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Al terminar la cena Leto le pido a Lawrence que lo acompañe a la biblioteca para beber algo en privado.
Mientras el Duque sirve algo de whisky en dos vasos, Lawrence observa la vasta colección de viejos ejemplares de los clásicos del siglo XXII que tienen los Atreides.
Y al estar tan concentrado leyendo los títulos ignora los ligeros pasos del Duque quien se acerca hasta donde está el otro.
– Lawrence – el nombrado se gira lentamente para ver al Duque y agarra uno de los vasos que le ofrece el otro.
– Gracias, señor.
Leto se ríe negando ante la formalidad del joven – Puedes llamarme por mi nombre de pila.
– ¿Seguro?
– Por supuesto – Leto le da un pequeño trago a su vaso – Además ahora nuestras casas serán más cercanas gracias al regalo que su tío le dio a mi familia.
Lawrence tararea mientras bebe el contenido de su vaso ignorando la ingenuidad del Duque – El Emperador siempre ha sido generoso con las personas que lo merecen, Leto.
El Duque asiente otra vez mientras vuelve a beber de su vaso – Y disculpa la indiscreción pero ¿Tienes alguna noticia sobre el estado en que los Harkonnen dejaron Arrakis?
– He escuchado algunos rumores pero no es nada seguro, y deben tomarse como simples especulaciones de terceros.
– Compártelos conmigo, por favor.
Lawrence asiente y le da un último trago a su vaso – Han dañado varias alas de carreo y que han dejado a varios comerciantes libres con una admitía a cambio de atacar los tractores de arena.
– Para ser solo un rumor es muy específico, ¿no lo crees así, Lawrence?
– Tal vez – murmura Lawrence – Pero debe recordar que este cambio fue una sorpresa para todos los miembros de la cofradía.
[ 🪐 ]
Cuando la conversación entre Leto y Lawrence llega a su fin; el Duque fue el primero en marcharse a sus aposentos. Por su parte Lawrence se quedó un rato en la biblioteca leyendo uno de los libros clásicos que habían llamado su atención.
