CAP 11

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—Quién sabe dónde estará ahora, solo se que está practicando.

[—Puedes darle la razón por mí por favor.]

—Sí, sí, no te preocupes yo lo hare.

Sin mucho interés siguió deambulando por el lugar mientras hablaba perezosamente por teléfono.

Sin darse cuenta, de que irradiaba un aura imponente, como si fuera un emperador, y portador de gran belleza.

—Se pide perdón, ¿sabes?

Aquella voz lo desconcertó, luego de que termino de cortar la llamada.

—Desde cuando la universidad se volvió guardería? —Menciono esto burlándose de la chica que es claramente más pequeña que él, y parecía que ambos estaban malhumorados.

—Me chocas, derramas mis bebidas, ¿y solo te burlas de mi estatura?, ¿desde cuándo la universidad, acepta a personas estúpidas y sin modales?, realmente dudo que hallas entrado por tus calificaciones. — Disparo palabra, tras palabras, como balas de cañón.

Algo que sorprendió al chico al darse cuenta, que ella noto, su mirada hace minutos atrás.

Entonces ella ya se había dado cuenta de que el sentía un gran desprecio y asco asía las personas que no tenían su mismo estatus, si es así no había necesidad de fingir frente a ella, solo estaban ellos solos en ese lugar.

Con una carcajada sarcástica y narcisista, dejo salir sus verdaderos colores, y la miro, como si fuera una presa débil, y el un lobo que por fin se quitaba su disfraz.

—Bueno, ya que lo sabes, no hay necesidad, de que esperes una disculpa, solo agradece que te estoy entregando mi último gramo de amabilidad, este será el último que recibirás de hoy en adelante.

—Esa es una amenaza?, porque si es así no me interesa en lo absoluto, si intentas hacerme algo te lo devolveré.

Antes de que tuviera tiempo de hacerle algo y amenazarla ella ya se había marchado enojada, no dejaría que una idiota arruine su día.

La miro con desdén, no perdería su tiempo con personas de clase baja, y mejor iría a llevarle la razón a su hermana.

El salón bullicioso, se volvió silencioso de un momento a otro, sin saber que la presencia de una belleza, había hecho que tanto sus corazones como sus respiraciones se detuvieran por unos segundos, haciendo imposible para ellos apartar su vista de la imagen que se desvanecía.

—Era aquello un ángel?

—Claro que no, su belleza era como un príncipe guerrero.

Los leves murmullos empezaron a llenar la sala nuevamente, mientras las personas estaban distraídas en sus pensamientos tratando de recordar a aquella belleza que se hacía borrosa en sus mentes.

Cuando Lay vio aquello se sintió desconcertada, ¿que acababa de pasar?

—¡REALMENTE ES MI TIPO!—Los gritos de Lui hicieron que perdiera el interés, del inicio.

—Realmente no escarmientas.

—No te metas en mis asuntos. —Dijo enojado e indignado.

—No lo haría, si no lo hicieras público y muy obvio, es mas solo falta, que te coloques un cartel en la frente, diciendo que te regalas al primer sonso que se te aparezca.

—Esta vez te prometo que este si es el indicado.

—Solo nos conocemos hace una semana, y ya perdí la cuenta de cuantas veces has dicho eso. — Esta vez fue Nari quien hablo.

—Claro, tú lo dices porque lo quieres para ti sola, como te vino a ver solo a ti.

—Aquellas palabras hicieron que la curiosidad en el corazón de Lay se aumentara, ves su mirada, ahora no me dejara en paz.

Los otros integrantes del equipo miraban la discusión sin moverse, para no terminar envueltos en ella y solo disfrutar del chisme, junto con las golosinas que trajo lay.

¿A QUIÉN DEBERÍA CONQUISTAR?.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora