LEAH
Luego de un fin de semana lleno de complicidad y risas, el regreso a la rutina escolar parecía inevitable. Kate y yo aceptamos la invitación de Kevin y nos quedamos en su casa a dormir, mientras nuestras respectivas citas se marcharon.
—¡Se comió mis galletas!— Me quejo por enésima vez.
Nos encontrábamos en el casillero de Kevin mientras les contaba lo sucedido el domingo por la mañana. Luego de que entré a la casa, me dirigí a la cocina por algo de comer y fue allí donde lo vi. Ian se encontraba sentado en una de las sillas mientras sacaba galletas de mi paquete que se encontraba anteriormente en la despensa, y desaté un escándalo.
—Ustedes dos son como perro y gato
—¡Es cierto! Siempre se han llevado mal
—¿Qué puedo decir? Es un completo idiota
Kevin cierra su casillero y nos encaminamos al salón para la siguiente clase.
—Necesitaré ayuda de ustedes— La campana suena por los pasillos y Kate salta de alegría.
—Debo ir al ensayo de la obra— Nos da un rápido abrazo y se marcha a toda prisa, a mi lado escucho suspirar a Kevin y volteo a verlo pero antes de que emita algún sonido, me sonríe y jala levemente mi brazo para que entremos al salón.
***
Junto con Kevin caminamos hacia la salida del instituto para encontrarnos con Kate, quien nos sonríe al vernos entre la multitud.
—¿Cómo estuvo el ensayo?
—¡Más que bien!— Da pequeños saltos de alegría—Desearía que pudieran ver el vestuario. ¡Es más que perfecto!
—¡Estoy feliz de escucharlo!
—¡Y el resto del elenco es genial!
—¡Kate, es hora de irnos!— Simon, un compañero del elenco, se acerca con una gran sonrisa hacia Kate.
—Debo irme, quedamos en ir por unas malteadas para despejarnos— Nuestra amiga se despide agitando su mano y corre con el resto del grupo.
—Al parecer solo seremos tu y yo— Kevin ríe para luego decir
—¡Vamos, mamá estará feliz de verte!
Durante el recorrido a casa de Kevin, cantamos canciones a todo pulmón y de vez en cuando molestaba a Kev por lo mal que canta.
—¿Kevin eres tú?
Oímos la voz de Mía, la madre de mi amigo y a los pocos minutos se hace presente en la sala. Ella tiene el cabello negro azabache, sus ojos son color miel y es de estatura alta.
—¡Leah!— Se acerca a mí con una sonrisa resplandeciente y me brinda un cálido abrazo—Siempre es bueno verte querida. Estoy preparando un pastel de terciopelo rojo ¿Quieren ayudarme?
—Iré en un momento— Anuncia Kevin y ambas asentimos para luego dirigirnos a la cocina.
—¿Cómo están tus padres? Hace tiempo no los veo
—Pues ya sabes, demasiado ocupados en el trabajo
—Lo entiendo— Agradecí internamente porque no siguiera con el tema
—Kevin me contó sobre los papeles de divorcio— De pronto la mirada de Mía se llena de tristeza
—Así es, creo que será lo mejor para ambos. Hace tiempo que las cosas no están de la mejor forma y sé que la separación tendrá consecuencias con Kev.
—Lo sé y lo ayudaremos
—¡Estoy segura de ello!— Me brinda una sonrisa—Siempre han ayudado a Kevin y han estado presente en cada uno de sus momentos, espero que su amistad con él dure para siempre.
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Él y yo (Amores prohibidos I )
Roman pour AdolescentsLeah e Ian son dos adolescentes quienes siempre se han odiado, ella no tolera lo egocéntrico y problemático que puede llegar a ser Ian, e Ian no tolera que ella sea un pan de Dios. Sus vidas cambiarán cuando Leah le ofrece una tregua de poco tiempo...