La vista nocturna era maravillosa, Ni-Ki tenía razón, Naksan de noche era increíble, los artículos de internet que había leído la noche anterior no mentían, era justo como lo describían, un lugar hermoso, adecuado y romántico para tener una cita o una caminata.
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─Es perfecto ─dice Kia.
─Lo es, es increíble que estemos aquí, es mejor de lo que imagine.
─Como en los dramas ¿cierto?, pero mucho mejor en persona.
─Me alegra que estemos aquí ─dice Ni-Ki mirándola. Kia siente su mirada y también lo mira.
─¿Qué? ─Ni-Ki la abraza, pero esta vez fue diferente, Kia noto cierta tristeza en él─. ¿Qué sucede? ─él niega.
─Te voy a extrañar mucho.
─Aun no te has ido ─le devuelve el abrazo.
─Me pregunto cuando volveremos a estar así tu y yo, cuando regresemos mañana nuestras vidas serán más ocupadas que antes, al terminar el Tour tu entrarás a la universidad y yo regresaré a clases... Estaremos muy ocupados.
─Pensemos en positivo, yo siempre tendré tiempo para ti y tu te escaparas para verme, todo irá bien, no te conquiste en vano, no te dejaré ir tan fácil ─Ni-Ki sonríe y acaricia su mejilla.
─¿Estás muy segura de eso?
─¿De que yo te conquiste? ─él asiente.
─Por supuesto, hice de todo para que pudieras mirarme solo a mi.
─¿Cómo estas tan segura de que no estaba enamorado de ti desde antes?
─Bueno... Pudiste haberte hecho el difícil, no lo sabre si no me lo dices. Cómo sea... ─lo toma de la cintura y apoya su cabeza sobre su pecho, aunque ni siquiera lograba alcanzar parte de este─. Eres mío, ahora lo eres.
─Y tu mía ─apoya su mentón sobre la cabeza de la más baja, aunque para hacer esto tenía que inclinar un poco su cuerpo.
─Somos muy jóvenes para decir esas palabras ¿no lo crees? Mi madre me tomaría de la oreja y haría que me retracte. ¿Cómo puedo ser tuya? ─alza los ojos hacia él, él la mira, sus ojos eran profundos, quizá porque era de noche, pero brillaban. Brillaban más que la misma luna, incluso un cielo lleno de estrellas no se comparaban a los hermosos que tenía él.
─No te prometeré nada porque no creo en las promesas, antes te dije que no sería complaciente, solo te pido que seas paciente y que confíes en nosotros. Solo te diré lo que siento por ti, lo que siento cuando te veo.
─Cielos... Nunca antes te vi tan serio.
─Yo Te amo ─esas únicas tres palabras llenaban el corazón de Kia de seguridad.