Hogwarts The Umbrella Academy ❦

● Capitulo 3 ●

Narra ___*

Al llegar al aeropuerto, la tía Emminé se despidió de mí y se fue, dejándome con mi maleta y un libro de hechizos y de encantamientos que me ha dado antes de subirnos al auto y que estaba escondido en mi maleta.

Me dirigí a mi asiento correspondiente y mientras despegábamos comenzó a llegar la gente a sentarse en sus lugares correspondientes, a mi lado se sentó una pareja de ancianos bastante amigables. Durante el vuelo me hablaban de sus viajes y de sus aventuras juntos, de como se conocieron y como es que han durado juntos prácticamente toda su vida. Eran bastante agradables y muy buenas personas, me comentaron que iban a Londres a ver a la familia de la señora, ya que el esposo era de T/P.

En fin, después de unas horas de plática se quedaron dormidos, y para ser sincera, también necesitaba dormir así que me acomodé y durante todo el viaje que restaba me quede dormida en un profundo sueño.

Pasaron las horas que faltaban de viaje y yo aún seguía dormida, pero sentí que álguien me movía desde mi hombro, así que me desperté encontrándome con el rostro de la señora de gran edad con una sonrisa en su rostro.

-Hemos llegado querida -me dijo la señora Johnson.
-Gracias por despertarme señora Johnson -dije un poco apenada.
-No es nada cariño -dijo parándose de su asiento.

Tomé mis cosas y comenzamos a bajar del avión, yo prácticamente no esperaba a nadie, lo único que tenía que hacer es ir a la estación de trenes y esperar el tren que me llevaría a la escuela Hogwarts The Umbrella Academy, así que al estar en el aeropuerto de Londres, busque mi maleta y me despedí de los señores Johnson, quienes muy amables me dieron su número y dijeron que si necesitaba algo no dudara en llamarlos, que sería bueno vernos después, a lo que yo correspondí muy agradecida.

Tomé un taxi donde pedí que me llevara a mi destino y me dejó en la estación de trenes. Al bajarme comencé a llevarme la atención de mucha gente, claramente se notaba que era extranjera por mi tono de piel, pero eso no me importó y para ser sincera nunca me ha importado lo que la demás gente piense de mi. Me senté un poco alejada de la gente con mis auriculares puestos esperando el tren ya que no faltaba mucho, solo tenía que esperar 20 minutos más.

A los pocos minutos comenzó a llegar una pequeña multitud de adolescentes con uniformes de escuela de colores diferentes, estos eran rojos, amarillos, azules, verdes y negros; eran un poco extraños ya que no se juntaban con personas que no tuvieran su color de uniforme, como si estuvieran divididos. No me gustaba como se veían entre ellos pero gracias a los dioses no estaba con ellos.

Me distraje un memento ya que sonó el tono de mi celular significando que me llamaban.

-¿Bueno? -conteste en la llamada.
-Hola cariño ¿Cómo estas? -dijo la voz del otro lado. Era mi tía.
-Hola tía, muy bien gracias ¿Cómo esta todo por allá? -pregunté.
-Muy bien cariño, pero para ser sincera es un poco triste vivir sin ti -dijo con un tono triste, sabía que estaba exagerando.
-Ay tía, no te preocupes que sólo es por un año, recuerda nuestro trato, a demás, me fui apenas hace 10 horas te vi en la mañana -dije tratando de animarla.
-Si, lo sé, pero parece una eternidad estar sin ti -dijo con voz un poco baja.

-Pasajeros con destino a HTUA, favor de ingresar al tren correspondiente. -dijo un hombre que estaba en el tren que se dirigía a mi destino.

-Tía Emminé debo irme, mi tren ya esta abordando pasajeros -dije al otro lado de la línea.
-Está bien querida, te hablaré después para saber como estás -dijo mi tía
-Por supuesto, después hablamos.