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Yo sé que mi reputación no ayuda con la situación

♫Yo sé que mi reputación no ayuda con la situación♫

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Narra Lucía:

Me levanté con la cabeza explotando y apenas recordando la joda de anoche. El único flash que tenía era el pibe, ¿Daniel? Ah, no, Danilo. Qué se yo, estaba flashando banda. Pero posta, ese marginado me caía bien.

Me vestí al toque, mandándome un top negro con cuello para mostrar el piercing del ombligo y un jean tiro bajo. Hacía un frío de cagarse, así que me mandé una campera de nylon.

Después de un toque de arreglo personal, me lavé los dientes y peiné la melena. Ahí sí, estaba lista para encarar el día, o al menos lo que quedaba de él. Salí rajando para la casa del Cochi, esperando no cruzarme con quilombos.


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Llegué y, como esperaba, estaba Jorge, pero con una cara de orto que me cagué. En cuanto me vio, se mandó derechito a hablarme, ni saludo ni nada.

Jorge: —¿Dónde mierda te metiste anoche, boluda? ¿Te fuiste a caretearla con el Uruguayo? —me mandó, con una cara de pocos amigos.

Tenía a un carancho de más de 20 años pero que parecía un nene de 13. Le mandé un re careta y lo re miré, ya me estaba cansando la situación.

—Tranquilo, boludo, nos dio paja volver, nos quedamos hablando y después el Uruguayo me llevó a casa —me mandé, tratando de explicar la situación, aunque sabía que me venía la queja.

Jorge: —Sabés cómo te va a ir si me estás chamuyando, loca —me advirtió, con un tono que me heló la sangre.

—Ta', córtala —le mandé, cortando la charla antes de que se ponga peor.

En eso escucho el portón abrirse y al mirar a un costado, ahí estaba el Uruguayo. ¿Así le decían? Creo que sí, supongo que había venido a ver al hermano.

El pibe me quedó mirando y yo disimuladamente lo miré también. Tampoco me iba a mentir a mí misma, el pibe era lindo, pero no estaría con él. Se supone que tengo novio.

Narra Danilo:

Venía a ver qué onda con el Seba, seguía sin haber nada de comida y tampoco plata. Pero al entrar, ahí estaba de nuevo la mina. Fua, si estaría soltera, sabé cómo la hacía mía.

Cuando me miró, fue inevitable sonreírle y después fui con mi hermano.

—¿Y, wacho? No hay nada de comer —le tiré.

Seba: —Uy, para. Toma, anda después a comprar pan, fiambre y una coca —me dijo, dándome un poco de plata.

Ahí volvieron Lucía y Jorge a sentarse en el sillón. Vi cómo Lucía le acercaba la tarjeta llena de merca a Jorge.

Jorge: —¿Qué pasa, Uruguayo? ¿Te pica el hocico o por qué le mirás el culo a mi novia?

—¿Eh? Cualquiera decís, flaco!—respondí, tratando de desviar la atención.

En realidad, mi mirada se había ido a Lucía, pero no lo iba a admitir tan fácilmente. La mina me tenía loco, pero era mejor mantener perfil bajo en ese ambiente.

Anabella: —Terminala, enfermo. No ves que es un pibe? No sé qué haces con él, Lucía —intervino Anabella, con un tono de preocupación en su voz.

Cochi: —Dale, Uruguayo, vamos a comer. Y vos también, Lucía —agregó Cochi, tratando de cambiar el tema y mantener la armonía en el ambiente.

Narra Lucía:

Anabella siempre había sido como una hermana mayor para mí, al igual que Cochi. Así que, decidí hacerles caso y me fui con ellos y el Uruguayo.

Nos subimos todos al auto y nos dirigimos a la pizzería del barrio.


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Ya estábamos todos comiendo re tranquilos, pero Cochi y Anabella se fueron a merquearse, así que quedé sola con el pibe.

—¿Jugás al fútbol, no? —le tiré.

Danilo: —Ma' Vale y soy el mejo' —me respondió sin dudar.

—¿Con qué cuadro jugás? —le pregunté, curiosa.

Danilo: —Con Liniers. ¿Pa' que pregunta'? ¿Me va' a ir a ver? —dijo con un toque de picardía.

—Y capaz que sí, para ver si sos tan bueno —le contesté con una sonrisa pícara, tirándole un poco de onda.

Narra Danilo:

Esta wacha no le importaba nada y creo que eso me gustaba pero seguía mi pregunta porque alguien como ella estaba con Jorge

—¿Por qué estás con Jorge?—

dije sin pensarlo mucho

Lucía:—En realidad no se a veces me trata tan para el orto que me pregunto lo mismo—

Ahí al toque sentí su tono de voz de melancolía y me di cuenta que su relación era horrible

—Fua no te quería hacer sentir mal wacha, mira mañana juego en Liniers vení a verme es a las 9 am el partido—

Lucía:—Capaz voy, no es tu culpa pibe—

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Mojaa || Danilo Sanchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora