𝓷𝓸𝓿𝓮

873 109 129
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


─ ¡Feliz Cumpleaños, Duxo!

La casa se llenó de aplausos y victores, Duxo sonrió complacido, mientras su amigo Soarinng lanzaba confeti sobre él, Locochon sacaba fotos y Natalan le gritaba al mexicano por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Sneeg reía por tanto caos y griterío, a pesar que eran sólo cuatro de invitados, cinco con Duxo.

Seis con Aquino.

─ Duxo, I have your first gift in your twenty-two years ─ murmuró el estadounidense cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, él lo miró con ojos expectantes.

El alto sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Soarinng gritó como colegiala, Natalan alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Locochon comenzó a decir que dejara al chico en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Aquino bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Duxo fue mirar hacia él, con temor de que estuviera herido por aquello.

El castaño oji-miel negó, sonrió de forma honesta.

─ Es el indicado ─ dijo, y Duxo pudo escucharlo perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde los cuatro se sentaron en los sillones de la sala a esperar que Duxo terminara de cortar el pastel.

─ ¿Alguno habló con Mictia? ─ preguntó Natalan, con lo que los otros dos negaron.

─ No volví a hablar con ella desde lo de Aquino ─ dijo Soarinng, directamente.

─ Shhh ─ lo calló Locochon ─. Duxo se la está pasando muy bien y ahora tenemos a este muchacho para distraerlo, no arruinen esta noche ─ palmeó el muslo de Sneeg, se sorprendió por lo duro que estaba.─ Ah caray, ¿Cuánto ejercitas?

El de ojos azules se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendido por ser considerado una "distracción", no sentía ser eso.

─ ¿What? ¿Distraction? ─ cuestionó el angloparlante.

─ Oh, no, no ─ el otro muchacho negó, agitando su mano ─. No te lo tomes personal, amigo ─ añadió, sonriendo ─. Es que... Duxo ha estado muy mal al respecto y cómo no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Sneeg se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

─ La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Aquino? ¿Qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Duxo, sabiendo que había escuchado.

El azabache levantó el plato con las manos temblorosas, rio de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Aquino abrazarlo por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, el castaño ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.

─ ¿Duxo? ─ alzó la vista hacia Sneeg, quien estaba a un metro de él, con expresión preocupada ─. I'm sorry. Are you okay?

Asintió sin más.─ Aquino es mi ex novio ─ dijo, hablando para Sneeg, pero sin mirarlo directamente ─. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Mictia, la hermana menor de Aquino quién en algún momento fue mi amiga, pero estábamos muy alejados para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en la casa de sus padres por una noche. 

Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y, en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado. 

Aquino fue el primero en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Mictia había querido tirarse, Aquino la salvó, pero terminó cayendo él... Y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas. En la sala, Natalan, Locochon y Soarinng discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Sneeg antes de venir para evitar darle un mal rato al pelinegro, y que eran todos unos estúpidos.

Sneeg tomó un par de servilletas y se acercó a él con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

─ Duxo, lo siento muchísimo ─ dijo, haciendo que este llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema. ─ Estoy seguro que Aquino te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegido ─ acarició sus mejillas y Duxo sonrió mínimamente. El mayor dejó un beso en su frente ─. Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes solo, ¿lo sabes no? ─ él asintió ─. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mi también ─ lo abrazó y Duxo se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Aquino sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que su chico pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba vivo y podía vivir con él.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro del ojos azules, haciendo que un escalofrío lo recorriera.

─ Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida ─ susurró en su oído, y los ojos de Sneeg se abrieron ampliamente.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ghost of you □ DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora