Freen se sujeta del volante, mirando desde el espejo retrovisor la escena de madre e hija riendo y conversando animadamente, ambas en su propia burbuja. Freen escuchaba atentamente todo lo que Becky y su pequeña hija conversaban y se permite mirar el brillo en los inocentes ojos de la menor al escuchar a su madre prometerle que le compraría algodón de azúcar y que ganaría cientos de peluches para ella. La alfa sonríe inconscientemente, junto con una extraña sensación cálida en el pecho.
ㅡ¡Señora gruñona! ㅡSarah le llama con una animada sonrisa ㅡ¿Ya llegamos?
Freen sonríe y niega lentamente. Realmente prefería mil veces el apodo de "Fiin"
ㅡAún no, pequeña ㅡdice sin dejar de mirar al frente y sin borrar su sonrisa ㅡLa feria está un poco lejos, está fuera de la ciudad ㅡexplica.
Sarah asiente ante la respuesta con un ligero puchero en sus labios, pues, aunque ella realmente está emocionada por llegar ya a la feria, sabía que debía ser paciente. Tal y cómo su mami le ha enseñado.
El camino no era para nada silencioso, había música infantil sonando en el auto, a petición de la pequeña Sarah quien con un simple puchero logró convencer a Freen para poner música. Becky tarareaba y miraba con una sonrisa brillante a su pequeña hija, quien disfrutaba de la música y cantaba a todo pulmón con su vocecita ligeramente chillona.
Pero pronto la alfada un ligero brinco desde su asiento al escuchar a la omega y a la pequeña chillar de emoción.
ㅡ¡I got a ponytail, I got a pony tal! ㅡcomienza a cantar Sarah con una gran alegría, mientras intentaba bailar desde su asiento la coreografía que su Tía Maggie le había enseñado.
ㅡI got a p-p-p-p-p-p-p-ponytail ㅡBecky le siguió alzando sus brazos al aire con Sarah imitándola y siguiéndole cómo podía.
ㅡ¡Vamos señora gruñona! ¡Cante! ㅡle dijo la pequeña Sarah y sin pensarlo mucho Freen se les unió, mientras reproducían una y otra vez aquella pegajosa canción infantil que la menor le comentaba una y otra vez que su Tía Maggie le enseñó.
Cuando finalmente llegan, Freen paga la música y estaciona su auto memorizando en que fila del estacionamiento se estacionó. La alfa es la primera en salir y con grandes pasos rodea su auto para abrir la puerta del copiloto, ignorando la mirada confundida de su asistente y simplemente le sonríe inocente. La pequeña Sarah ya los espera con los brazos abiertos y con su bonito rostro expresando toda la emoción que sentía, pero esta vez no extiende sus brazos en dirección a su madre, si no hacia Freen y esta mira a la omega pidiéndole su permiso, pues la pequeña quería ser cargada por la alfa.
ㅡEstá bien, puedes hacerlo ㅡBecky le da luz verde y la alfa asiente con una ligera sonrisa.
Freen toma a la pequeña en sus brazos después de desatarle el cinturón de seguridad a Sarah. La menor suelta una risita al ser llevado por la alfa en sus hombros y prenden marcha hasta la entrada de la feria, con Freen jugando con Sarah al avión mientras que la pequeña extendía sus bracitos por los lados y la alfa hacia soniditos de avión con su boca. Becky sólo iba detrás de ellas asegurándose de que su hija no cayera de espalda, listo para extender sus brazos y salvarla. La alfa paga las entradas y Becky se compromete a pagar la cena, pese a saber que la invitación había sido hecha por la alfa.
El lugar olía a manzana acaramelada y gracias al aire hileras de algodón de azúcar volaban sobre sus cabezas, había lindas y brillantes luces por doquier y la gran rueda de la fortuna era quien más brillaba. También se escuchaban los ruidosos gritos de las personas más valientes que se aventuraban a subirse a la montaña rusa y el martillo, pequeños niños corrían de aquí y allá y las familias disfrutaban del colorido y alegre lugar.
ㅡ¿Y a dónde vamos primero? ㅡFreen les pregunta mirando los miles de juegos a los que podían ir. Madre e hija se encontraban dando de saltitos emocionadas mientras veían las infinidades de atracciones. Dándole así a la alfa una vista sumamente tierna.
ㅡ¡Quiero ir a las canicas, por favor, señora gruñona! ㅡSarah pidió tiernamente.
Freen asiente sin rechistar y prenden camino hasta el puesto más cercano y con los mejores premios. Afortunadamente no tardaron mucho en encontrar un buen puesto y para que su turno llegase y comenzaran rápidamente con el juego.
Si Freen era sincera no recuerda momentos en los que se haya sentido completamente feliz, verdaderamente eran contados. Era un instante que le parecía irreal, eran efímeros los momentos en dónde podía respirar con calma y ser ella misma. Estaba siendo rodeada solamente de la risa tierna de Sarah, mientras reía y jugaba felizmente y las luces de colores alumbraban su pequeña carita.
Pero a su lado, Becky Armstrong, oh la sonrisa brillante de ese mujer que tanto ama su pequeña hija, deslumbraba más que cualquier otra luz artificial de la feria, su cabello castaño se mueve juguetonamente por brisa de aire frío que azotó de repente, mientras que sus manos sostienen a su hija protectoramente, mientras intenta acertar las canicas en los orificios indicados y con mayor puntaje. Freen se permite atesorar aquella escena y toma una fotografía mentalmente para nunca olvidar el lindo momento.
Porque por alguna extraña razón sentía miles de mariposas revoloteando por su estómago y aquella calidez en el pecho que le brindaba la omega y su hija, se sentía tan... bien.
Se sentía correcto.
ㅡ¡Señora gruñona! ㅡSarah corrió hasta ella ㅡ¡Gané una alcancía de Buzz Lightyear!
Freen asintió con una sonrisa mientras escuchaba atentamente a la menor decirle que en cuanto llegara a casa miraría Toy Story junto a su madre y que por supuesto, ella también estaba invitada. Becky llegó hasta ellas unos segundos después, con una preciosa sonrisa que hizo suspirar a la alfa.
Si Freen era sincera, temía arruinar el momento porque se sentía tan bien, tan íntimo. Que realmente temía arruinarlo y hacer algún comentario estúpido que hiciera enojar a la omega y alejarla. Sonrió con ironía pues hace tan sólo unas horas atrás se llevaban cómo un perro y un gato y ahora parecían una linda, tierna y pequeña familia con mucho amor.
Becky cumplió su promesa y jugó el juego de la botella acertando todos los aros y así ganando un oso gigante de peluche para su amada hija. Oso que Freen cargó durante todos los juegos, y para cuando bajaron del carrusel se dirigieron a comprar algodón de azúcar, ambas sujetando a Sarah una de cada mano.
La boca de Becky quedó algo sucia, con rastros del caramelo dulce, y Freen sin pensarlo bien se tomó el atrevimiento de limpiar el dulce de la boca de la omega. La alfa miraba sin disimulo los labios rosas y cubiertos del caramelo azul, mientras que la omega le miraba atentamente y sin moverse, pues la cercanía de la alfa le ponía nerviosa.
ㅡUh, y-ya está ㅡFreen dijo al separarse, con sus orejas rojas y así delatando su vergüenza.
Cosa que le pareció tierno a la omega, pues había notado que cada vez que la alfase avergonzaba rápidamente se ponía roja y por más que Freen intentaba ocultarlo sus orejas rojas la delataban.
ㅡGracias ㅡ responde Becky con una sonrisa tímida y ambas conectaron fugazmente sus brillantes miradas.
Las tres siguieron disfrutando de la feria, subieron al juego de las tacitas, jugaron nuevamente en las canicas y cenaron pizza en uno de los puestos cercanos. Para cuando fue el turno de finalmente subir a la rueda de la fortuna, Becky se puso nerviosa e inconscientemente tomó la mano de Freen.
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Stupid Boss「 Freenbecky 」
Fanfic❮ Freen es la jefa oscura con mal carácter al que sus asistentes no soportan, Rebecca es una omega con olor a manzana que llega a trabajar para Freen y la etiqueta como "una estúpida jefa" ❯ Aclaraciones ┊ Esta historia no nos pertenece, nosotros s...