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No fue una sorpresa que después del exterminio más personas prefirieran mantenerse alejadas del hotel, ya que estaban en el origen y nadie realmente quería correr el riesgo de morir una segunda vez. Sin mencionar que ahora el rey del infierno era un residente frecuente y nadie quería arriesgarse a ponerse del lado malo. Especialmente si su hija estaba involucrada, por lo que no era tan sorprendente que los pecadores no hicieran cola para ser redimidos.
Lucifer suspiró mientras miraba al demonio dormido, sus suaves ronquidos resonaban por la habitación. Él sonrió suavemente mientras se sentaba en el costado de la cama, haciendo que ésta se hundiera ligeramente. Lentamente trazó el rostro del pecador, su suave sueño iba completamente en contra de la personalidad normal del demonio. No obstante, el hombre parecía tan pacífico que le recordó a Lucifer cuando los dos estaban en el Edén. Sólo él y su Adam.
Dios como quería volver.
Sintiendo el calor de Adam a su alrededor, mientras tomaba al humano una y otra vez. Ver cómo su cuerpo reaccionaba al poder angelical de Lucifer, haciendo que el cuerpo de Adam se contrajera y temblara contra él. Sus visitas debían mantenerse en secreto para los otros ángeles, mientras deseaban que todos conocieran su amor. Cada visita fue fugaz debido a que Lucifer nunca supo cuándo sería la última, asegurándose de tratar siempre a Adam con adoración como si fuera el final de su relación. Aunque a pesar de la falta de visitas breves, fue lo mejor que los dos habían experimentado jamás. Compartiendo sus suaves "te amo" y sus dulces toques contra la piel del otro bajo los árboles que fueron creados.
Oh, cómo extrañaba esos tiempos.
"Oye, ¿alguna vez has oído hablar del espacio personal?" Lucifer miró hacia abajo y vio a Adam mirándolo, con una ceja levantada en confusión. Sacó al ángel caído completamente de sus pensamientos y lo devolvió a la realidad.
"Lo siento, te veías tan lindo que no pude resistirme", respondió Lucifer mientras se levantaba de la cama, girándose hacia el demonio mientras recordaba por qué estaba allí. "Quería despertarte pero me distraje, sabes que eres bastante gracioso incluso cuando duermes", tarareó el diablo con una sonrisa.
"¡¡Cállate, maldito bicho raro!!" Adam protestó, su rostro se sonrojó mientras se sentaba tratando de cubrirse. Quién diría que al hombre le gustaba dormir desnudo (bueno, cuando realmente lo pensabas, tenía sentido).
"De todos modos, quería despertarte para decirte que Charlie dijo que puedes quedarte en el hotel", abrió los brazos con la gran revelación mirando a Adam por su reacción, pero solo hubo silencio. "¿Pensé que estarías más entusiasmado con esto? Tienes la oportunidad de volver al cielo, si te portas bien, claro." Lucifer inclinó la cabeza un poco confundido, ¿no debería estar feliz Adam?
