🧋 16. Año nuevo

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[Diciembre 31]

Tn se vistió con un kimono furisode color rosa, con estampado de flores blancas y rojas, con un obi rojo y en sus hombros un chal blanco de peluche. Su padre le cepilló el cabello, recogiéndoselo en un moño tipo flor, y le colocó horquillas con flores para decorarlo, y su madre la maquilló un poco, colocándole rubor en pómulos y nariz, algo de rímel, glitter en sus párpados, y brillo labial cereza.

– Estás preciosa, cielo –sonrió Dan.

– No me gusta mucho que uses maquillaje siendo tan pequeña, pero ya que es una ocasión especial... –comentó Fei, esbozando una pequeña sonrisa. La menor rió.

– Gracias a ambos –hizo una pequeña reverencia.

– Vamos, te llevaremos al santuario.

– Está bien –asintió.

La joven tomó su bolso, y los tres se dirigieron a la entrada, se colocaron sus zapatos y los adultos sus abrigos, y salieron de la casa, para subir a uno de los autos.

[Santuario]

El vehículo frenó ante el lugar.

– Si necesitas que te busquemos, puedes avisarnos.

– Está bien. Gracias por traerme.

– Diviértete.

– No comas muchos dulces.

– Claro que no –rió mientras bajaba.

Tn se despidió de sus padres, cerró la puerta, y se acercó a su novio quien la esperaba junto a Peh-yan, quien se había unido a ellos a último momento, pero a ella no le molestaba.

– ¡Chifuyu~! –llamó, agitando su mano.

Chifuyu la miró, y se ruborizó; llevaba un kimono masculino gris oscuro con un haori negro encima.

– H-Hey... –sonrió.

– Viejo, cierra la boca y deja de babear –bromeó el mayor, dándole un pequeño golpe con el codo.

– Oi –regañó, y volvió la vista a su novia cuando ella se detuvo delante de ambos.

– Peh-yan-kun, mucho gusto –hizo una reverencia.

– Hey, un gusto –sonrió.– Chifuyu me dijo que eras amiga de Takemicchi.

– Desde el jardín –rió.

– Oh. Como yo con Pah-chin.

– ¿Ah, sí?

– Sí. Recuerdo que en ese entonces nos metíamos mucho en problemas, y había una niña gorda que nos molestaba, hasta que se cambió de jardín –recordó, comenzando a caminar.

– ¿Y la volvieron a ver? –preguntó ella, caminando junto a él.

– Sí, cuando entramos a la secundaria. Parece que le gustaba Pah, así que...

– ¿Comenzaron a salir?

– Sí.

– Genial –rió.

– Nunca lo imaginé, en serio –rió.

El rubio los miró algo desconcertado, y simplemente los siguió en silencio. Su novia era muy sociable, y parecía que esta vez en vez de ser hecho a un lado por los chicos de Mizo, sería por Peh-yan; suspiró, no lo permitiría.

– Oigan –llamó. Ambos lo miraron.– Comamos algo.

– Oh, sí –sonrió.– Quiero algo dulce.

Break the Rules 🧋 Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora