Capitulo 18:El sabor de la libertad

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No puedo mentir, los nervios son más que palpables y recorren todo mi cuerpo, hace mucho que no regresaba a casa, que no tenía contacto con mi madre y se que ella es una víctima más y está manipulada pero aun así me da enojo verla. Nunca me defendió, nunca levanto la voz por mi. Incluso la mayoría de animales protegen a sus crías pero yo nunca tuve ese privilegio.

ver nuevamente mi casita en el árbol, esa donde siempre fui tan feliz jugando con mis amigos, pero ahora estaba manchada por una de las peores aberraciones, nadie merece que su cuerpo sea mancillado, nadie merece ser tocado sin su consentimiento, el siempre fue el monstruo bajo mi cama, aquel que se encargo de atormentarme para obligarme a ser algo que no quería.

Estaba cansado, cansado de fingir. Cansado de ocultarme, muchas veces dije que Daniel y yo no teníamos nada en común, pero la realidad es otra, el era ruidoso, hacia cosas cuestionables para que nadie lo quisiera, tenía " miedo a sentir" y ¿Que hago yo? No hablo con nadie, he pasado años siendo el chico invisible del colegio, de la universidad por lo mismo.

Estar de nuevo en mi habitación se siente irreal, en este lugar llore tantas veces, incluso curaba solo mis heridas porque mi madre tenía prohibido hacerlo, siempre tenía tanto miedo pero nadie nunca vino a salvarme.

Una suave voz me trae de nuevo a la realidad

____Mi niño ¿Cuando llegaste?

Me doy la vuelta y me encuentro con una mujer de mirada triste, llevaba un suéter cuello alto por encima, probablemente para ocultar los golpes.

____Hola mama, yo solo vine para hablar con mi padre.

____El está en el estudio, ven te acompaño.

Ella se acerca y me toma suavemente del brazo.

____por favor ya no le des más problemas a tu padre, últimamente ha estado bastante inquieto porque dices que te gusta un hombre.

_____Es cierto, tengo novio mamá. Le respondo con cierto enojo, ya que después de todo lo único que sabe es defender sus tonterías.

_____Eso es una aberración, Saint se volverá loco. Terminalo de una vez. Me suelto de su agarre y la observo fijamente.

_____Tu no eres nadie para decirme que tengo que hacer con mi vida, no sabes ser madre ni aliada. Sus ojos se humedecen y se  aleja porque ya estabamos justo en la puerta del estudio.

La abro sin tocar,  porque ese animal no merece respeto, en cuanto ingreso el me observa de abajo hacia arriba y suelta una sonrisa macabra.

_____Hasta que el maricon de mierda se digna a regresar a su casa.

_____Que gusto verlo de nuevo señor. Mi papá que se estaba levantando de la silla se frena en seco al escucharme.

_____¿Señor? Soy quien te ha mantenido toda la jodida vida y te atreves a decirme Señor.

_____Me importa un carajo, para mí usted no es mi padre.

El acelera sus pasos hasta que quedamos frente a frente, muy cerca del otro.

_____Tu lo que quieres, es que vuelva a quitarte lo Maricon. ¿No es así?

Me río amargamente al saber a lo que se refiere.

_____Espero que te hallas sentido muy feliz al haber violado a un niño.

_____Esa violación te sirvió para aprender a comportarte, al menos hasta hace poco. Si esa es la manera prepárate porque no será la única vez.

_____Eres un animal que no merece ningún tipo de piedad. Un maldito que solo se dedicó a maltratarme todo la vida por pensar diferente.

______En esta casa solo hay espacio para los hombres de verdad, no idiotas con masculinidad frágil.

El Amor no Es Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora