Break the Rules 🧋 Chifuyu Matsuno

🧋 20. Viejos conocidos

– ¡Oye! –llamó Takemichi.

– ¿Ahh? –contestó Smiley.

– ¿De verdad atacaremos Yokohama ahora?

– Claro que sí. Vamos a llegar a darle a Tenjiku.

– ¿"A darle"?

«¿De qué habla?», pensó.

– En fin, Chifuyu –lo miró.– Mocchi te dio una paliza, ¿No?

Chifuyu frunció el ceño, marcando una vena en su rostro.

– ¡¿Ahh?! No me dio una paliza. Sólo me dio un puñetazo. Eso es todo –negó con la cabeza.– Definitivamente no me dio una paliza –asintió.– Estoy listo para la revancha.

– Estabas inconsciente hasta hace poco. No te exijas demasiado –aconsejó Angry.

– No te hagas el duro, Chifuyu –lo miró de nuevo.– Mocchi es una bestia. Hasta nosotros perdimos contra él.

– ¿Eh? –exclamó sorprendido.

– ¿Ambos perdieron? ¿Ese Mocchi es tan rudo?

– Sí –asintió.– Era nuestro enemigo perpetuo desde antes de unirnos a ToMan.

– Cuando formamos la pandilla "Demonios Gemelos", tuvimos muchas peleas con la pandilla Jugemu de Kawasaki. Ninguna de nuestra pandilla pudo vencer a la otra. Me arrasó.

– ¿Ehh?

– Luego lo desafié, pero también me dio una paliza.

– Quedaste inconsciente, Angry.

– Smiley echaba espuma por la boca.

– ¿Cómo pueden hablar de una derrota con tanto gusto? ¿No les molesta?

– No buscamos peleas que podamos ganar.

– Como tú, Takemicchi –lo miró. Regresó la vista adelante.– En fin, como Tenjiku envió a Mocchi, su principal fuerza, ToMan debe atacarlos ahora.

– Mira, Smiley.

– ¿Ahh?

– Miembros de Tenjiku.

– Oigan. Hablando del rey de Roma o algo así... –estacionó al borde del cordón.– Bájate, Takemicchi –ordenó, mirándolo.

– ¿Eh? Ah, sí –bajó de la moto.

Angry estacionó su motocicleta detrás de la de su hermano, y él y Chifuyu bajaron de esta.

– Vamos a interrogarlos sobre el escondite de Tenjiku.

– Espérennos aquí. Lo siento.

Ambos gemelos comenzaron a correr.

– ¡Oigan, idiotas! –llamó el mayor.

Ambos chicos de Tenjiku se sobresaltaron al oírlo y verlos correr hacia ellos, y comenzaron a huir.

– ¡Tenemos preguntas!

Takemichi y Chifuyu sonreían con incredulidad.

– Eso es más tortura que interrogatorio.

– ¡Sólo queremos hablar!

Smiley y Angry saltaron, pegándole una patada a ambos de rojo al haberlos alcanzado.

– Chifuyu.

– ¿Uh? –exclamó, mirándolo.

– Vi a Kisaki.

– ¡¿Eh?! –exclamó sorprendido. Él lo miró.