Normalmente, cuando quien solía ser tu ser más amado, la persona en la cual podías confiar plenamente, tu mejor amigo, te abandona, lo único que ocurre es perder la confianza, y hay un largo camino en la vida para recuperarla. Al principio, te sient...
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CAPÍTULO DOS 🌊 La llave de un motel
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El huracán ya había terminado y había arrasado con todo a su paso en el lado sur. El hogar de los pogues.
Los árboles caídos descansaban en el jardín del hogar de Avery debido a la gran tormenta.
Esta suspiró alejándose de la ventana de su cuarto, para luego tomar una de las camisetas de John B. ─ su favorita, en realidad. ─, como si fuera suya. Unos shorts y una bikini blanca.
Se adentró al baño y abrió el agua fría ─ ya que no había agua caliente en El Corte. ─. Entró a la ducha y sintió el agua humedecer y refrescar su cuerpo. Soltó un suspiro debido a la sensación de congelamiento que el agua helada le brindaba, molestandole un poco.
Intentó apurarse y salió lo más rápido que pudo de esta, tomando una toalla para secar su cabello y su cuerpo. Una vez seca se colocó la bikini, y sobre esta, su ropa.
Luego, salió de su cuarto con su liso cabello algo húmedo aún, encontrándose a su padre sentado en la mesa del comedor, con un libro en sus manos.
Se acercó a él con una sonrisa y tomó uno de los panes tostados, sin nada sobre estos, del plato de su padre, para luego plantar un beso en su mejilla.
Le dió un mordisco al pan mientras se alejaba del mayor, tomando su mochila, la cual tenía una muda de ropa, otra bikini, sus audífonos, teléfono, entre otros.
─ Buenos días, Ery. ─ saludó Josh Walker, su padre, viendo a la castaña colocarse la mochila sobre su hombro. ─ ¿Ya te vas?
Ery era el apodo que los Walker tenían para su hija, Avery. Pero, el saber que no podía oírlo de su madre nunca más, le dolía escucharlo de su padre.
─ Buenos días. ─ correspondió el saludo. ─ Sip.
─ Diviértete. No llegues tarde. ─ pidió el mayor, viendo a la castaña alejarse.
