Jongsuk y Jarin.

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Ambos jóvenes decidieron ir a sus respectivas casas, y así descansar.

Jarin optó por esperar a su papá. Sentada en la sala de estar, viendo la televisión, una de sus series favoritas, mientras comía galletas y lo esperaba.

Escuchó un auto aparcar fuera, y unas voces lejos. Risas y después las llaves, tratando de abrir la puerta principal. Entonces vio la mata de cabellos rizados cruzando la puerta hasta sorprenderse cuando vio a su hija en la sala. Saludándolo al agitar su mano.

—Buena noche, papá —sonrió tranquila.

Jimin alzó sus cejas, como saludó. Arrugó su nariz, pasando su dedo índice por debajo.

—Quiero hablar contigo —fue lo único que dijo antes de desaparecer en la cocina.

Y vaya que Jarin reconocía ese tono de voz de su padre. Serio, grave, sin emoción. ¿Qué le había dicho Jungkook antes de llegar a casa para que tuviera ese humor?

Su padre apareció a los minutos, con un vaso de agua en mano. Dejándolo en el comedor. Quedándose de pie con sus manos sobre su cintura, mirando fijamente a su hija, quien cada vez se hacía más pequeña en su lugar, debido a la forma en que la intimidaba.

—¿Qué pasa? —preguntó ella en un tono bajo.

Jimin negó.

—Sabes que no estoy en contra de que te diviertas, Jarin. ¿Pero mentirme con estudiar en casa de tus amigas para ir a un club? —negó—. Y después te encuentro en un club bailando con tu novio. ¿Sabes que eso no se hace?

—Pero papá...

—Nada de "pero papá". No me puedes mentir así —despeinó su rizos—. Nunca me mientas de a dónde puedes ir, mucho menos de noche. Y debes aprender a dividir tu diversión y responsabilidades.

—¿Y tú por qué estabas ahí? —la menor se cruzó de brazos—. Se supone que estarías en casa durmiendo.

Jimin rodó los ojos. ¿Realmente le reclamaría a él? No le gustaba ser tan firme con su hija, pero al parecer, era tiempo en que lo ameritaba.

—Porque yo sí sé dividir mi trabajo y mi diversión. Aproveché un día libre para salir. Y que quede claro, te lo repito, no te reclamo por salir a un club, sino por mentirme de donde irías. Sabes que no me opongo a tus cosas, sé que eres mayor y lo respeto.

Y ella entendía a su papá. Nunca le prohibió nada, tan sólo le pedía cuidarse y ser responsable. No más.

—Está bien —torció sus labios—. Si me lo merecía. Aunque a mi parecer, el señor Jungkook estaba más enojado con Jongsuk, que tú conmigo.

Jimin formó una trompita con sus labios. Lo aceptaba. Jeon se veía más enojado que él, incluso en el camino.

—Pobre Jongsuk... —dijeron al unísono.

✧✦✧

Jungkook estaba en el sofá de su casa, sentado al lado de Jongsuk. Sus manos puestas sobre su propias piernas. El menor se mantuvo en silencio por el resto de la noche que miraron la televisión sin decir alguna palabra, ¿la razón? Jungkook parecía estar muy callado, y serio, algo que al conocer a su padre, sabía que podía ser una señal en que no terminaría bien si a Jongsuk se le ocurría pronunciar alguna palabra.

—¿Por qué estás callado? —preguntó Jungkook después de llevar bastante tiempo con su hijo en completo silencio, algo que no era común en él—. No eres así.

Jongsuk lo miró de reojo, con el ceño fruncido ante la confusión sobre el buen carácter que tenía Jungkook.

Y es que, esperaba verlo un poco diferente. Tal vez con las manos hechas puños sobre sus piernas, o su mandíbula marcada o su voz más grave. Sin embargo, su padre parecía estar relajado, con una sonrisa pequeña emergiendo de sus labios, la diversión puesta en sus ojos y porqué no, también podía notarse algo de brillo. Podía conocer la causa de ello, una en especial con rizos, llamada Jimin.

—¿No estás enojado? —preguntó el menor.

—¿Por qué?

—Por haberme visto en el club.

Jungkook negó con la cabeza.

—No me agradó la idea de que estuvieras ahí con Jarin a base de mentiras hacia nosotros, pero no puedo hacer nada. Sólo te diré que no lo hagan de nuevo y al menos nos den aviso donde van a estar.

Jongsuk se quedó boquiabierto. ¿Acaso el seguir saliendo con el padre de su novia le hacía tener esa buena actitud? No lo sabía a ciencia cierta, pero lo que tenía seguro, era que de verdad le agradecía a Jimin el regaño que se ahorró esa noche.

Mientras tanto... Jungkook no dejaba de pensar en los movimientos de Jimin, esos tan cerca de su cuerpo, que le hicieron recordar sus años de adolescencia con él. Aún podía sentir el roce de sus cuerpos, la música de fondo, las manos de Park en su abdomen... podía imaginarlo más allá. Deseando poder tenerlo más cerca, de una forma específica, y eso lo hizo darse cuenta gracias a una pequeña incomodidad que tenía creciendo en sus pantalones, la cual, se encargó de disimular y obligarse a pensar en otra cosa que no fuera su novio o Jongsuk lo notaría y no sería algo muy cómodo para ninguno de los dos.

not you again, please  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora