hacerla pagar.

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Una vez había un juego, luego dos jugares y dos piezas. Luego solo una pieza y ningún jugador.

ACRC.

La mujer no dejaba de repartir besos en la cara de la pelirroja, sonaban como eco en toda la habitación de manera chillona, las risas detrás escapaban de manera juguetona y la Omega solo podía dejarse sentir querida, amada y protegida. La imagen de su abuela saltar al verla despierta y brincarle encima era un tesoro ahora dentro de su memoria, Baharí también estaba allí  la había abrazado con demasiada fuerza  y el suspiro de alivio no  paso desapercibido, también había llegado Ashton junto a su pajera Oliver revisando sus signos y tomando muestras para exámenes que no realizaron antes y se habían quedado un poco más para disfrutar de la reunión.

Orión había salido hace un rato en busca del desayuno y agradecía que lo hiciera porque no podía dejar de pensar en lo de la noche anterior y como ambos fingían que nada estaba sucediendo, que todo seguía igual de extraño que antes.

— Estoy bien por favor, no mas besos— La omega soltó de manera juguetona hacia la mayor tratando de transmitirle seguridad con un tono burlón.

Aeelen llevo la mano a su pecho fingiendo estar ofendida— Así son, una las cría y luego son unas ingratas. Que dolor para esta pobre anciana— Las risas inundaron de nuevo la habitación y ella no pudo evitar sentirse feliz, feliz de que tenia una familia esperando que ella estuviera bien.

Darren entro sorpresivamente a la habitación con un lindo globo rosa atado a un peluche en forma de zorrito, el ceño de ella se frunció ante la broma pero aun así la sonrisa no desparecía de su pálida cara, entonces la Omega no pudo evitar notar que Baharí veía al hombre fijamente, sonrojada y que respiraba pesadamente ¿De que se estaba perdiendo? Tampoco pudo evitar pensar un poco en Milo quien no estaba allí y ella sabia que también pertenecía a el momento debería estar aquí.

— Me alegra saber que estas mejor— Solo eso, era todo lo que dijo el Alfa recién llegado y ni siquiera la veía, sus ojos estaban en la Omega de piel tostada y cabellos trenzados.

— Gracias Darren, Gracias a todos en realidad por estar aquí—los observo encuadrando la fotografía mental para si misma.

Y si estaba agradecida pero Megan no había llegado a verla, ni uno de los arreglos eran de ella, tampoco había tenido tiempo de preguntar y bueno, se sentía tonta al pensar que una luna quien tenia una vida tan ocupada tendría algo de tiempo de verle pero aún así la esperaba con esperanza ese ultimo día sin embargo nunca llego. Entonces un olor intenso pico en su nariz, llenándola de tranquilidad y su interior se relajo.

Tan delicioso.

— Esta habitación es demasiado pequeña para tantas personas— La queja floto en el aire y puso a las mujeres de la sala algo tensas mientras los chicos solo lo miraban con una mueca que se definiría como un Que te jodan

Aeelen miraba con recelo al Alfa, no podía dejar de pensar en que su nieta había pasado por tanto en tan poco tiempo por culpa de él, que aunque ella no supiera los detalles de lo sucedido lo culpaba, lo culpaba por todo y aunque estaba segura que no podía interferir en el vinculo ya no le agradaba del todo el guerrero para su bebé. Sus brazos se convirtieron en jarra alrededor de su cintura y miraba los brazos descubiertos del hombre aruñados, luego el cuello de su hija y no pudo evitar soltar un suspiro de resignación.

— Deja de herirla de esa manera, no me interesa que clase de sexo tengan pero ella esta muy débil para soportar eso— El regaño puso los pelos de punta de Phoebe y no pudo evitar mirar a Orión mientras ambos se sonrojaban un poco, Aeelen por su parte se trago la sonrisa que le amenazaba por salir al ver a un alfa tan grande nervioso.

Un zorro para un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora