Historias cortas de amor y odio

Paseo

Toda la clase se empezó a reír mirándome y señalándome, miro fijamente a mi escritorio sin levantar la cabeza esperando a que todos paren. Cierro los ojos con fuerza mientras las risas taladran mis oídos, derepente un silencio, ya no hay risas, aún asustada abro los ojos, en vez de la clase vi la orilla del mar, estaba confundida, siento mi cuerpo relajarse, siento la arena en mis pies, empiezo a caminar, no se a donde, pero algo me decía que avanzará, el sonido del mar era agradable, el cielo tintado por un color anaranjado hacia una escena digna de un cuadro de Sorolla, la temperatura era perfecta, la brisa agradable que mueve mis pestañas hace un momento perfecto, mientras el agua golpea mis tobillos cada vez que una ola viene, una sonrisa serena se dibuja en mi cara, mis párpados se sentían pesados, me senté en la orilla, observando el cielo con cierta melancolía pensando en aquellos tiempos donde todo era más fácil, respire ondo antes de cerrar los ojos, disfrutando de él sonido de las olas, habrí los ojos de nuevo, estaba de vuelta en la clase, nadie se reía ni me miraba, cada uno atendía sus asuntos, me permití soltar un suspiro de alivio y sonreír pensando en lo antes ocurrido. Espero regresar pronto dije para mis adentros aún sonriendo.

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Todos necesitan desconectar alguna vez ¿no?