- Así que eres de Seattle... Nunca estuve allí, ¿qué tal es? - Aiden rompe el silencio al iniciar la conversación en el ascensor.
- Muy diferente a San Francisco.
Y no miento. Seattle es más tradicional. No hay muchos edificios nuevos, puedes admirar las montañas si el cielo no está nublado - llueve casi la mitad del año - , incluso tenemos tranvías. En San Francisco, todo es más moderno, los edificios relucen, los turistas caminan por todos lados, las aguas cristalinas, el sol todo el año... Eso sí, hace calor todo el tiempo y hay demasiada humedad. Y por si fuera poco, estamos en temporada de huracanes. El clima no es mi favorito.
- ¿Ya sabes a qué escuela irás? - pregunta con interés. Su pregunta me descoloca unos segundos.
- Oh, no, no - respondo rápidamente - Solo estaré aquí por unas semanas.
Si bien peleé con mis padres por sus estúpidos viajes de negocios y me escapé a San Francisco, no puedo esconderme con Asher y Harper para siempre por más que así lo quiera. Además, tengo mi vida entera en Seattle. Este año es mi oportunidad para conseguir el puesto de capitana en volley, ya que tendré la edad que pide el reglamento. La entrenadora me ama y sólo es cuestión de tiempo. Además están Ethan y Keira, mis dos mejores amigos. No podemos sobrevivir mucho tiempo separados. Nos conocemos a la perfección, desde niños nos llevamos de maravilla; no los voy dejar así como así.
- ¿A dónde vamos? - pregunto mientras caminamos por la acera.
- ¿Tienes hambre? - interroga guiándome hacia un coche color rojo que luce costoso. Tengo que ocultar mi cara de sorprendida. No tengo ni idea de marcas de coches, pero no me hace falta ser una experta para identificar uno caro.
- Sí - respondo. Son como las siete o algo así y desde el desayuno, solo he comido unas patatas mientras estuve con Leah y un poco de pizza que pidieron mis hermanos al mediodía. No fue mi culpa que Asher se haya terminado todo cuando apenas llevaba una porción. Juro que el departamento se volvió un campo de batalla cuando tuvo que pelear con Harper por la última.
- Conozco un lugar genial - comenta y me sorprendo cuando abre la puerta del coche para que suba. Nunca un chico había hecho esto por mí. Siempre pensé que eran delirios de libros y películas. Alejo estos pensamientos de mi mente y me abrocho el cinturón para cuando Aiden ya rodea el coche y se sienta en su lugar.
El motor ruge. Acelera y pone música de fondo casi automáticamente, como si la música nunca faltase en ninguno de sus viajes.
- ¿Cuántos años tienes? - pregunta con curiosidad - Sé que mi hermana me lo dijo, pero me olvidé.
- Dieciséis, ¿tú tienes diecisiete, verdad? ¿Pasas a último año?
- Así es - detecto algo de nostalgia en su voz cuando exhala una larga bocanada de aire.
- ¿Crees que extrañes la secundaria después de graduarte? - pregunto cuando el silencio ya estaba siendo duradero.
- Sí, mis mejores años los tiene St. Ignatius. Voy a extrañar al equipo de fútbol, a mis amigos, incluso a algunos profesores - responde. Gira a verme en un semáforo en rojo - ¿Te gusta el sushi?
- Eh, sí - No es mi comida favorita, pero puedo comerlo.
- ¿Qué planes tienes para la universidad? - le pregunto - Todavía me quedan dos años para entrar a la universidad, pero ya he estado mirando algunas opciones. Definitivamente no quiero estudiar en Seattle. Mientras más lejos este de mis padres mucho mejor, quiero estar lo más lejos de ellos como sea posible.
- Tengo pensado aplicar para unas cuantas, pero últimamente me está tentando Cambridge.
Alzo mis cejas con sorpresa. Mi idea de lejos es otro estado. Aiden planea cruzar un océano.
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Entre Luces y Sombras
Roman d'amourImperfecto, a. 1. No perfecto. | 2. Principiado y no concluido o perfeccionado. | 3. Danielle Roberts