GHOSTFACE | THEODORE NOTT

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tn caminó apresuradamente por los pasillos hacia la habitación de Draco. La urgencia de sus preguntas y la necesidad de aclarar los acontecimientos recientes se palparon en cada paso que dio.

Cuando tn llegó a la puerta del dormitorio de Draco, no dudó. Tocó rápidamente y, sin esperar respuesta, entró en el espacio que le resultaba tan familiar y a la vez tan extraño en ese momento.

Draco estaba allí, parado frente a su estantería, con una expresión que mezclaba contemplación y preocupación. tn, sin decir una palabra, se sentó en el borde de la cama, mirándolo en silencio, esperando alguna reacción.

Fue Draco quien rompió el silencio, su voz llena de incertidumbre.—Creo que todo esto es mentira.—comenzó, vacilante.

—Potter no es tu hermano.—Las palabras flotaron en el aire, cargadas de implicaciones que tn no estaba preparado para afrontar en ese momento. Su mente estaba demasiado ocupada, enredada en una red de misterios y conflictos internos.

—No quiero hablar de eso ahora.—Respondió rápidamente tn, desviando el foco de la conversación hacia lo que realmente le preocupaba.—¿Qué pasó con Tom y Theodore? Los oí hablar en la biblioteca. Mattheo no quiere contarme qué está pasando.

Draco la miró fijamente, sorprendido por el abrupto cambio de tema, pero reconoció la seriedad en su voz. Suspiró, cerrando el libro que tenía en sus manos antes de girarse para mirarla directamente.

—Tom y Theodore... Están involucrados en algo.—Confesó Draco, su expresión tornándose oscura.—Sé que tienen buenas intenciones.

tn escuchó atentamente, absorbiendo cada palabra. La revelación de que había más misterios en torno a sus amigos cercanos sólo aumentó su determinación de descubrir la verdad.

—¿No confían en nosotros lo suficiente como para decírnoslo?.—preguntó, con frustración evidente en su voz.

—No es cuestión de confianza.—explicó Draco, acercándose y sentándose a su lado.—Es miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a las consecuencias... Intentan protegernos, pero al hacerlo nos alejan.

La conversación reveló más de lo que tn esperaba. La complejidad de las relaciones dentro de su círculo íntimo era mayor de lo que imaginaba y con cada nueva información, la red de misterios parecía expandirse aún más. Draco, notando la creciente preocupación en su rostro, tomó su mano en un gesto de apoyo.

—Lo resolveremos juntos.—prometió, con un brillo de determinación en sus ojos.—Nada nos separará, tn. Sin secretos, sin misterios.

En ese momento, tn sintió una oleada de alivio y gratitud. A pesar de la incertidumbre que se avecinaba, sabía que no estaba sola. Con Draco a su lado, se sentía más preparada para enfrentar lo que le esperaba, armada con la verdad y un aliado inquebrantable en su búsqueda de respuestas.

[...]

A pesar de la sinceridad y el apoyo incondicional que Draco le había ofrecido, tn sabía que había ciertas cosas que debía guardar para sí mismo. Las misteriosas cartas que había recibido del presunto asesino eran un peso que decidió cargar sola, temiendo las implicaciones que podrían tener para sus amigos y su seguridad. Aún más alarmante fue la decisión que había tomado en respuesta a la última de estas cartas: una reunión programada para esa noche en Hogwarts, cara a cara con Ghostface.

Los últimos meses habían sido un torbellino de miedo, incertidumbre y peligro. Hogwarts, un lugar que se suponía era un refugio y un hogar para el aprendizaje y la amistad, se había convertido en el escenario de una serie de acontecimientos macabros.

Ahora, tn se encontró ante una oportunidad, quizás la única, de poner fin a este ciclo de terror. Sin embargo, sabía que no podía hacerlo sola. Necesitaba ayuda, alguien en quien confiara implícitamente y que tuviera el coraje y los recursos para enfrentar lo desconocido a su lado. Y sólo había una persona que encajaba perfectamente en ese papel: Theodore Nott.

Horas después de su conversación con Draco, tn buscó por la casa a Theodore, sintiendo el peso de cada decisión que tomaba sola.

Cuando finalmente lo encontró, la escena que tenía ante ella le provocó una extraña sensación de déjà vu, que la llevó de vuelta a un recuerdo.

Theodore estaba apoyado en la encimera de la cocina, un lugar inusual para él, considerando la jerarquía y costumbres de la casa, con una botella de bebida en las manos. La vista les trajo un consuelo inesperado, como si el destino los hubiera unido allí para algo grande... Pero obviamente no.

—Necesito preguntarte algo realmente loco.—Las palabras escaparon de los labios de tn antes de que pudiera reconsiderarlo. Theodore, sorprendido de verla allí, pero al mismo tiempo curiosamente tranquilo, dejó la botella y la miró fijamente, como si esperara que algo, por inesperado que fuera, saliera de su boca.

tn respiró hondo y reunió el coraje para exponer el arriesgado plan que había ideado.—Esta noche voy a Hogwarts. Voy a encontrarme con Ghostface.—La confesión sonó tan absurda como peligrosa, pero la seriedad en su mirada no dejó dudas de su intención.

Theodore levantó una ceja, su sorpresa inicial rápidamente reemplazada por una expresión de preocupación mezclada con admiración por su coraje.

—¡¿Tú qué?!.—Su voz tenía un tono de cautela, pero tn podía escuchar una corriente inquebrantable de apoyo detrás de sus palabras.

—La única manera de acabar con todo esto. Los últimos meses han sido horribles, y tal vez esta sea la oportunidad de arreglar las cosas de una vez por todas.—explicó tn, la determinación en su voz era tan clara como la luna en el cielo nocturno.

Hubo un silencio entre ellos, un momento de consideración que pareció durar una eternidad. Entonces, Theodore suspiró y la decisión se formó en su mente como un juramento silencioso.

—Iré contigo. No te dejaré en paz.—Su declaración no fue una oferta, sino una promesa, una garantía de que estaría a tu lado, sin importar cuán oscuro o peligroso fuera el camino.

Conocía los riesgos, la posibilidad de que esta noche pudiera cambiarlo todo, para bien o para mal. Pero ahora, con Theodore a su lado, se sentía lista para enfrentar las sombras de Hogwarts, para descubrir la verdad detrás de Ghostface y poner fin a la tormenta que azotaba su vida.