Jon

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Vio como volvían a encerrar a Melisandre, y observo a la otra joven, cada vez comprendía menos quien era, cuando la conocieron se llamaba Maillaray, desde que se subieron en aquel barco se llamaba Dian, y cuando se presento para los Lannister Naera, pero en su interior sabia que ninguno era su verdadero nombre. No sabia como dirigir se a ella y prefería no hacerlo, no solía estar contenta, la observo, estaba hablando con el capitan, y a cada instante parecia mas nerviosa. Se acercó a escuchar la conversación:

*Capitán: sabias que este día llegaría Dian.
+Ella: tenia la esperanza de que no llegase jamas, es injusto.
*es para lo que estas hecha.
+¡No!- le golpeo con fuerza- y no lo conseguirá, el lo sabe, no se ni para que se empeña.
* Lo conseguirá, y no te dejará escapar, ya no te volverán a aceptar en un barco desde Braavos y lo sabes.
+Si, lo se, tu mismo lo has dicho, desde Braavos, de todas formas Ferrego esta muy enfermo, y Tormo no le debe nada a Doran, no tardara en echarme, o casarse conmigo, lo que prefiera, asi que seria mas seguro si yo no estuviese en Braavos, ¿no es asi? O ¿no a pensado en eso tu amado señor del mar?

Lo ultimo lo dijo en tono de burla y se marcho a su camarote. Poco tiempo después, le habían dicho que ella lo llamaba al camarote, era extraño casi nunca hablaba con nadie. Llamo a la puerta y se dispuso a pasar ella lo esperaba, sintió la presencia de Fantasma a su espalda, que el lobo estuviese allí lo reconforto.

- Ven sientate aqui - dijo señalando en dirección a la cama en la que ella dormía, el dormía en un diván. El obedeció y se ruborizo ligeramente, ella soltó un risita al ver la expresión del chico- toma bebe - le acerco una copa- con esto te sentiras mejor.

Bebió de la copa, era leche de la amapola, se tumbo y lo ultimo que vio antes de cerrar los ojos, fue a ella marcharse del camarote.

Se encontraba en una plaza, grande y lustrosa, frente a un edifio de siete caras, una loba enseñaba los dientes desde detrás de una estatua, en la gran plaza abarrotada habia un estrado, en el habia dos mas, una loba y un lobo, la loba lloraba, el lobo agachab la cabeza, y dos leones , la leona miraba con decepción en el rostro al lobo, el león miraba con orgullo y superioridad, volvió a mirar en dirección al lobo, su cabeza caía, mientras el viento susurraba "Prometemelo" con una voz debil y femenina, la cabeza callo sobre un campo de rosas azules en llamas.

Se despertó agitado, era de noche, a su lado se encontraba Fantasma, y en el diván dormía ella. Derrepente la vio levantarse, llevaba una especie de vestido no demasiado largo un poco por debajo de las rodillas, se acerco a el con una leve sonrisa y le dio de otra copa, esta vez era vino del sueño.

-Gracias-dijo el aun medio dormido, y se la bebió ella amplio su sonrisa y se volvió al diván. El volvió a quedar invadido por el sueño. Esta vez las visiones cambiaron. Vio un bosque y una cazeria, la misma loba que lloraba, era a la que intentaban cazar, esta vez la acompañaba un craken. Vio un árbol mas allá del muro , un arciano, con un cuervo de tras ojos. Vio a una persona a la sombra de un Titán, sujetaba a Aguja y tenia todas las manos llenas de sangre, lo que menos se distinguía de esa persona era el rostro. Lo siguiente que vio fue un sueño que ya hay tenido, un lobo negro de ojos verdes que deboraba un ser con un cuerno.

Cuando volvió a despertar era de día, ella ya no se encontraba allí, habia ropa para el, era mas ligera, y no era negra, lo cual le permitiría pasar un poco desapercibido. Se la puso y salio al exterior, el viento de la mañana le sacudió la cara, se acerco a la proa,y observó el Titán , era el mismo una sensación extraña recorrió si cuerpo al verlo, dirigió su mirada a su izquierda y la vio a su lado, volvió de nuevo su mirada hacia el Titán.
-¿Que observáis?- pregunto la joven al verlo tan distraído.
- El Titán, esta noche lo he visto en sueños, había una especie de sombra llevaba a Aguja, la espada que le regale a mi hermana Arya, y tenia las manos manchadas de sangre.
- Quizá significa que tu hermana esta aqui- dijo casi parecia que intentaba animarme.
-No, la sombra tenia las manos manchadas, no puede ser ella, no es mas que una niña.- Dijo algo sombrío.
-Ultimamente, hasta los niños matan por necesidad, y si le regalas una espada y esperas que no mate con ella, es por que no entiendes el tiempo en el que vivimos-miro a Jon con tristeza- me alegro de que tengas mejor aspecto- dijo ella con una sonrisa finjida.

Jon se quedo mirando un rato mas, y oyó un golpe a su espalda, cuando se giro vio que un miembro de la tripulación habia chocado con la chica, ella parecia alterada, en realidad no habia sido mas que el roce de el brazo del hombre con las manos de ella, algo leve sin importancia, pero para ella no era asi se marcho al camarote a paso rápido, y cerro la puerta de un portazo. La siguió, y entre abrió la puerta.
-Mi señora, ¿puedo pasar?
-¡No!-Grito nerviosa-No quiero que nadie pase.
El hizo caso omiso de su petición y entro en el camarote, ella se encontraba en un lado de la cama tirada en el suelo, se estaba observando las manos, muy nerviosa, se las escondió tras la espalda, y comenzó a decirle que se marchara. Esta vez obedeció. Llegaron al puerto, ella salio parecia mas tranquila, se fijo que llevaba guantes de cuero, Melisandre tambien salio, estaba libre y se habia cambiado el vestido, les dieron un caballo a cada uno, habia guardias flanqueando a todos, sobre todo a Melisandre, allá por donde la joven pasaba habia gente aclamandola con el nombre de "Princesa", algunos en tonos despectivo, otros con miedo, otros con picaresca y otros con auténtica devoción. Llegaron al palacio del señor del mar, recogieron los caballos, a Melisandre se la llevaoon de nuevo, a una preciosa jaula de sedas, mientras que a la joven la recibieron con cortesia y elegancia.
- Bienvenida, princesa- dijeron tres jóvenes, con una profunda reverencia.
-Me alegro de volver a veros Lady Baleina, y seguro que Ferrego se alegrara de que allais regresado. ¿Quien os acompaña mi señora?
-No es el momento de hablar de eso, tendremos tiempo mas tarde, ahora deseo ver a Ferrego.

Los condujeron a ambos a una habitación habia un h o mbre en una cama, parecia muy débil. Ella se acerco, el hombre se incorporo y la miro con una pequeña sonrisa.
-Me alegro de verte Princesita, espero que sepas que no volverán a dejarte montar en barco sin mi permiso- ella asintió triste.
-Lord Nieve, retiraos, deseo hablar a solas con el- Dijo sin apratar la vista del hombre.
-Como ordenéis Princesa, Señor.

Jon se marchó y las doncellas le acompañaron hasta las que serian sus habitaciones y antes de marcharse le hablo una de ellas.

-Lord Nieve, esperamos que las habitaciones sean de su agrado-hablo la del medio- si necesitáis algo solo tenéis que llamar, nuestros nombre son Maillaray, -dijo señalándose asi misma- Dian -dijo señalando a la de la derecha- y Naera -dijo señalando a la de la izquierda. Las jóvenes hicieron una reverencia y se marcharon, el sonrió al oir los nombres de las jóvenes, entro en su habitacion y a los pocos segundos llamaron a su puerta, no podía creerlo cuando lo vio.

Hola! ¿Me pregunto que encontraran en Braavos? Jaja, ¿de que querrán hablar a solas la princesa y el señor del mar? ¿Quién habia al otro lado de la puerta?
¿Morirá Ferrego antes de lo previsto? ¿Se marcharan de la ciudad? ¿ Quien es Baleina realmente?¿Por que se los a llevado con ella? ¿Estará tramando algo? ¿Se os ocurren mas preguntas? Si es asi ponedlas

Un juego de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora