como Jimin le había asegurado.

—Entonces, Baekhyun, ¿qué hacen aquí para divertirse?

Un brillo iluminó los ojos de Baekhyun. Quizás Jimin no estaba del todo equivocado. —Me alegra que lo preguntes.

—¿Voy a arrepentirme de haberte preguntado?— Oh si, ese definitivamente era un diabólico brillo.

—Ahora, ¿por qué preguntas eso?— Baekhyun le preguntó casualmente—. Tengo mala reputación con los guerreros. Eso es solo porque sé cómo pasar un buen momento mientras ellos están sentados, actuando todo serios. —La pareja se encogió de hombros—. Además con un nombre como YoonGi, tienes que ser un amuleto de buena suerte.

YoonGi resopló. —Amigo, no me conoces.

—Buen punto, pero aun así pienso que serás un amuleto de buena suerte para nosotros.

—¿Exactamente cómo seré un amuleto de buena suerte? Baekhyun palmeó la pierna de YoonGi y se puso de pie. —Ya verás.

YoonGi tenía la urgencia de echarle sal a Baekhyun, tomar una moneda y lanzarla, colocar una herradura en la cabeza de Baekhyun, o salir y cazar un conejo. Para conseguir una de sus patas. Extremas situaciones requieren extremas medidas, y Baekhyun podía calificar de extremo, de acuerdo a Jimin.

YoonGi dejó el estudio y subió a su habitación. Jimin estaba junto a la cómoda viendo su estuche negro. —¿Qué es esto?

—Mis tijeras, cepillos y equipo.

—¿Cortas el cabello?— Jimin lo miraba impresionado.

—Lo hago. Tengo licencia de cosmetología, pero no encontré trabajo con la manada del Este. —YoonGi pasó sus manos por el rubio cabello de su pareja—. Te gustaría un corte.

—Déjame bañarme primero.

YoonGi se mordió el labio inferior viendo a su pareja desnudarse. Podría hacer una fortuna si le tomaba fotografías y las vendía en línea. Eso era lo malditamente bien que estaba su pareja. YoonGi cayó de rodillas y lamió hacia arriba el fuerte trasero.

Manada Park #13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora