GHOSTFACE | THEODORE NOTT

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La atmósfera en el dormitorio de Tom estaba llena de tensión, una mezcla potente que atrapó a tn y Tom en un torbellino de emociones. Con cada toque, cada mirada, la intensidad entre ellos crecía, casi palpable en el aire denso que los rodeaba. tn, con manos temblorosas pero decididas, comenzó a desabotonar la camisa de Tom, revelando más de su piel y la urgencia que sentían el uno por el otro.

Pero el mundo perfecto que habían creado se vio abruptamente interrumpido cuando la puerta del dormitorio se abrió con un clic. Theodore Nott, tambaleante y visiblemente ebrio, entró tambaleándose, una figura de descontento y confusión emocional.

Ver a tn y Tom tan cerca, tan enredados el uno en el otro, fue como un golpe en el estómago para Theodore. Él y Tom compartían más de una habitación... y la traición de esa escena fue más profunda que cualquier cuchillo.

La mirada que Theodore les envió estaba mezclada con dolor e ira, una tormenta a punto de estallar. tn y Tom, atrapados en el momento, se separaron instintivamente, como si el repentino regreso a la realidad fuera un shock frío. tn rápidamente se ajustó la ropa, el sonrojo de la vergüenza tiñó sus mejillas, mientras Tom se levantaba, con una expresión de preocupación grabada en su rostro.

Theodore, ignorando las miradas que recibió, se tambaleó hasta su cama. Sin decir palabra, se arrojó sobre el colchón y, con manos ligeramente temblorosas, encendió un cigarrillo. El olor a tabaco pronto llenó la habitación, añadiendo otra capa a la atmósfera ya pesada.

—Yo... debería irme.—murmuró tn, en voz baja, evitando mirar directamente a cualquiera de los chicos. La noche que había comenzado con promesas de escapismo y pasión ahora se disolvía en una maraña de confusión y malentendidos.

En el momento en que tn desapareció por el pasillo, dejando un rastro de tensión e incertidumbre detrás de él, la atmósfera en el dormitorio se volvió insoportablemente espesa. Theodore, con el rostro contorsionado por la ira y el alcohol aún palpitando por sus venas, no perdió tiempo en enfrentar a Tom. Se levantó abruptamente, sus movimientos descoordinados pero rápidos, y agarrando el cuello de la camisa recién alisada de Tom, lo atrajo violentamente hacia él... cerca.

—¡¿Estás jodidamente loco?!.—La voz de Theodore resonó por la habitación, llena de furia e incredulidad.

Tom, con los puños cerrados, rápidamente adoptó una postura defensiva, enfrentando a Theodore de frente.

—¡¿Este un puto juego para ti?!.—Theodore continuó, su rostro a centímetros del de Tom, quien permaneció sorprendentemente tranquilo, incluso una sonrisa desafiante apareció en sus labios.

—¿Crees que estoy tomando esto como un juego? Ella claramente tomó su decisión.—replicó Tom, empujando a Theodore hacia atrás con fuerza.

—¿Decisión?.—Theodore respondió, alzando la voz con incredulidad.—Tom, ella es mía.—El posesivo lanzado al viento como una chispa que encendió aún más el fuego entre ellos.

Fue entonces cuando la tensión estalló, convirtiéndose en violencia física.

—Solo eres un acosador, Tom, eso es todo lo que haces, arrastrarte a los pies de la gente como una sucia serpiente.—escupió Theodore las palabras, escupiendo también algo de su dignidad con ellas.

Tom, impulsado por una mezcla de ira y desafío, le dio un puñetazo a Theodore directamente en el ojo. El dolor y la conmoción hicieron que Theodore se estremeciera por un momento, pero la ira lo revivió casi de inmediato. Cargó hacia adelante, la fuerza bruta superó la técnica y tiró a Tom al suelo. Los puños de Theodore se encontraron con el rostro de Tom, dejándole la nariz ensangrentada y su labio partido.

Con Tom en el suelo, incapaz de defenderse adecuadamente, los pensamientos de Theodore estaban ocupados por una mezcla tóxica de victoria y desesperación. Respirando pesadamente, dio un paso atrás, mirando al Tom caído.

—¡No la toques más!.

Theodore se alejó, dejando caer los puños cerrados a los costados, su pecho subía y bajaba rápidamente.

—Esto no ha terminado, Tom.—murmuró con voz ronca, con la voz quebrada por el esfuerzo y la emoción, antes de girar sobre sus talones y salir de la habitación, dejando a Tom solo y confundido en el frío piso del dormitorio.

[...]

Con su rostro todavía palpitando de dolor y su ojo prometiendo un moretón notable para el día siguiente, Theodore cruzó el pasillo de regreso a la fiesta que todavía continuaba vigorosamente en la sala común de Slytherin. La música alta y las risas ahogadas parecían una realidad lejana del enfrentamiento que acababa de enfrentar en el dormitorio. Estaba buscando alguna forma de distracción, o tal vez alguien que pudiera entender el huracán de emociones por el que estaba pasando.

Su primer instinto fue buscar a Draco, su frecuente compañero tanto en la confusión como en las conversaciones más serias. Sin embargo, en el mar de caras danzantes y risueñas, encontró a Pansy en lugar de Draco. Pansy estaba apoyada contra una de las paredes de piedra, con un vaso de bebida en la mano, observando la fiesta con una mirada desinteresada.

Theodore se acercó a ella con expresión oscura. Pansy al notar su acercamiento, levantó una ceja al notar su condición.

—¿Entonces?.—preguntó.

—Problemas.—fue la respuesta sucinta de Theodore, mientras aceptaba la silenciosa invitación de Pansy de unirse a ella en la pared.

—¿Quieres hablar de eso?.—Preguntó Pansy pasándole el vaso, quien aceptó agradecido, sintiendo la bebida ardiente bajar por su garganta, calmando un poco su estado de ánimo.

—Tom y yo...—comenzó Theodore, dudando en revelar demasiado, pero necesitando sacar algo de su pecho.—Por tn

Pansy suspiró, sacudiendo la cabeza.—Tú y Tom peleando por una chica, eso es nuevo.—su tono era irónico, pero había un brillo de simpatía en sus ojos. Theodore miró al suelo.