Todos tenemos secretos

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Cleo despertó con la mente agitada, ocupada por los pensamientos de Lucifer. No era posible ignorar la presencia constante de él en su mente. Desde aquella noche, cada interacción con Lucifer había sido más íntima, como si compartieran un secreto que nadie más conocía. Ella sabía que él encontraba atractivo en ella; lo había notado desde el principio, y eso explicaba por qué se esforzaba tanto en hablarle. La duda ahora era si aún sentía esa atracción o si, al conocerla mejor, solo la veía como una amiga o confidente. Y lo más importante, ¿cómo se sentía ella al respecto?

Cleo sabía que no podía negar la atracción que Lucifer le provocaba, pero también tenía ataduras, literalmente, en forma de Alastor. Esa cadena no desaparecería pronto, y el peso de esa realidad seguía presente en su mente.

Cleo se dirigió a la habitación de Alastor, pero no esperaba encontrarse con Cyprian, absorto en un libro antiguo.

- ¿Te gusta leer en lugares tranquilos? - preguntó Cleo, rompiendo el silencio.

Cyprian levantó la vista, sorprendido por la interrupción, pero luego ofreció una sonrisa suave.

- A veces. Aprecio el silencio. - La tranquilidad del entorno parecía acentuarse con su presencia.

Cleo se acercó lentamente, tomando asiento en el extremo opuesto del banco, manteniendo una distancia respetuosa. Observó a Cyprian con curiosidad.

- No muchos aquí disfrutan de la tranquilidad.

- Quizá no soy como los demás.

Cleo lo miró de reojo, buscando algo más en sus palabras. La conversación era casual, pero el tono de Cyprian tenía un matiz que la intrigaba.

- Supongo que no - dijo ella, y al notar su silencio, prosiguió - ¿Qué lees?

- Es un texto en latín. Pensé que lo encontraría en la recámara de Alastor.

- ¿Tú conoces a Alastor? - preguntó Cleo, interesada.

- No realmente - respondió él, dejando que el silencio llenara el espacio. Cleo esperaba más, pero él no continuó. - ¿Y tú, princesa? ¿Qué te trae por aquí?

- Quería hablar con él. Pensé que podría encontrarlo aquí.

- Ha estado desaparecido, ¿no es así?

- Sí, así es - asintió Cleo. Era evidente que Cyprian conocía detalles que no deberían ser tan accesibles para alguien que había llegado al hotel recientemente. - ¿Cómo lo sabes?

Cyprian la miró con una intensidad inesperada. Sus ojos eran de un azul profundo, casi hipnótico, y Cleo no pudo evitar pensar que eran fascinantes.

- ¿Qué haces aquí, realmente? - continuó Cleo, notando que Cyprian parecía distraído por su libro. - Quiero decir, aquí en el hotel. ¿Qué hiciste para terminar aquí y qué te interesa de la redención?

- Me interesa entender cómo funciona.

- O si funciona, ¿no? Aún no hay pruebas de que un demonio pueda alcanzar el Cielo. 

Cyprian se levantó bruscamente, como si el tema no fuera de su agrado.

- Bueno, preciosa - dijo él, ofreciéndole una sonrisa que no alcanzó a sus ojos - ¿Vamos?

Cleo se quedó momentáneamente confundida, observando la mano extendida de Cyprian. La oferta era inesperada, y aunque no estaba segura de sus intenciones, la curiosidad la impulsó a considerar la invitación.

- ¿Eh? ¿A dónde? - preguntó, su tono revelando una mezcla de sorpresa y cautela.

- Vamos a dar un paseo. - Cyprian le ofreció una sonrisa enigmática. - Te estoy invitando a salir.

Cleo dudó un momento, sopesando sus opciones. Finalmente, aceptó, extendiendo su mano para tomar la de Cyprian, y se levantó del banco. El misterio que rodeaba a Cyprian prometía respuestas, y aunque aún no confiaba completamente, la oportunidad de descubrir más sobre él la atraía.


Cleo y Cyprian decidieron ir a caminar a un parque que estaba algo alejado del hotel. Al llegar, el lugar estaba animado con niños jugando y familias disfrutando del día. Cleo observó a un grupo de niños, entre ellos un pequeño que parecía ser el centro de atención. Jugaba de manera desorganizada, empujando y gritando, causando un caos que a Cleo le resultaba irritante. Nunca había sido una fanática de los niños, especialmente de aquellos que se comportaban de manera tan maleducada.

De repente, un ruido interrumpió su conversación. El mismo niño tropezó y cayó, derramando su helado y raspándose las rodillas. Cleo observó con una mezcla de satisfacción y desdén. "El karma finalmente le dio su merecido", pensó, mientras miraba al niño llorar en el suelo.

Sin embargo, para su sorpresa, Cyprian se levantó de inmediato y corrió hacia el niño. Con una agilidad inesperada, ayudó al pequeño a levantarse, limpiando con cuidado su ropa y ofreciéndole palabras reconfortantes. Cleo observó asombrada cómo Cyprian se agachaba con una gentileza inusual, acariciando el cabello del niño y dándole consuelo.

"Esto no tiene sentido", pensó Cleo. "¿Por qué actuaría así?" Se sintió un poco avergonzada por su juicio apresurado, dándose cuenta de que el niño simplemente había tenido un accidente y estaba claramente angustiado. Buscó a la madre del niño entre la multitud, pero no la encontró.

Cyprian, con una sonrisa comprensiva, se dirigió al niño.

- ¿Te gustaría que te comprara otro helado? No tienes que llorar, todo estará bien.

El niño, a pesar de las lágrimas, se animó al escuchar la oferta y aceptó con un tímido asentimiento. Cyprian lo acompañó a la tienda del parque y, tras comprar el helado, se despidió del niño y su niñera, que finalmente apareció para recogerlo.

Cleo observó cómo el niño, ahora feliz con su nuevo helado, regresaba a sus juegos con una sonrisa en el rostro.

- Era bastante torpe - comentó Cleo, aún avergonzada.

- Es un niño - sonrió. - Todos necesitamos ayuda de vez en cuando, incluso los pecadores.

- Eres diferente.

- ¿Eso es malo? - respondió él con una risa ligera. - Quizás no encajo aquí, pero tengo mis razones.

Cleo mantuvo su expresión neutral, luchando por ocultar sus verdaderas sospechas y pensamientos. "Supongo que todos tenemos secretos", reflexionó, dándose cuenta de que ella también tenía los suyos. Aunque Cyprian parecía ser bueno, gentil y caballeroso, no dejaba de ser un enigma para ella.

Lo miró con una mezcla de frustración y curiosidad. Sabía que había mucho más por descubrir sobre este misterioso ser, y aunque no estaba dispuesta a mostrar sus cartas, estaba decidida a conocerlo mejor.



HOLAAAA. DIOOOS lo sientooo, sé que me tardé:( estuve con mil cosas que no me daban tiempo para nada, pero ahora estoy de viaje y de vueltaaaa

Quiero darle más protagonismo a los demás personajes, así que el siguiente habrá más desarrollo con Alastor (spoiler: tendrán el cap mañana) y para compensar mi ausencia, les dejaré el primer capítulo smut (aka hot, sexy, rico) con Lucifer uwu

nos vemos mañana:)

btw qué opinan de Cyprian?

Las llamas del amor // HAZBIN HOTEL // LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora