Capítulo 4: Luces de Fiesta y Revelaciones

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Me sorprende lo agradables que son los amigos de Aiden. Luego de haberlo pasado tan mal, es reconfortante saber que sigue existiendo gente buena. A medida que entro tengo que hacer un esfuerzo sobrenatural para que mi mandíbula no caiga al suelo. Si el exterior ya me dejó boquiabierta, el interior me deja sin aliento. Vidrio remplaza las paredes, hay varias luces en el suelo de forma decorativa que le dan un toque sofisticado al lugar. La decoración luce costosa y muy delicada, perfecta para todo el lugar. Dios, amaría vivir aquí. Luego de pasar el hall de entrada, me encuentro con la gran sala de estar.

No me dan mucho tiempo para admirar la casa cuando Aiden tira de mi brazo y me conduce hacia la parte trasera de la casa, tienen una piscina enorme. La música viene de este sector enorme. Desde aquí mismo tengo vista hacia una playa, probablemente privada.

La iluminación es tenue y el fuego de las antorchas desperdigadas por todo el lugar le dan un toque cálido y tropical al ambiente. Rápidamente me percato de la barra con sus luces encendidas y varias botellas de alcohol sobre la mesa, listas para ser mezcladas.

No hay muchas personas, quizás unas quince. Todas se acercan a saludar a Aiden, y se presentan conmigo. Algunos rozan la borrachera con sus enormes sonrisas, ojos chispeantes y actitudes relajadas. Aun así, quedo sorprendida por la amabilidad de todos, debe de haber algún imbécil. Exijo conocer al imbécil.

- Esta es Ava - me dice Aiden, presentándome a una rubia muy guapa. Es alta y con un cuerpo del infierno que logra golpearme justo en la autoestima. Tiene puesto un biquini color verde agua que resalta su piel broceada y sus grandes ojos azules -, es la novia de Logan, y mi mejor amiga.

- Un gusto, soy Danielle - sonrío con incomodidad. Por supuesto que Logan tiene novia y por supuesto que es ella.

- Lindo nombre - chasquea su lengua. Me da un vistazo de pies a cabeza que sólo logra ponerme nerviosa -. ¿Tienes un traje de baño bajo esa ropa?

Me quedo en blanco cuando pregunta eso y caigo en cuenta que todos están disfrutando de la gran piscina. Este tal Peter nunca nos dijo que debíamos traer traje de baño.

- Uhm..., No.

Al principio luce indecisa pero termina de estirar una sonrisa diabólica. He visto ese tipo de sonrisa antes.

- ¡Yo me encargo! - exclama animada y de repente, tira de mi brazo. Me arrastra por la casa mientras yo intento espabilarme del shock. Ojalá tuviera tanta confianza como esta chica.

- ¿Cómo que tú te encargas? - pregunto alarmada. Recorremos un gran trecho hasta unas grandes escaleras de mármol blanco. No deja de tirar de mí mientras que las subimos.

- Voy a darte un bikini - responde como si fuera lo más obvio del mundo. Nos movemos en la inmensidad de la casa y yo no puedo evitar admirar cada detalle. Quién sea que decoró este lugar se esmeró en que quede perfecto.

Luego de pasar varios pasillos y salas comunes, nos detenemos frente a una puerta color crema, Ava la abre.

El interior es grande y lo que más me llama la atención es el enorme ventanal que deja una preciosa vista a la playa. El lugar está rodeado de luces en el suelo, como el resto de la casa. Hay una cama con un edredón negro de dos plazas, literalmente enorme. Más adelante hay un sillón color blanco y otro cuatro alrededor rodeándolo formando una pequeña sala de estar. Al frente, en la pared hay una pantalla de plasma, la más grande que he visto en mi corta vida, estoy segura.

Parece no importarle que me quede viendo los detalles cuando me hace entrar por una puerta negra. Al ser la pared del mismo color no la había notado, parece ser que es un vestidor.

- Es la habitación de Logan - me explica Ava cuando veo la ropa por todos lados -, pero vivo más aquí que en mi propia casa - dice mientras se pone a buscar en los cajones.

Abro mis ojos como platos al notar la cantidad de bikinis y trajes de baño que tiene esta chica y eso que no es su casa.

Mi papá lleva todos los días a chicas más jóvenes que él a casa mientras que mamá, bueno ella está todo el día en el club pero no me sorprendería que estuviese con sus entrenadores..., así que no me gusta estar por allí a no ser que esté ahí con Logan - habla sin mirarme, está bien... Apenas me conoce y me está contando la historia de su vida, de la cual no pudo evitar sentirme un poco triste -. No creo que ellos noten que no ando por ahí. No les importo tanto.

Auch.

No puedo evitar compararla con Keira. No son parecidas en nada, empezando por la apariencia física y terminando en sus formas de ser. Keira es más controladora, tranquila y cariñosa. Ava por otro lado, es muy hiperactiva, habladora y confía demasiado rápido.

- El azul te va a quedar bien - sentencia levantando un biquini de dos piezas azul oscuro. Agita su mano para que agarre el traje de baño y eso hago. Lo miro fijándome en cada detalle, es mucho más alta que yo, pero es un traje de baño que podría quedarnos bien a las dos.

- Uhm, gracias.

- Te espero fuera - anuncia y se va como un rayo del vestidor.

Estando sola, me vuelvo a replantear la situación. Estoy al otro lado del país, con un chico que he conocido hoy y su grupo de amigos.

Suspiro. No voy a permitirme arruinar mi propia diversión por esa cuestión, además creo que la noche será prometedora.

Luego de ponerme el bikini, me doy cuenta de un detalle. La parte de abajo es casi escasa, perfecto, ahora tendré que mostrar el trasero a un montón de desconocidos. Me pongo el short vaquero que tenía puesto antes, pero decido no ponerme la blusa. Sé que si me la dejo, no sería luego capaz de quitármela al frente de todos. Además, nadie tiene la ropa puesta. Le hecho una mirada a mi moratón, que ahora tiene un color verdoso. Espero que nadie haga preguntas porque no podré contar a nadie lo ocurrido.

- ¡Deja tu ropa en el cajón! - exclama Ava justo cuando iba a preguntarme que debía de hacer con ella. Abro el cajón de donde antes ella sacó los traje de baños y me fijo en que los tiene perfectamente ordenados. Dejo mi ropa a un costado y lo cierro.

- ¡Estás guapísima! - exclama Ava nada más verme. Se levanta del sillón rápidamente mientras guarda su móvil en su bolsillo. Cierro la puerta del vestidor detrás de mí mientras que ella me mira de pies a cabeza -. Aiden va a babear.

¿Quién va a qué?

- No me gusta Aiden de esa manera - agrego rápidamente al darme cuenta de lo que piensa. Él y yo nos conocemos desde hace unas horas y es bastante simpático. Y guapo, no nos olvidemos de esa parte. ¿Pero gustarme? Dios, no -. Y yo no le gusto - aclaro para que no le queden dudas.

Ava me sonríe como si ella entendiera algo que yo no.

- Claro, cuéntale eso a él -. Gira hacia la puerta y me apresuro a seguirle el paso.

- ¿Por qué lo dices? - inquiero con curiosidad.

- Porque... -. suspira cansada

Entre Luces y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora