Cap. 1

26 4 25
                                    

- El desayuno está listo, señor Milo.

- Ya bajo, Camila. Tráeme los zapatos.

- ¿Los negros?

- ¡Claro que los negros! Apúrate, Camila.- No quería ir a clases y estaba frustrado de que su "nana" fuera tan lenta. Mientras se arreglaba la corbata, veía su cabello mojado; ya estaba largo pero no quería cortarlo, tapaba sus ojos llenos de pesimismo.- Estúpido uniforme de mierd- Su insulto se vió interrumpido por la voz de alguien detrás suyo.

- Esa boquita, ¿con ella besas a tu madre?

- Cállate Mario.- Vió a su hermano, Mario, reflejado en el espejo. Estaba acostado en la pared con un chaleco entre sus hombros.

- Solo no quiero que seas un falta de respeto, cagada.

- Está bien, miope. ¿Y el Agus?

- Ya se fue, debía ir a comprarse un nuevo reloj que vió ayer.

- Exclusivo, ¿eh?

- No sé, capaz.

- Como sea. Camila es una inútil, ¿dónde está?

- No la culpes tanto, estaba limpiando el auto de nuestro padre.

- ¿Eso no lo hace el chófer ese? ¿Hugo?

- Sí, pero el muy vago estaba enfermo.

- ¿Acaso estos pobres no tienen una mejor excusa? Ya sé, para la otra será "mi señora entró en labor de parto".

- Seguramente. Oye, creo que te pusiste mal la corbata.

- Solo, cállate y arréglalo. Por favor.

- Está bien.

Mario se encaminó hacia Milo, tomó el cuello de la camisa desde atrás y lo subió. Aunque con dificultad estaba, ya que el pelo de Milo lo obstaculizaba.

- Ya, está listo. Oye chiquitín, ¿no has pensado en cortarte el pelo?

- A mí me gusta..

- Opino lo mismo que Mario. Con ese pelo te ves como..un flaite, eww.

- Pero me gusta, madre.

- Lo sé Milo, pero no puedes rebajarte a semejante nivel por un look, que roto.

- En defensa de Milo, creo que se ve lindo.

- Tú no tienes ni un derecho a hablar Mario. Mira tus lentes, todos baratos y sucios.

- Pero costaron como doscientas lucas, mami.

- Por eso, muy poco. Pero bueno, mínimo amárrate el pelo, Milo.- La señora Dubó tenía sus ideales y gustos muy definidos, y pensaba que sus hijos aveces estaban a un nivel muy bajo. Se fue, debía ir al comedor en donde su chef personal le estaba preparando su desayuno.

- Que anticuada. Bueno Milo, ¿quieres que te peine?

- Sería un gran favor.

• • •

- ¡José! ¡José!

- ¿Qué pasa, Kuro?

- No hayo a José, ¿lo has visto?

- Capaz fue a cazar por ahí, no te preocupes.

- Está bien. En teoría, ¿hoy debemos ir al colegio normal y después allí nos confirman si entramos al otro?

✨𝓛𝓪 𝓷𝓾𝓫𝓮 𝓭𝓮 𝓶𝓲𝓼 𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮𝓼 ☁️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora