Bienvenidos al Hazbin Hotel

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- ¿Puedo ayudarte? - Un demonio de apariencia híbrida abrió la puerta con una botella en mano, parecía ser de Whiskey. Cleo lo analizó por un par de segundos para determinar de qué se trataba, era una especie de... ¿Murciélago? ¿Quizá un gato? 

- Uhm... - le extendió el afiche que tenía en mano. - Sí, hola, vengo por el Hazbin Hotel, quería consultar más información sobre...

De pronto el demonio "gato con alas" fue empujado bruscamente por una chica de cabello rubio, grandes ojos y un traje fucsia, se la veía emocionada. Demasiado.

- ¡Hola! Mucho gusto, soy Charlie - sostuvo la mano de Cleo y empezó a agitarla bruscamente. - ¿Vienes para redimirte?

- Pues sí, creo que sí - se soltó algo adolorida. Volvió a mirar el afiche en su mano. Era un dibujo que parecía estar hecho por una niña de 5 años. - Lo encontré en la calle el día de la exterminación y me causó mucha curiosidad.

- Ah, sí - parecía avergonzada. - Muchos nos han visitado desde ese día, la tele nos dio una interesante publicidad.

- No veo mucho la televisión - contestó. - Pero matar al primer hombre en la Tierra es una noticia que se puede escuchar hasta en la radio.

Rio de manera extraña, pero Cleo lo ignoró. Notó al demonio murciélago-gato levantarse de su caída y dirigirse hacia un bar.

- ¿Te molesto si entro a darle un vistazo al lugar?

- Oh, por Lucifer, cómo lo siento, qué ruda fui - se hizo a un lado para dar paso a la visitante. - Adelante, pasa.

Una vez que Cleo pasó, se quedó maravillada. El hotel era inmenso, estaba muy bien decorado y se lo sentía cálido y luminoso, aunque algo vacío.

- ¡Ven! - Gritó Charlie, devolviendo a la chica a la realidad. - Déjame presentarte a todo el equipo.

"Qué chica más entusiasta" pensó Cleo, "¿y se supone que es la princesa del Infierno?"  La acercó al lobby donde se encontraba una pequeña cíclope de cabello rojo limpiando el lugar.

- Ella es Niffty, el ama de llaves del hotel - le mencionó señalándola con una sonrisa. La pequeña Niffty seguía limpiando desesperada con un plumero mientras murmuraba "muere, muere, muere". - Le declaró la guerra a la suciedad - trató de excusarla Charlie con una risa vergonzosa. - ¡Oh! - Antes de poder decir algo, arrastró a Cleo del brazo al bar, donde se encontraba el demonio gato-murciélago. - Él es Husk, nuestro bartender - se acercó al oído para susurrarle - o sea el tipo que se encarga del bar.

- Sí, entendí - le susurró Cleo con una sonrisa un poco forzada.

- Para servirte, ¿algo que quieras de beber? - Preguntó con un tono de voz indescifrable.

- Un vaso de... - Charlie la interrumpió. Por tercera vez en el día.

- ¡Angel! - Se acercó corriendo a un demonio-araña que bajaba las escaleras principales junto a una cíclope de cabello rosa. - ¡Angel! ¡Cherri! Tenemos una nueva huésped.

Cleo suspiró. Le pidió a Husk prepararle algo fuerte y él asintió. Se acercó a Charlie con un poco de vergüenza.

- Hola, cariño - saludó el tal Angel sin siquiera prestarle atención, tenía dos brazos en su celular y otros dos en sus caderas.

- Hola, perra - saludó la otra chica. - Corre ahora que puedes, este lugar es tan aburrido como estar sobrio.

Charlie volvió a disimular su humillación con una risa. Cleo rodó los ojos, ¿por qué estaba haciendo esto?

Las llamas del amor // HAZBIN HOTEL // LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora