Capítulo 8: Jasher

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Asher se acomoda en el sofá, con la mirada perdida en el techo, como si estuviera reviviendo en su mente sus momentos con Jess. Harper y yo lo observamos en silencio, esperando a que continúe con su confesión.

Finalmente, Asher suspira y comienza a hablar.

- Jess era increíble, Dana. Era divertida, inteligente, guapa... todo lo que siempre había buscado en una chica. Pero yo... yo arruiné todo - su voz se quiebra ligeramente, revelando la carga emocional que lleva consigo.

Harper y yo intercambiamos miradas, sorprendidas por la vulnerabilidad que Asher muestra en este momento. Es raro verlo tan sincero y abierto sobre sus sentimientos.

- Estábamos bien cuando empezamos a salir... Nos gustamos y esas cosas tontas, nunca nada muy serio. Nos besábamos y hacíamos otras cosas totalmente prohibidas para ti, Dana. No podíamos oficializar nada por una rivalidad entre nuestros padres, pero ella sabía muy bien que yo era su algo y ella el mío. Aunque parece que Jess no entendió eso muy bien porque empezó a salir con otro chico, entonces dejé de hablarla... Fue una noche gris cuando...

- Espera, ¿cuándo pasó todo esto? - interrumpo cuando su voz se transformó en una de narrador dramático. ¿Qué ha bebido, alcohol o gasolina?

- Tenía diecisiete.

- Luego se pone mejor - me codea Harper y sonríe con emoción. Parece ser que es su historia favorita; no la tenía como una romántica empedernida.

- Como decía, dejamos de hablar. Un amigo suyo, que vivía lejos y no sabía que nos habíamos dejado de hablar; pensó que solo nos habíamos peleado por cosas tontas de novios así que nos envió de viaje a una cabaña en las montañas que era de su padre. Nuestros padres nos dejaron irnos ese fin de semana por, según nosotros, temas de estudio. Estaban ciegos, muy ciegos. ¿Cómo se podían creer que teníamos que estar unos días fuera por estudios sin antes firmar ellos el consentimiento?

- Sucedieron muchas cosas... - Harper no duda en resaltar que fueron demasiadas cosas, pero la hago callar -. Pasamos un lindo fin de semana - ríe -. Nos reconciliamos. Decidí olvidar al otro chico, no ganaba nada amargándome con ese imbécil.

- Aquí viene lo interesante - Harper vuelve a codearme. Ahogo las ganas que tengo de callarla con un buen manotazo.

- Era un viaje de tres horas en coche para volver. En eso... bueno, discutimos. Yo le dije que era un buen momento para decírselo a nuestros padres y ella no quería. Estaba muy alterada, en un momento de la discusión me sentía tan abrumado que me desvíe de la carretera y chocamos contra un árbol.

Abro mis ojos como platos al oír eso. Esto... esto es tan de película como esperaba. ¿Cómo es que yo no sabía de todo esto si es mi hermano?

Quedé al instante inconsciente del impacto - explica jugando con sus dedos -. Desperté en el hospital para encontrarme con papá, que me empezó a odiar desde ese momento por haberme estrellado y no saber controlar la situación con Jess. Por suerte, ella no salió tan herida como yo. Dejamos de hablarnos después del accidente. Terminamos la secundaria y vine aquí a la universidad. Jess es un año menor que yo. Me mudé y nos evitamos como una plaga durante ese año.

- ¡Y luego llegó! - exclama Harper interrumpiéndolo. Ruedo mis ojos y vuelvo a hacerla callar. Quiero saber más.

Soy una chismosa sin remedio.

- En vez de irse de la ciudad, se quedó en San Francisco. Y entró a la Universidad de San Francisco. Pero no solo ella, sino que el estúpido de su novio también. Hizo como si no me conociera hasta que una noche me puse borracho, muy borracho y le grité lo que sentía en frente de toda una fiesta. Su novio estaba ahí, nadie podía creerlo porque a los ojos de la gente siempre nos evitábamos y cuando no, éramos el perro y el gato - suelta una carcajada irónica -. Esa noche pasaron cosas... y me acosté con ella. Luego, volvimos a dejar de hablar. Fue como si me reconstruyeran el corazón para volver a quitármelo con más fuerza que antes.

Por un largo tiempo dejamos de hablarnos. Luego, Harps se hizo algo de su mejor amigo, Liam Jones. No sé cómo nos vimos envueltos en este grupo de amigos, y ahora tengo que verla como una amiga. ¡Una amiga! - exclama indignado.

Dicho eso, finaliza el relato y quedo estupefacta. Tengo la boca abierta de seguro.

- Woah - es lo único que puedo decir.

- ¡Sí, WOAAAH! - soltado ese comentario, se pone de pie algo tambaleante. Hago un ademán para pararme y ayudarlo pero niega con la cabeza. Se gira y se mete en su habitación luego de un portazo.

- Ashy se pone de mal humor cuando habla de eso - explica Harper y me giro para mirarla luego de quitar mi vista de la puerta, por poco olvidé que Harps seguía estando a mi lado -. Pero yo no, así que me voy a dormir.

Se levanta del sofá y se va. Quedo en silencio en la sala de estar mientras que mi cabeza intenta procesar la historia de amor entre Asher y Jess. Me pregunto si alguien pensó en venderle los derechos a Netflix.

Estoy por irme a dormir cuando la puerta de Harper se abre y ella asoma su cabeza.

- Cuando esté en mejores condiciones hablaremos sobre por qué tienes esa camiseta puesta, jovencita. Tienes suerte de que Asher no se haya fijado en tu camiseta - no me da tiempo de formular una respuesta que ya ha vuelto a cerrar la puerta de su habitación.

Sí, claro. Espero que te acuerdes.

Una vez en mi habitación, me dejo caer como una bolsa de patatas en la cama.

Necesito que este día termine.

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⏰ Última actualización: May 30 ⏰

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