Enmendar los errores

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-Todo siempre es una competencia para ti, ¿no es así? - Lucifer rompió el silencio de media hora que se había establecido desde que se sentó al lado de Cleo, mientras ella miraba el partido de fútbol en la televisión del lobby.

- ¿No lo es para ti también? - Contestó sin mirarle.

- ¿Sabes algo? Pagaría bastante dinero para que admitas que por lo menos me toleras.

Cleo respondió con una risa, y el silencio volvió a llenar la habitación mientras el presentador de televisión gritaba. Lucifer quería hablar, pero temía volver a meter la pata.

- Escucha, Cleo...

- Si te vas a disculpar, está bien, no lo alargues y tampoco te excuses - ladeó su cabeza en el sofá para mirarlo, su pelo se acomodó de una manera en que Lucifer no pudo evitar pensar que se veía demasiado linda. - Fue mi culpa, yo no hice más que provocarte. Tu reacción fue completamente válida.

- No, no es así, para nada. Y no pensaba excusarme, lo lamento en serio, esa noche me quedé despierto pensando en cómo disculparme; nunca debí haberte insultado.

- Ya te dije que está bien, te perdono - sonrió ligeramente. 

- Tampoco debí haberte ignorado todo un día.

- ¿Vas a hacer esto una competencia de quién se disculpa más?

- Mierda, lo siento - Cleo rió y la conversación murió ahí. Pero esta vez fue ella la que quiso continuar hablando.

- ¿Así que te quedaste despierto toda la noche pensando en mí, huh? - Las mejillas de Lucifer se pusieron rojas como nunca antes.

- ¡No así! Lo dije mal, demonios. Es que yo no puedo dormir bien nunca, pero quise decir que esa noche, específicamente, pensaba en qué decirte y... - Mientras Lucifer se enredaba en sus palabras, Cleo reía a carcajadas. En ese momento, recibió un mensaje en su celular. Lucifer se calló y Cleo revisó el mensaje, era de Alastor: "¿Lo lograste?". Cleo suspiró y empezó a teclear. - ¿Tú... irás a algún lado después de esto?

- ¿Después de qué? - Preguntó sin levantar la vista.

- Uhm... después de este partido - ella seguía sin prestarle atención. - ¿Quieres salir a alguna parte? Podríamos ir a tomar helados, ya sabes el calor que hace a estas horas.

- Calor en el infierno - murmuró ella soltando una risa. 

Cleo estaba más concentrada en explicarle a Alastor todo lo que había charlado con Valentino. Alastor se encontraba en una reunión de Overlords desde la mañana, por lo que no regresaría hasta la medianoche.

- A menos de que... - Comenzó a rascarse la nuca nervioso, ella no estaba ni en lo más mínimo interesada y se notaba, "¿a quién le escribe tanto?" Se preguntó Lucifer. - A menos de que estés ocupada, claro.

- ¿Perdón? - Por fin levantó la cabeza para mirarlo a los ojos, ¿por qué de pronto eran hipnotizantes? ¿Por qué de pronto se ponía tan nervioso con ella?

- Te pregunté si querías salir a hacer algo.

- Oh, lo siento - se disculpó haciendo su celular a un lado.

- Si es importante, puedes contestar, está bien - Cleo lo ignoró y lo dejó sobre la mesa de café.

- ¿Vas a invitarme algo?

- Sí, si quieres - sonrió.

- Entonces vamos - se levantó y apagó el televisor. Lucifer hizo un gesto de confusión, ¿no quería terminar de ver su partido?

- Pensé que... - ella lo interrumpió.

- Piensas demasiado - y dándose media vuelta, lo invitó con la mirada a seguirla. - Vamos, no queremos que se haga tarde.

Tras la caminata por todo el anillo, volvieron al hotel bastante tarde. Lucifer la había pasado bien, a pesar de los constantes comentarios sarcásticos hacia él de parte de Cleo, sin embargo ella, ella era quien más recordaría ese día. Hacía mucho tiempo que salía a tomar aire libre, sin pensar en lo miserable que se sentía, en que su alma no le pertenecía, en que Alastor la vigilaba en todo momento, en que tenía a alguien que le dijera qué hacer y qué no hacer como si fuera solamente un juguete. En eso se estaba convirtiendo Lucifer, en un lugar seguro donde ella podría no sentirse mal.

- Creo que ahora somos amigos - comentó Lucifer abriéndole la puerta del hotel y dejándola pasar primero.

- Dios, no digas eso.

- Lo digo en serio.

- Yo también - rió Cleo.

- ¿Por qué no? Esta tarde la hemos pasado muy bien, y no olvidemos que me lograste soportar por varias horas seguidas.

- Sí, creo que eso es un logro - ella subía las gradas para dirigirse a su habitación.

- ¿Significa que podré saludarte y hablarte sin que me des un golpe en mi cara?

- Lucifer, mira... - Él la sostuvo del brazo y le hizo dar media vuelta para tenerla cara a cara.

- Yo sé que es difícil para ti, y creo que ese estúpido demonio radio tiene algo que ver con eso, pero escucha, - Lucifer sonrió suavemente, dando un paso hacia ella. - Tal vez no sea tan difícil como piensas. Podemos empezar con pequeños pasos.

- ¿Por qué te importa tanto? - Lo miró a los ojos, viendo la sinceridad y el deseo de cambiar. - Pequeños pasos, ¿eh? Supongo que puedo intentarlo.

- Eso es todo lo que pido - respondió Lucifer extendiendo la mano. - ¿Entonces, amigos?

Cleo vaciló un momento antes de estrechar la mano de él. 

- Amigos - aceptó, sintiendo que, tal vez, las cosas podían ser diferentes.

Llegaron a la puerta de la habitación de la chica y ella bostezó, siendo señal para Lucifer de retirarse.

Bueno, creo que mejor me voy a dormir.

Sí, toda la razón - Lucifer asintió. - Yo también me iré a acostar.

Comenzó a retroceder, pero un mal movimiento con su bastón hizo que se tropezara y casi cayera. Cleo soltó una risa espontánea, observándolo con diversión. Lucifer se quedó mirándola, cautivado por su risa. Podría escuchar ese sonido durante toda la eternidad y no se cansaría jamás.

¿Eso te da gracia? - Preguntó con una mezcla de molestia y diversión. Cleo sonrió desafiante.

Tus desgracias me hacen reír.

Pero su seguridad en sí misma la abandonó rápidamente cuando intentó abrir la puerta de su habitación, olvidando que estaba cerrada con llave. Chocó contra la puerta, provocando una oleada de risas en Lucifer. Cleo se volvió rápidamente.

¿Te estás riendo de mí?

- Sí, así es - comentó con una sonrisa casi hambrienta, acercándose lentamente - ¿Qué harás al respecto?

Cleo lo miró fijamente, sintiendo cómo la tensión en el aire crecía a medida que él se acercaba. Sus corazones latían al unísono, mezclando la rivalidad con una chispa de algo más.


Holii, diosss realmente tardé. Se me fue por completo la inspiración, pero ya he vuelto :D Ojalá les haya gustado mucho este capítulo, estaré tratando de subir uno por semana :) así que estén atentasss. y sí, hice una referencia a los partidos de fútbol, ARRIBA COLOMBIAAAAAAA

kudos


Las llamas del amor // HAZBIN HOTEL // LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora