¡fácil, finguiré alzheimer!

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Quedé barada en la situación que acababa de suceder. Yo no podía dejarlo ir simplemente, así que me puse de pie y fuí corriendo tras él.

Intenté tratar de buscarlo pero no lograba verlo por ningún pasillo, ni por ningún rincón.
"¡seguramente se fue a su habitación a encerrarse!" pensé.
Fuí rápidamente a su cuarto. Toqué la puerta dos veces y al no recibir respuesta, tomé la perrilla para abrirla, y estaba muy vacía, ya que obviamente faltaba su cama allí jaja.

Decidí ir apresurada al taller, a buscar a los guardianes por algo de ayuda, pero ni bien entré al lugar empezaron a preguntarme sobre la cita...

—¿¡QUÉ PASÓ CON SU CITA!? —preguntaron los chismosos al mismo tiempo.

—Es que... quedamos muy confundidos cuando vimos a Norte corriendo como nunca, y nosotros le quisimos interrogar sobre su cita, pero nos ignoró. —dijo Jack Frost.

—Bueno ya, ¡dejenle hablar! —dice Hada.

—¿Qué?¿él pasó por aquí recién?

—¡No te lo diremos, primero responde la primera pregunta que te hicimos! —exclamó Conejo.

—Ay no seas así Conejo, ¿no ves que está preocupada?

—Pero, es que yo quería saber nomás :(

—Estoy segura que se dirigió a buscar su trineo —afirmó Hadita.

—¿O sea que huyó?

—Así parece...

—¡Él muy viejo me evadió por completo luego de haberme besado!

—¿¡QUÉ, SE BESARON!?

—Ahh, no sé por qué actuamos como sorprendidos, si ya lo suponíamos jeje —dijo Conejo.

—¿Podrían ayudarme? luego les cuento los detalles.

—¡Eww!, tampoco queremos saber los detalles de su acto.

—Nono, nosotros... no hicimos eso.

—¡MALDICIÓN! —protestó Conejo.

—Trajimos una cama para que pasara, ¿y ustedes lo desaprovechan?

—Yo no desaproveche nada, él sí, ¿acaso me oyen?

—No...

—¿CÓMO QUE NO?

—¡Chiste, obvio que no somos sorditos!

—Ayy ¿y ahora qué se supone que debo hacer? —comencé a dar vueltas en círculos.

—No lo sé bonita, quizás solo se fue a aclarar su mente, pero obviamente tiene que regresar a terminar los regalos que le faltan.

—Si tienes razón, yo solo... iré a dormir, ya es algo tarde ¿no?

—¡Qué descanses! —dijeron Conejo y Jack.

—Sí, dormir un rato te hará bien. —dijo Hada mientras Meme se acercó para darme un abrazo.

Me sentía muy rara, así que fui a mí habitación a recostarme un rato, pero mi cama se volvió muy incómoda, me daba vueltas y vueltas, pero seguía sintiéndose así, se me era imposible poder dormir o almenos tratar de relajarme un poco.

𝗡𝗼𝗿𝘁𝗲 𝘅 𝗙𝗲𝗺𝗿𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿 (El Origen de los Guardianes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora