Destinados||Enzo Vogrincic

Cap. 11

𖤣𖥧𖤣𖥧

Nos separamos lentamente, podía sentir en el aire la mezcla de la sorpresa y la confusión por parte de Sole. Se notaba atónita por lo que acababa de hacer.

Lo único que escuché salir de su boca fue un. —Lo siento.— y se fue de la pista, supongo que había ido al baño o al menos eso es lo que yo esperaba.

Regresé a la mesa junto con los chicos y el rostro de todos expresaba asombro.

—Che, ¿qué acabas de hacer?. — habló Pipe.

—Boludo, ¿que no se supone que vos tenés novia?. — preguntó Pardella. 

—Te acabas de meter en un quilombo muy tremendo, Enzo. — soltó Blas.

—¿A dónde fue Sole?.— cuestionó Juani.

—No lo sé, supongo que al baño. — fue lo único que pude responder.

—Que pelotudo, eh. Lo que te espera cuando se entere Sofi o cuando Sole sepa que tenés novia. — dijo Mati.

—Ta ta, no jodan más. — sabía que lo que acababa de hacer estaba muy mal.

—Pero. — Kuku no dejó terminar a Mati.

—Déjalo, ahora ya debe de estar en pedo.

—¿Cuánto tomaste Enzo?.— interrogó Rocco.

—No sé, tal vez unas cuatro. — contesté.

—Llegando Sole, nos vamos.— avisó Kuku.

—Voy por ella. — dijo Juani, yendo (a lo que yo suponía) al baño.

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Estaba totalmente asombrada y confundida por lo que acababa de suceder. El beso de Enzo había sido algo inesperado, pero al mismo tiempo despertó en mí una serie de emociones y sensaciones que me dejaron sin aliento. Había sentido una conexión especial, una chispa que parecía haber estado latente y que solo él había logrado encender.

Después del beso, quedé paralizada, sin saber cómo reaccionar ante la situación. La intensidad del momento me abrumaba y necesitaba tiempo para procesar lo que acababa de pasar. Lo único que hice fue disculparme y correr hacia el baño, buscando un momento de soledad y tranquilidad para reflexionar.

Me miré en el espejo, tratando de encontrar respuestas a las preguntas que me atormentaban. ¿Qué significaba ese beso? ¿era el inicio de algo más entre nosotros, o simplemente había sido un impulso fugaz en medio de la noche?.

En el fondo, sabía que el alcohol había jugado un papel en la situación, pero también era consciente de que las emociones y los sentimientos eran reales. Me sentía dividida entre una cierta atracción que sentía por Enzo y la lealtad que debía a mí misma y a sus propios límites teniendo en cuenta el pasado. La noche había tomado un giro totalmente inesperado.

Escuché que alguien golpeó la puerta del baño.

—Sole, ¿estas ahí?. — alguien gritó y al escuchar su voz supe que se trataba de Juani.

—Sí. — respondí. —Ahora salgo. — puse algo de agua en mi cara para luego secarla con el papel que ahí yacía.

Salí. —Te podés tardar más si vos querés. — molestó Juani.