Capítulo 12

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Barcode, al verla por el retrovisor, pisó el acelerador mientras sus manos ensangrentadas apretaban el volante. En un movimiento rápido, se quitó la sudadera que tenía puesta, la cual cubría la sangre ajena en su ropa.

La mujer en la moto lo estaba alcanzando; rebasó varios carros para llegar a estar al lado de él. Intentaba dispararle, pero Barcode movía con violencia el volante.

Con el encendedor que tenía en el bolsillo, le prendió fuego a la sudadera y la tiró por la ventana. Por los espejos exteriores del carro, pudo apreciar cómo el fuego alcanzaba a la mujer. Segundos después, escuchó una colisión de autos.

-A comer mierda, hijos de puta -musitó Barcode para sí, antes de tomar su celular del asiento del copiloto.

Marcó el número de Jeff y en cuestión de segundos contestó.

-Cabrón, ¿estás bien? -preguntó Jeff con cierta preocupación.

-Qué lindo que me preguntes -ironizó-. ¿Sabes qué hubiera sido mejor? ¡Que no hubieras huido sin mí!

-No huí. ¿Dónde estás?

-Claro que lo hiciste, me dejaste solo debajo de una camioneta. Tuve que caminar media hora para, al final, tener que robar el auto a un tipo.

-Te dije que saliéramos cuando contara hasta tres. No me seguiste el paso y todos se fueron contra mí. ¿Qué querías que hiciera? Iba a morir.

-Ya, lo que sea -dijo, torciendo los ojos.

-Vete a casa -ordenó Jeff.

-¿Qué? -preguntó, haciendo una mueca.

-Apagaron el celular, he perdido la ubicación. Solo me queda esperar a que siga siendo la misma.

-Voy a ir.

-Barcode -amenazó-, no pueden verte ahí. Lo digo en serio, vete. Esto no voy a discutirlo.

Barcode suspiró-. Bien. Ya hablaremos luego.

Fue lo último que dijo Barcode antes de que Jeff cortara la llamada.

-Hasta cree que lo voy a obedecer -se dijo a sí mismo sin cambiar de rumbo.

Al llegar, se detuvo a lo lejos. Las patrullas rodeaban el lugar, al igual que los policías. Al ver a Jeff salir del orfanato, sintió algo de enojo. Se sentía algo excluido del caso, pero no podía hacer nada. Después de todo, él era la ley y él, un criminal. A saber lo que les había dicho ahora. Qué mentira, qué había alterado ahora, no lo sabía y tampoco iba a preguntarle, pues se suponía que no debía estar ahí.

A regañadientes, se marchó del lugar. Al llegar al departamento de Jeff, decidió tomar una ducha para despejar su mente. En cuanto salió a la habitación, se encontró sorprendentemente con Jeff.

-No tardaste nada -opinó Barcode, acomodando la toalla en su cadera.

-No... no lo hice -respondió; estaba sentado en la cama-. Los perdí en el camino. En el orfanato no encontré nada.

-¿Entre todos?, ¿Nada?

-¿A qué te refieres con "entre todos"? -preguntó Jeff, prestando más atención.

-Bueno... solo lo supuse. ¿La policía intervino, no?

Jeff relajó su postura ante la respuesta-. La verdad es que no. Aún no quiero que intervengan.

-¿Qué? -preguntó, confundido-. ¿Ellos no... no estuvieron ahí?

-No. ¿Por qué?

Barcode le sonrió-. No, por nada -mintió ante sus sospechas.

El cuervo // JeffBarcode (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora