Capítulo 4

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-30 de Agosto de 2018- 

Valentina 

Hoy era un día de calor y no me agrada eso. Estaba armando una valija porque con Sofia decidimos tomarnos tres días de chicas, vamos a viajar a Ostia, un municipio de Roma para disfrutar de su playa y diferentes lugares.

Me dijo de irnos las dos solas porque tiene algo que contarme por lo que acepte. De todas formas, Leo no podía venir porque estaba algo ocupado con su trabajo.

Íbamos a ir en auto hasta allá, en el de Sofia, íbamos a ir al hotel La Scaletta Rome, es muy lindo. Cuando salimos de vacaciones o escapadas de pocos días vamos a ese.

Había puesto música para no estar tan en silencio pero la pause cuando una videollamada entro a mi celular. Era Camila.

—Hola, Cami. ¿Cómo va?— atendí dejando el celu sobre la cama apuntando al closet donde estaba buscando ropa.

Hola, Valen. Bien bien y vos? ¿Dónde estás?

—Estoy en mi closet ya voy. Yo estoy bien.

Ah, bueno— aparecí en la pantalla— ¿Te vas de viaje?

—Si, con Sofia— no tenia que explicar quien era porque mi familia sabia que ella era mi mejor amiga desde que me mude a Italia.

Ah, ¿a donde van?

—A Ostia, nos quedamos desde hoy Jueves hasta el Domingo y como solo hay una hora de viaje desde acá hasta allá volvemos ese mismo día a la tarde casi noche seguro.

¿Cómo va tu embarazo? ¿Qué sentis?

—Los síntomas básicos, nauseas, vómitos y antojos, demasiados. Sofia y Leonardo, su pareja siempre están preguntándome que antojos tengo y que si quiero algo ellos me los traen. Es muy lindo de su parte que esten al pendiente de mi.

Ah, bueno. Sabes que cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme a mi o Lean, vamos a estar.

—Bueno, Cami— escuche que alguien la llamaba— Creo que tu amado esposo te busca.

Si, bueno, nos vemos. Besos a vos y al bebe— me sonrió

—Igual para ustedes— me despedí y corte.

Eran las diez de la mañana, a nuestra habitación del hotel teníamos que entrar 12.30hs, por lo que llegamos re bien. 

Media hora después ya había terminado con la valija. Me arme una mochila chiquita con algunas cosas y el equipo de mate. A las once me paso a buscar y comenzamos el viaje a esa playa tan linda.

—Me imagine que el mate también iba a viajar— comento a lo que soltéuna risita

—Y bueno, los argentinos sin mate no viajamos, es así por más que no lo creas.

Una hora después llegamos a Ostia, aún faltaba media hora para que podamos ir al hotel por lo que nos quedamos en el auto viendo que vamos a hacer así estamos más organizadas.

—Hoy a la noche cena en el restaurant del hotel, ¿qué te parece?— pregunto mi amiga

—Me parece perfecto y mañana cenamos afuera, osea, en la playa— asintió— El sábado a la noche podríamos salir a cenar a algun restaurant.

—Los almuerzos pueden ser, con el de hoy, dos en el hotel y dos fuera— asentí con una sonrisa— ¿Podríamos salir a alguna disco? Si tu no puedes tomar te prometo que yo tampoco lo hago.

Una Segunda Oportunidad // Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora