IAN
—¡Estoy seguro de que les ganaremos a Los Cisnes!
Nos encontrábamos en casa de Matt y Dylan luego de la escuela, ese día la práctica de ellos se había cancelado así que optamos por reunirnos en su casa. Casi siempre parábamos aquí ya que sus padres nunca estaban.
La música se encontraba algo fuerte mientras jugábamos con cartas y reíamos.—Debes estar cerca del campo, para que te unas ante la victoria— Señala Matt mirándome
—¿Cuándo te he fallado?— Austin eleva su mano para que la choque y es lo que hago mientras el resto del grupo ríe.
Me pongo de pie y, tras anunciar que necesito ir al baño, subo las amplias escaleras de la imponente casa de mi mejor amigo, Matt. Cada paso que doy me lleva más cerca de los recuerdos compartidos, de los momentos de risas y confidencias que han forjado nuestra amistad a lo largo de los años. A medida que llego al final de la escalera, mi mente se llena de recuerdos. Recuerdo cómo nos conocimos en el colegio, dos niños tímidos que encontraron consuelo y confianza el uno en el otro. Desde entonces, hemos sido compañeros de travesuras, confidentes incondicionales y apoyo mutuo en los momentos más difíciles.
La amistad con Matt es como un refugio seguro, un lugar donde puedo ser yo mismo sin reservas ni pretensiones. Juntos hemos compartido risas contagiosas, secretos inconfesables y sueños que parecían inalcanzables. Hemos atravesado altibajos, pero siempre hemos encontrado la forma de superar los obstáculos juntos.Una vez en el piso superior, camino hacia al baño pero detengo mi caminata al observar que la puerta de la habitación de Leah se encuentra abierta, al acercarme un poco más puedo verla muy concentrada en su escritorio mientras desliza el lápiz por el papel y decepcionada de no lograr lo que buscaba, arranca la página y la arruga con su mano.
Leah y yo nunca hemos logrado llevarnos bien. Desde que éramos niños, parecía que nuestras personalidades chocaban constantemente. Mientras yo era más extrovertido e impulsivo, Leah siempre destacaba por su carácter introvertido y reservado, nunca la ibas a ver maldiciendo y siempre se ajusta a las reglas. Nuestros encuentros solían estar llenos de tensiones y discusiones, y rara vez encontrábamos terreno común.La puerta abierta de su habitación me recuerda a todas esas veces en las que nuestras diferencias se hicieron evidentes. Los momentos de incomodidad y desencuentro que hemos experimentado a lo largo de los años. A pesar de ser hermana de mi mejor amigo, nuestra relación nunca ha sido fácil.
—¿Se te ofrece algo, Ian?— Su voz me saca de mis pensamientos y parpadeo un par de veces para volver a la realidad.
—Solo me divierte ver como te estresas— Ella rueda sus ojos y río levemente
—¿Por qué no desapareces?
Me quedo en silencio por un momento, procesando su comentario. Aunque su tono es sarcástico, puedo sentir la tensión subyacente en sus palabras. Respirando profundamente, decido responder con calma.
—Leah, entiendo que nuestra relación ha sido complicada en el pasado. Pero no quiero seguir alimentando esta hostilidad entre nosotros. Creo que sería beneficioso para ambos intentar llevarnos mejor. No sé qué ha causado esta animosidad, pero estoy dispuesto a dejarlo atrás y comenzar de nuevo. ¿Qué dices? ¿Podemos intentar superar nuestras diferencias y construir una relación más positiva?
Mientras espero su respuesta, me doy cuenta de que no puedo obligarla a cambiar de opinión. Sin embargo, al menos he expresado mi deseo de mejorar nuestra relación.—¿Pueden bajar un poco la música? Necesito concentración— Al no obtener respuesta, tomo una bocanada de aire y le doy la espalda para adentrarme en el baño.
—¿Cómo es posible que aún no estés con ninguna chica? Todas están detrás de ti— —Le pregunté a Matt mientras nos encontrábamos sentados en su habitación. El resto del grupo se había marchado hace una hora, pero decidí quedarme. Había algo en la atmósfera tranquila y familiar de su habitación que me hacía sentir en casa.
Matt se encogió de hombros, con una sonrisa despreocupada en su rostro
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Él y yo (Amores prohibidos I )
Dla nastolatkówLeah e Ian son dos adolescentes quienes siempre se han odiado, ella no tolera lo egocéntrico y problemático que puede llegar a ser Ian, e Ian no tolera que ella sea un pan de Dios. Sus vidas cambiarán cuando Leah le ofrece una tregua de poco tiempo...