Cap. 21

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—¡JUAN IGNACIO!.— escuchó Juani por detrás, que Sole haya dicho sus dos nombres y en un tono elevado, hizo que volteara inmediatamente.

—¿Qué pasa Sole?, jamás me habías llamado por ambos nombres.

—¿Por qué no me dijiste que Enzo tenía novia?.— Juani al escuchar eso se quedó en silencio, tratando de encontrar una respuesta.

—Sole, no lo ataques, no era la obligación de él.— defenció su amigo Pipe.

—Tú no te atrevas a opinar, no se atrevan a opinar nadie, no puedo creer que ninguno se atrevió a poner un alto.

—Entendenos, Sole, no era nuestra responsabilidad, no podíamos decirlo, era algo que Enzo tenía que decirte a vos, no nosotros.— se metió a la conversación el mayor, Kuku.

—Dios, pero me mintieron, dijeron que no conocían a Sofi, que solo habían escuchado de ella, ¿no pudieron haberme dicho que era su novia desde un principio?.— Sole se sentía devastada.

—Es que realmente era así, habíamos escuchado de ella y habíamos convivido con ella una o dos veces antes que con vos.— explicó Andy.

Sole hizo caso omiso. —¿Y vos Juani?, ¿por qué no me advertiste cuando te confese la verdad?.— la chica se detuvo por un momento al recordar aquella conversación. —Claro, por eso habías dicho que me esperara, ahora tiene sentido. Chicos, de verdad que los estoy desconociendo totalmente, no pensé que ustedes permitirían esto tanto a Enzo como a mí.— y finalmente, Sole se retiró lo más rápido posible.

—¡SOLE, PARÁ!.— gritó Rocco esperando a que hiciera caso, pero no fue así.

—Voy tras ella.— dijo su mejor amigo.

—Dejala, boludo, no quiere hablarnos.— Simón entró a la conversación.

—¿Entonces querés que deje que se vaya?, no la quiero dejar sola, ahora nos odia.

—Juani, entendé que ahora no ayudaría en nada, quiere estar sola, cuando este más calmada hablamos con ella y explicamos las cosas.— Kuku parecía ser quien siempre tenía la razón.

Sole salió del set con pasos apresurados, sintiendo cómo las miradas de todos sus compañeros la seguían. No pudo soportar más aquella conversación que había destrozado la imagen que tenía de sus amigos, aquellos a quienes consideraba su segunda familia. Las palabras, las miradas, las verdad oculta, todo se había desmoronado en cuestión de minutos.

Antes de irse, había avisado a Laura (quien era la directora de efectos especiales e confidente), que tenía que retirarse de emergencia. Laura, al ver la angustia y desesperación en los ojos de Sole, insistió en que le explicara lo sucedido.

—Sole, si te sucede algo, podés contármelo.— habló Laura.

—Lo siento, en verdad quisiera, pero no es el momento ni el lugar, pero prometo que solo será hoy, mañana trabajo normal.— respondió Sole, su voz parecía quebrarse.

—Sí querés, podés tomarte el día de mañana, yo le explicaré a Jota y vos tranquila.

—¿De verdad?.— Laura asintió. —Gracias, nos vemos luego, entonces.

—Cuídate, Sole.

Laura habia comprendido la gravedad de la situación sin siquiera saber lo que sucedia, pero le permitió marcharse sin más preguntas, preocupada pero respetando el espacio que Sole necesitaba.

Sole tomó sus cosas con manos temblorosas y se dirigió a la salida del set. Cada paso que daba sentía cómo su corazón se desgarraba más. Estaba devastada, con una maraña de emociones que no lograba desenredar. La traición era lo que más dolía; sentir que todos aquellos en quienes había confiado, a quienes consideraba su familia, le habían ocultado la relación de Enzo con su novia. Todos sabían cuánto significaba Enzo para ella, y aún así, permitieron que sus sentimientos crecieran sin advertirle la verdad.

Destinados||Enzo Vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora