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Lo último que Adam recordó fue a Lute gritando su nombre, después de eso se desmayó.
Cuando se despertó, Adam gruñó, sentarse solo empeoró las cosas cuando sintió un dolor agudo en el pecho. Rápidamente colocó su mano sobre su pecho haciendo una mueca de dolor cuando sintió unas garras clavadas en él. Mirando hacia abajo, jadeó al ver unas manos con garras negras, las examinó de cerca tratando de encontrarles sentido. Su frustración creció más cuando pudo sentir un ligero golpe detrás de él, petrificado cuando se giró para ver una cola como de diablillo agitándose.
"Te queda bien" Adam pudo escuchar la sonrisa en la voz, volviéndose rápidamente para encontrar el culo engreído de Lucifer.
"¿Qué carajo es todo esto? ¿Es esto una maldita broma enfermiza?" Adam se quejó levantándose sobre sus ahora pezuñas (tenía patas de cabra desde la mitad del muslo hacia abajo) tratando de intimidar elevándose sobre el otro.
"No es una broma" Lucifer levantó las manos a la defensiva, "pero desearía haber pensado en eso", se rió. Eso sólo enfureció aún más a Adam.
"Si no fuiste tú entonces ¿quién?" Exageró el "hm" mientras se cruzaba de brazos levantando una ceja hacia el Ángel caído.
"Bueno, por lo que parece, no juzgaste", Lucifer hizo un intento de mirar alrededor de Adam y se echó a reír cuando vio la cola de Adam moviéndose detrás de él.
"¡¡¡Deja de reírte, maldito idiota !!!" Adam gruñó y pisoteó, y Lucifer se rió aún más al ver el pequeña pezuña de Adam.
Para cuando Lucifer se calmó, Adam estaba furioso y avergonzado, el nuevo demonio estaba más que molesto. No sólo ya no tenía alas sino que tenía cuernos que se parecían a los de su uniforme de exorcista. Estaba claro que ya no era un ángel y lo odiaba. Sin mencionar sus nuevas orejas de cordero que delataban cada emoción que sentía al moverlas o sujetarlas.
"¿Qué pasa, corderito? ¿Necesitas que te acuesten para una siesta?" Lucifer se burló de Adam mientras el nuevo demonio se sentaba sobre el adulto abrazando sus piernas en señal de derrota.
"¡¡Que te jodas !!" Adam gritó.
"Quiero decir, con mucho gusto te follaré si eso te hace sentir mejor", tarareó Lucifer, amando la forma en que Adam se ponía nervioso.
"Pfft lo desearías, no podrías manejarme incluso si lo intentaras" Adam trató de mantener el orgullo que le quedaba, no queriendo exponer lo vulnerable que se sentía.
