Todo parecia estar en calma, menos él no se sentía del todo bien por las acusaciones que habia hecho a la princesa, pero no era estupido, y sabia que el señor del mar tampoco aunque hiciese como si lo fuese. Estaba cerca de los aposentos de la princesa cuando vio a una de sus doncella salir corriendo de sus aposentos en dirección de los de su señora, si entro rápidamente la salida fue el doble de rápida, estaba asustada, se le veis ante el rostro, y no le extrañaba, hasta en Invernalia habían oido los gritos diciéndole que se marchase. La doncella hizo una leve reverencia y se marcho al poco rato. El llamo a la puerta y para su sorpresa le abrieron. Estaba mas pálida que de costumbre, llevaba una bata horriblemente abrochada, pero no permitía ver nada, lo cual alegro a Jon que ya de por si sentía incómodo, y se estaba poniendo los guantes de cuero apresuradamente, toda ella temblaba y en sus ojos habia lágrimas intentado escapar, cosa que ella no dejaba.
- ¿Os encontrais bien, mi señora?
- Si- dijo acelerada, nerviosa y bruscamente- y ahora deberíais iros no querreis estar con una asesina. -cerro de un portazo.Lo ultimo que la joven dijo hizo que las lagrimas se acentuaran mas en los ojos de ella. Su reacción lo hizo sentirse mas mosqueado, iba a pedirle perdon, y antes de dejarle hablar le habia contestado de aquella forma. Se marcho rápidamente a su dormitorio, e intento dormir con toda la furia que le corroía. A la mañana siguiente se encontraba mas relajado, desayuno y salio al patio, el joven Malthar Ikarrosh, que iba a ser prometido de la joven, era la única persona con la que podía entrenar, asi que se pusieron a entrenar, el uso un arakh para luchar, estuvieron luchando hasta que Ferrego los llamo, de camino no paraban de hablar de quien hubiera ganado si hubieran continuado.
- ¿Que sucede Lord Ferrego?- preguntó Malthar.
- He recibido noticias preocupantes acerca de Lady Baleina, y me gustaría saber si alguno a notado algo.Jon iba a hablar pero Malthar interrumpió.
- ¿Que noticias?- pregunto serio.
- Una de sus doncellas me a dicho que esta mañana no ha permitido que la vistiesen, que esta mas nerviosa de lo habitual cuando se acerca alguien, y que esta muy pálida, parece nerviosa, dice que tiembla mucho, parece asustada, y sus ojos brillan como si fuese a estallar en lagrimas con solo acercarse. El maestre dice que no esta enferma, ¿Sabéis algo? - Malthar negó.
- Anoche, se oían llantos, un doncella intento ayudarla, pero ella la echo a gritos, y tenia el mismo aspecto que acabáis de describir.
- ¿Y que hacíais vos allí?- pregunto Malthar airado, no era mala persona, y siempre estaba bien con Jon, menos cuando se trataba de Baleina, pero no era de extrañar cuando se trataba de ella no era del único del que recibía miradas y tonos extraños.
- Relajate Malthar, seguro que solo pasaba por allí. -dijo Ferrego.
- No me fió de el , deberíais tenerlo encerrado. No quiero que se acerque a ella.
- ¿Es que me tenéis miedo?- pregunto Jon desafiante.
- No, jamas tendria miedo de un bastrado como vos.- la palabra bastardo la escupio.
- No lo parece, vos lo habeis dicho no soy mas que un bastardo, no tengo tierras, ni nombre ni nada que vos podais envidiar, y aun asi teneis miedo de que pueda arrebataros un corazón que no os pertenece, tantos nombres, tanto poder y tanta pureza de sangre para despues temer que un bastardo como yo os pueda quitar lo único que os importa, lo único que no os puede pertenecer, me das pena.El joven se marccho airado. Ferrego miro a Jon con preocupación.
- Lo has dejado destrozado chico, pero debes entenderlo, no es el único que piensa así. - Jon lo miro extrañado- Baleina nunca se a interesado en hombres, y derrepnete un día te trae aqui, eres un muchacho apuesto la verdad. Caben pensar muchas cosas, pero nadie quiere pensar mal desde el principio. Asi que lo pase por alto, pero fue difícil, ella lleva aqui desde que tenia 5 años, y en todo este tiempo no la habia visto sonreír, ¿tu la as visto alguna vez?- el asintió comenzando a comprender un poco mejor- Llegas tu y ella sonríe por primera vez en años, ni las cartas que recibía la hacían tan feliz sonreía, si, pero sin ganas, solo por que no los podia ver. Asi que perdoname por esto pero debo preguntarlo ¿sucede algo entre ustedes?
- No, mi Lord -respondio algo avergonzado por la pregunta- me dais permiso para retirarme.Ferrego asintió y el se marcho, entonces la vio hablaba con Malthar, habia visto caminantes blancos con mejor aspecto que ella, Malthar se fue, por suerte para el no lo vio, se dirigió a intentar disculparse de nuevo y a intentar saber que era lo que le sucedía.Ella abrió los labios para intentar echarle pero el no lo permitió.
-Lamento a ver os acusado princesa, no debí decir aquello de vos, os pido disculpas, era lo que intente deciros anoche pero no me dejasteis siquiera alteza.
- Primero me llamaste asesina- dijo hablando con mucha rabia y mirando con furia con sus ojos llorosos - y luego me dijiste que acuse a un inocente¡¿ y tan sencillamente piensas que te perdonaré?! -el agacho la cabeza no soportaba verla así por su culpa -Si es asi como piensas es por que no sabes nada Jon nieve.Aquellas palabras fueron como si le retrociesen un cuchillo que le habían clavado hondo en el corazón.
- Baleina...- intento llamarla pero le salio un hilo de voz muy débil.
Se quedo mirando la, Ferrego la habia llamado, estuvieron hablando y el parecia intentar tranquilizarla, Ferrego lo miro e hizo un gesto para que se acercara, peor ella no se percato. Cuando estuvo cerca oyó lo que decían.
- Quizás le debas un par de explicaciones, y disculpas.- dijo Ferrego intentando ayudarla.
- No le debo nada- protesto testaruda.
- Esta preocupado por ti, es un buen chico, se que no te casaras con Malthar, asi que no tienes que fingir mas con el mandalo a tomar por culo, pero se sincera con el otro chico a intentado enmendar su error.
- No sabes cuánto duele que no confíen en ti.
- Me da a mi que era su la que no lo sabe Baleina- dijo Jon, ella de giro y agacho la cabeza.
- ¿Puedo retirarme Lord Ferrego?- pregunto cerrando los puños, el asintió.
- Pero piensa lo que te he dicho, - ella asintió y se marcho- ven -le dijo a Jon- no es una chica normal, creció sin familia y ni a hecho de este su hogar, pero es sumamente inteligente. Lleva años leyendo un libro sobre todas las leyes del mundo conocido, y se sabe de memoria hasta el nombre del gato, de el hijo menor de la sirvienta mas longeva de la casa mas insignificante que haya. Te preguntaras por que te digo esto, veras chico yo a eso siempre lo e llamado el puzzle de Baleina, el único juego al que juega su puzzle, pero tiene un problema es puzzle, debe encontrar las piezas, y la forma de encagarlas, se a aprendido las leyes con lo cual sabe como encajar las piezas, y se sabe de memoria el nombre de todas las piezas. Tu solo eres una pieza mas de su puzzle, lucha por no serlo chico, si es lo que quieres, eligas luchar o no buena suerte la necesitaras a su lado.Era cierto, y no tenia razones para luchar por nada, ni siquiera para sobrevivir, pero na curiosidad le mataba, saber quien era, que tramaba, pero aquello era demasiado, verla asi le dolía no sabia por qué, pero no le gustaba, el la conocía y no era asi ella era fuerte, y ahora parecia tan fragil. Algo habia pasado pero no sabia que. No la vio en el resto del dia, si ya era dificl verla en situaciones normales aquel dia fue aun mas dificil. Derrepente recordo que ella le habia dicho que se marcharian de Braavos dentro 3 dias, y se pregunto si habría cambiado de planes, pero eso era lo de menos para el. Derrepente el cielo se nublo por completo, hasta ese instante no habia ni una nube, una tormenta estallo, y tuvieron que entrar. Entonces vio a uno de los guardias de la ciudad decía que las calles se inundaban, y que la gente creía que era el final de la ciudad. No sabia que sucedía, y no le importaba, busco a Baleina, segun le dijeron se encontraba en sus aposentos. Cuando llego a la puerta se oían palabras cada vez mas entrecortadas, llanto y se oían respiraciones fuertes como si estuvieran afixiando a alguien dentro. Esta vez no iba a esperar, abrió la puerta y la cerro a su espalada, cuando se giro y vio lo que sucedía un escalofrío recorrió su cuerpo.
Vale como veo que pasáis de mi solo aclarar que la imagen es Malthar Ikarrosh, no se el nombre de la persona de la imagen para que no pregunten.