La Conquista | NI-KI | [EDITANDO]

076 - Pequeña

KIA

Al llegar a casa Kia lloraba en su cama mientras que Nicholas intentaba consolarla y disculparse con ella.

─¿Vas a enojarte conmigo toda la vida?

─Dejame sola, no hiciste nada para defenderme.

─Nunca vi a mamá tan enojada en mi vida, sabes que ella nunca nos ha castigado, así que tu hermano fue cobarde y no pudo decir nada ¿me perdonas? ─Kia niega.

─Me hubieses ayudado a quedar menos en vergüenza frente a mi novio, ahora, ¿Cómo voy a verlo a la cara? Soy demasiado patética.

─No es verdad, no eres patética ─dice él y la abraza para subirle el ánimo.

─Si lo soy ─Kia esconde su rostro en la almohada─. Vete y dejame sola.

─¿Qué te parece si hablo con mamá para que te quite el castigo? ─Kia niega─. El castigo de mamá fue injusto, sobre todo cuando te esforzaste demasiado para los exámenes ¿estudiar más hasta entrar a la universidad?

─Supongo que lo merezco, por hacerles tomar ese gran susto, no llegué a casa ese día, y mientras estaba tranquila en Naksan con Ni-Ki ustedes estaban preocupados.

─Aun así, lo siento, como hermano mayor, debí tratarte mejor, perdoname ─Kia no dice, Nico se queda un momento y nota que su hermana se ha quedado dormida luego de haber estado llorando. Deja un beso en su frente y la deja sola.

─¿Se durmió? ─Pregunta su padre y Nicholas asiente.

─Habla con mamá, que le levante el castigo, ya aprendió la lección, además fue suficiente con dejarla en vergüenza frente a su novio, se siente muy arrepentida y avergonzada, no deberían castigarla, solamente lo hizo una vez, no lo volverá a hacer, además, ya les explico que no quizo escaparse, fue un error, creyó que les había contado, a cualquiera le pasa, y ¿no está bien? Regreso a casa, a salvo y saben que estuvo con Ni-Ki, ellos no harían nada que no deban, solo fueron a Naksan a pasear un día. Son unos niños, seguramente se la pasaron jugando y comiendo comida chatarra toda la noche.

─Tu madre esta muy enojada, cuando se calme hablaré con ella, sabemos que Kia y Ni-Ki son buenos chicos, pero es la primera vez que uno de ustedes nos hace pasar por una situación así.

─Los entiendo, solo siento que mamá actuó mal en cierto modo, debió esperar a llegar a casa para reprenderla, pero lo hizo frente a Ni-Ki, a cualquiera le hiere el orgullo que lo hagan pasar vergüenza frente a la persona que le gusta.

─Ya no te preocupes, hablaré con tu madre, entiendo que quieras proteger a Kia, pero debes dejarla vivir sus propias experiencias, entiendo que siempre has estado para protegerla, pero ya es momento de que la dejes por si sola, esta creciendo, estarás cada vez menos, debe aprender a vivir sin ti.

─¿Cómo me pides eso, papá? Es mi pequeña, siempre he estado ahí para ella, si no hago algo creerá que soy desleal.

─Kia ya esta grande para entender que no siempre vas a estar, como hermano mayor debes dejar que resuelva sus problemas por si misma, ya no lo hagas por ella, o no va a aprender a defenderse, hiciste muy bien cuidando de ella, ahora deja que lo haga ella.

─¿Y si Kia ya no me necesita?

─Significa que hiciste un buen trabajo como hermano. Lamento haberlos dejado tanto tiempo solos, hijo.

A la mañana siguiente Kia no sabía cómo lidiar con el castigo que le había puesto tu madre la noche anterior, en realidad no tenía nada que estudiar por lo que en vez el castigo de su madre, se puso a limpiar su habitación, y ayudó con las tareas del hogar como normalmente hacia, sus padres fueron a trabajar y ella se quedó en su habitación leyendo una novela de su escritor favorito. Luego de que se aburriera de leer, bajo al "sótano" qué en realidad era una sala de juegos, ahí había una mini heladera de la cuál Kia sacó una bebida. Se sentó en el sofá y observó aburrida la mesa de billar mientras bebía de su gaseosa fría. Nicholas también estaba trabajando, así que estaba sola en casa sin poder hacer nada. Por la noche a la hora de la cena, Kia evitaba la mirada de su madre y deseaba irse rápido a su habitación. De cierto modo se sentía herida, quería escuchar que su madre se disculpara, pero al mismo tiempo quería disculparse con su madre, porque sabía que estaba en todo el derecho de enfadarse y castigarla. Para la mañana siguiente su madre le había dejado unos libros de chino-mandarín.