● Capitulo 10 ●

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Narra ___*

Las clases continuaron con "normalidad", ya que, vamos, nada ahí era normal, o bueno, para un muggle común y corriente. Casi todo el tiempo me la pasé con Hermione y los chicos, y aunque se nos pegaban como sanguijuelas a cualquier lado que ella y yo íbamos, no me desagradaba estar acompañada. Estar rodeada de amigos, es algo lindo.

Llegó el momento de la salida, los chicos me habían llevado a la biblioteca y era extraordinaria, tan grande, tan mágica. Realizamos la tarea para el día siguiente, pero cuando llegó la hora de ir al gran comedor, todos guardamos nuestras cosas y salimos en dirección a este.

Tal vez fue que estaba distraída con Hermione, o que de verdad estaba tan despistada que no me di cuenta cuando una chica (bastante familiar para mi gusto), chocó su hombro con el mío, ocasionando que perdiera el equilibrio por un momento y casi cayera al suelo. Por suerte mi amiga castaña fue más rápida y me sostuvo con fuerza antes de que eso sucediera.

-¿Por qué siempre tengo que estar cruzándome con sangre sucias y con zorras de la nada? -comentó aquella chica Slytherin.
-¿Disculpa? ¿De verdad nos estás hablando así? -pregunté incrédula.
-Si el saco les queda...

Su sonrisa fue tan socarrona, que por un momento mis pies avanzaron para poder golpear esa carita bonita que tenía, pero los brazos de Hermione en mis hombros hizo que detuviera el paso.

-No creo que sea buena idea que nos hables de esa manera, Parkinson.
-¿O sino qué? ¿Nos contagiaras lo impuro? Sangre sucia -comentó la castaña a su lado.
-¿Y tu eres? -pregunté un poco desconcertada.
-Astoria Greengrass, chica nueva -contestó con aire de superioridad.
-Hmm
-¿Qué? ¿Es todo lo que dirás? -su voz ahora sonaba un poco alterada.
-La verdad es que si, no me interesa en realidad.
-¡¿Entonces para qué preguntas mi nombre?!
-<Vaya, que genio> -pensé. -Sólo para detener está estúpida discusión. Adiós -y sin más tome a Hermione del brazo y la atraje conmigo, tomando de nuevo el camino hacia el gran comedor.
-¡Espera! ¡No creas que hemos terminado, maldita zorra! -escuché la voz de Pansy.

Voltee hacia su dirección y mientras caminaba de espaldas a la par de mi amiga, con mis dos manos les levanté el dedo del medio y les sonreí con malicia. Regrese a mi posición mientras escuchaba los gritos de Pansy a nuestras espaldas, mientras que la otra chica le decía que se detuviera.

Solté una risa mientras Hermione me veía con diversión. Yo también lo creía querida Her, esto será divertido.

Narrador omnisciente*

Al terminar aquella "pelea" y que las dos Gryffindor se fueran del lugar con rostros de diversión, un rubio platinado se acercó a las Slytherin que estaban echando humo por lo molestas que estaban.

-Vaya, parece que alguien las dejó sin habla -comentó al llegar con las chicas.
-No digas ni una sola palabra, Malfoy -Pansy era la más cabreada en ese pequeño grupo.
-Hola, Draco... -Astoria se volteo hacia su amado, ignorando la molestia que poseía hace unos segundos.
-Oh vamos, realmente fue divertido -comentó ignorando por completo el comentario de la acompañante de su amiga.
-¿Estás de coña? Pareciese que prefieres a esa maldita zorra que a tu propia amiga -el enojo de la pelinegra ahora era más fuerte.
-No estoy de lado de nadie, pero si debo ser honesto... -comentó acorralando a la acompañante de Pansy, colocando sus dos brazos a cada lado de sus hombros -Si la llegas a humillar frente a todo maldito Hogwarts, prometo cumplirte un deseo -sonrió de lado, dejando a la vista su brillante dentadura y derritiendo a cualquiera que la viese.

Draco Malfoy era egocéntrico, narcisista y demás honoríficos, él sabía muy bien cuando una chica lo deseaba, cuando alguien se moría por él, sabía que era todo un Don Juan. Y por ello, siempre aprovechaba cualquier ocasión que se le ponía en frente, usarlas era lo que hacía, porque a fin de cuentas todas querían lo mismo, sexo. Y Astoria no era la excepción, ella era quien más lo deseaba a la fecha, sólo que había un detalle, Astoria no lo quería para una sola noche, Astoria lo quería para toda la vida. Pero Draco es algo que no se iba a permitir, sabía cómo librarse de ese tipo de mujeres, o eso es lo que creía.

-¿Lo dices enserio? -comentó Astoria incrédula, pero con una chispa de esperanza.
-<Qué estúpida> -pensó -Por supuesto preciosa, yo siempre cumplo con lo que prometo.
-Está bien -sus mejillas se enrojecieron al sentir la mirada profunda de su amado.
-Perfecto, cuando eso suceda estarás en la cima, te lo prometo.

Y sin más, el rubio se fue, dejando a la chica enamorada con el corazón como loco y sus mejillas tan rojas como un tomate. Por poco pareciese que le salían corazones de sus ojos.

-Sabes que es una mentira, ¿verdad?

Un comentario la saco de su trance.

-¿Disculpa?
-Es mentira, lo que Draco te dice -Pansy estaba un poco seria.
-Él siempre cumple con su palabra, y yo sé muy bien cuál es mi deseo.
-¿Y cuál es?
-Él será mío Pansy, sólo mío.

Astoria estaba decidía a obtener ese deseo sea como sea, lo único que quería era tener a Draco para ella sola, quería amarlo, tocarlo, hacerlo suyo. Pero es que Astoria no sabía que Draco no era de nadie, él jamás le a pertenecido a alguien, ni siquiera a Pansy, la chica que a estado cientos de veces en la cama del rubio. Pero Astoria, amiga de Pansy, su amiga, no tenía porque saber eso.

Hasta aquí mi reporte Joaquín.

Hogwarts The Umbrella Academy ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora