Break the Rules 🧋 Chifuyu Matsuno

🧋 12. Conflicto de Navidad

Takemichi y Chifuyu se reunieron con Kisaki y Hanma en un puente.

– No tardaron tanto. ¿Tienen una respuesta?

El chico de ojos azulados dio un paso al frente.

– Trabajaremos con ustedes, pero sólo hasta navidad.

El de lentes sonrió.

– Buena decisión. Gracias.

– Sólo queremos proteger a Hakkai –remarcó el de ojos cian.– No planeamos ser amigos de ustedes.

Los cuatro se recargaron en el barandal.

– Este es un pésimo equipo –sonrió Kisaki.

– Sólo tenemos el mismo objetivo –refunfuñó Takemichi.

– Los odio con toda mi alma –se sinceró Chifuyu.

– ¿Cómo llamaremos a nuestro equipo? –preguntó Hanma.– ¿C4U? ¿O qué tal "Hanmas"? ¿O "Equipo Masacre"? ¿Les gusta?

[Más tarde]

Takemichi bajó de la motocicleta y miró a su amigo.

– Gracias por traerme, Chifuyu.

– Claro –asintió.– Oye... ¿Crees que Tn se moleste si le cancelo una cita?

– ¿Uh?

– Es que...le dije que saldríamos el 25, pero si vamos a ir a detener a Hakkai entonces debo cancelarle.

– Oh... –exclamó, levantando las cejas.– Bueno, conociendo a Tn...Probablemente no le importe.

– ¿Eso crees?

– Aunque tenga novio, siempre termina poniendo a sus amigos primero, así que días así los suele pasar con los chicos y conmigo.

– ¿Ah, sí?

– Sí. Seguro no se molesta y se va con los chicos a hacer algo.

– Bueno, espero que no se enoje...

– No te preocupes –rió.

– Bien. Nos vemos mañana, Takemicchi.

– ¡Sí! Nos vemos.

Takemichi se dirigió a la puerta de su casa y entró.

Chifuyu bajó de su moto, se dirigió a la puerta de la casa de su novia, tragó saliva algo nervioso, y presionó el timbre. Esperó unos segundos, hasta que la puerta se abrió.

– Hola –sonrió.

– Hola de nuevo –rió.

– Sí... –rió nervioso.

– ¿Estás bien?

– ¡Claro! Es sólo que...Ugh...

– ¿Hm?

– ...Tengo que...cancelar nuestra cita.

– ¿...La del 25?

– Sí.

– ¿Por qué?

– Takemicchi y yo intentaremos detener a Hakkai de que...haga algo malo.

– Oh. Bueno, de acuerdo.

– ¿No estás molesta?

– De hecho... –rió, nerviosa.– Les dije a los chicos que podían quedarse a dormir el 24, así el 25 hacíamos algo juntos e íbamos a la cafetería de papá. Después recordé que tenía una cita contigo y estaba pensando en qué hacer, porque no quería cancelarles –rió.– Pero gracias, me ahorraste hacerlo –sonrió.