Mesías de Sangre

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»Huyó en una cápsula de extracción a la deriva por el vacío del espacio, en dirección un sistema desconocido y a un medio de la velocidad de la luz. Mi viaje se calcula en, a más tardar, dos meses. Tengo suficiente plasma nutricional como para resistir y una cápsula de estasis que me ahorraría todo el viaje y el gasto de recursos, pero necesito este tiempo para reflexionar. Lo que vi apenas doce horas atrás no puede ser cierto.

Confiaba en él. El pueblo confiaba en él. Mat confiaba en él... Y lo ha matado. Ahora comprendo cómo pudo adoptar la figura del Hayrant de manera tan repentina, sin dar una sola señal desde su nacimiento hasta hace diecisiete meses.

Todos pensábamos que Lesa sería nuestro guía, el mesías que han anunciado todas las religiones. Era un hombre enaltecido por el negocio de las religiones para regir el mundo y construir un orden bajo el mando oculto de sus monjes, y eso resultó obvio, pero ¿por qué entonces apareció Mat cumpliendo todos los rasgos del mesías? Por culpa de él, de ese demonio vestido de roedor, Tyserion, esa víbora traicionera... Nunca volveré a ver a mi amigo. Se lo ha comido. Ese hijo de puta se ha comido a mi amigo; como no descubrió la manera de heredar su don, su capa y sombra... ¿cómo se llamaba? Z'hrah. Como no averiguó la manera de robárselo, se comió a su mejor amigo.«

Pausa la grabación con el principio de una harcada y el nacimiento de las lágrimas bajando por los párpados. Las seca con el dorso de la mano y, forzando la voz, retoma la grabación.

» Asesinó y devoró por completo al Hayrant. Esto le llevaría meses, tiempo en que todo el mundo pensó que no era el mesías, pues uno auténtico no podría ser silenciado por un simple desprendimiento, incluso si se dio en los montes de fuego azul. Traicionó a su amigo, a su familia, a su pueblo y, por extensión, a todo su planeta.

Cuando me persiguió por los conductos y la red de cuevas de Capital Sagrada pude ver que Z'hrah lo obedecía pero que, a su vez, maldecía a Tyserion y lo insultaba cada ves que podía. Eso confirma que, si bien Tys controla a la criatura en su totalidad, este conserva su consciencia. Pobre ser. Siendo obligado a comerse a la especie que esperaba salvar para que su dueño obtenga más poder, más claridad. Incluso sus ojos se han vuelto azul intenso como dictaban las profecías falsas de la antigüedad. Ahora demostrará que es el encarnado del Señor conquistando nuestro planeta hermano.

Y después le seguirán todos los mundos.

Encontrará a alguien capaz de sostener la inmortalidad y lo devorará. Y así, se convertirá en el dios tirano de lo existente. O eso es lo que creo que planeará. No lo conocí lo suficiente, pero siempre tuve esa sensación de un hambre atroz por ostentar poder, dominar, mandar. Pero es Tys. No puede reducirse únicamente a eso, ¿verdad? Aunque tuviera tintes de un tirano siempre buscó la paz y la felicidad para Mat y para mí. Él siempre sonreía...«

Detiene la grabación, conteniendo inútilmente un nuevo riego de lágrimas. El pecho se le constriñe y escapan sollozos ahogados. Acurrucada delante del cristal de la cápsula el espacio se perla en estrellas y enormes cúmulos de polvo brillante arañan la bóveda celeste. Ante tal belleza, incluso su miedo y el dolor por la verdad se empequeñecen y, en medio de ninguna parte en la vastedad del vacío, el dolor le da tregua y duerme a la luz de los mundos.

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