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me desperté exaltada, estaba muy emocionada por asistir al estadio del manchester city, aunque realmente no tuviera ni una prenda de dicho club y que probablemente debería comprarme algo en las puertas del mismo para no quedar como una boluda

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me desperté exaltada, estaba muy emocionada por asistir al estadio del manchester city, aunque realmente no tuviera ni una prenda de dicho club y que probablemente debería comprarme algo en las puertas del mismo para no quedar como una boluda. era como si se abriera una puerta de un mundo que hace mucho tiempo quería conocer pero nadie me lo permitia.

se sentia lindo por fin hacer cosas que me gustasen.

extrañamente lo observe a mi lado a luciano, comunmente cuando me despertaba él ya se encontraba desayunando para irse al trabajo, no descansaba prácticamente nada pero si a él lo hacia feliz no me iba a oponer. siempre me había importado más su felicidad que la mia.

me levante para dirigirme a la cocina y prepararme mi preciado café, no podía comenzar el día sin al menos un pequeño sorbo del mismo.

— buen dia amor — dijo una voz detras mio, me abrazo por la cintura y me estremeci completa, parecia una eternidad desde que luciano no me tocaba, extrañaba su tacto y a él, a veces lo necesitaba demasiado

— buen dia lu ¿hoy no trabajas? — pregunté con un pequeño atisbo de esperanza, aunque muy en el fondo sabía la respuesta. me impresionaba a mi misma saber que si él estaba desocupado durante el día yo seguro terminaria cancelando todos mis planes para estar a su lado

asi de boluda era a veces.

— si gorda, solo que entro un poco más tarde ¿vos? ¿tenes planes para hoy? — preguntó sirviendose un poco del café que dejé en la cafetera

dude en si debia decir la verdad, lo que iba a hacer se escapaba de mi rutina, intuía que por eso estaba tan emocionada por hacerlo. también en parte porque pasaría un rato con julian, raramente extrañaba verlo.

— voy a ir a ver el partido del city a la cancha — murmuré prácticamente sobre mi taza, una parte de mi no comprendía porqué tenía tanto miedo de decir aquello, como si esperaba que a luciano no le gustase mi plan

— ¿de verdad? ¿desde cuando te gusta el city? o si quiera el fútbol — preguntó acercandose un poco más a mi debido a que ambos continuabamos parados al lado de las encimeras de la cocina

— no se, lo enganche un par de veces en la tele y me da curiosidad. sabes que siempre quise asistir a una cancha, vos nunca me llevaste a la bombonera — respondí con la verdad mezclada con mentira, en cierta parte quería ir por curiosidad pero quería dejar en un segundo plano bien escondido a julián

aunque luciano no era estupido, seguramente ya recordaba a julian y el encontronazo semanas atras en la cafeteria. tan solo queria que todo estuviera en paz y no me reprochara nada, después de todo julian y yo éramos simplemente amigos.

— porque te la ibas a pasar preguntando cosas y yo no iba a poder mirar el partido tranquilo

— eso porque tampoco te tomaste el tiempo de explicarme las cosas

— no tengo tiempo para eso gala, sabes que tengo trabajo

me reí sin poder creer lo que escuchaba, todo era trabajo. siempre. jamás tenía un poco de tiempo para mi. estaba completamente desplazada de su vida.

— se que tenes trabajo luciano ¿te pensas que yo no?, la diferencia es que yo me tomo el tiempo para nosotros y vos no ¿te acordas que día fue ayer? teniamos que asistir a decidir los platos de comida para NUESTRO casamiento y fui yo sola ¿por que? por tu trabajo — dije soltando un poco de toda la mierda que estaba aguantando, mi voz a lo último de mi pequeño discurso se quebró, me sentía sobrepasada de muchas emociones, entre ellas el hecho de que no estaba pudiendo escribir ni una sola página de mi nuevo libro y tenia a la editorial detras mio apurandome

nos quedamos en silencio unos segundos, lagrimas caian por mi rostro. increible como la felicidad que sentí al despertarme fue opacada por toda esta tristeza que me invadio. luciano tenía el poder de cambiar mi estado de ánimo en segundos, prácticamente tenía poder sobre mi.

— ¿fue ayer? dios, perdon gali, no me acordaba — susurró para luego acercarse a abrazarme, quise poner resistencia alguna pero me sentía muy vulnerable a su lado

como iba a poder acordarse si su cabeza tan solo pensaba en las miles de reuniones a las que iba a asistir. todo aquello me habia generado un complejo de inferioridad bastante grande.

— prometeme que vas a estar un poco más presente — dije subiendo mi mirada hacia su rostro, odiaba tener que mendigar atención, más cuando la otra persona era literalmente mi prometido

— te lo prometo gali — respondió para luego besarme, hacia un par de días que ni siquiera nos besábamos, en otra circunstancia me habría hasta parecido irreal

ahora era algo completamente normal.

regret me | julián alvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora